España ya es equipo de octavos. A falta de saber en qué posición quedará -se sabrá mañana, tras la disputa de la última jornada-, la selección ha cosechado la tercera victoria frente a una Montenegro que no dio mucha guerra (65-82). Con Dubljevic desactivado, Brizuela (18 puntos) tomó las riendas del equipo en ataque y al descanso ya mandaba por 22. Al final, con Willy como mejor hombre (14p, 13r, 22val), la selección logró la clasificación a la siguiente fase.
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Crónica del partido
Las sensaciones ya desde el inicio eran bastante diferentes a las del encuentro ante Bélgica. Aunque les costó mostrar solidez en la defensa del 1vs1 en los primeros compases del choque, en ataque no cometieron los mismos errores que dos días atrás. Lorenzo Brown dirigía bien, Willy finalizaba y Pradilla se erigía como líder ofensivo -9 puntos en 6 minutos-; y lo más importante, los esquemas ofensivos fueron dando sus frutos. Además, los triples entraron y los rebotes tenían un claro sabor español: en todo el primer periodo, Montenegro solo cogió tres rebotes -dos de ellos en los últimos 5 segundos-. Con el 17-27 en el marcador, tres triples seguidos de Juancho y de Brizuela pusieron la máxima ventaja para el combinado nacional (17-36, min. 13). Y si algo funciona, es mejor no tocarlo; pese a las acciones puntuales en la zona de jugadores como Mihailovic o Radovic, el acierto desde el perímetro mantuvo la cómoda diferencia para España. Los 16 puntos de Brizuela en la primera mitad contrarrestaron la energía defensiva de Perry y, pese al amago de reacción montenegrina, la selección no se dejó intimidar y se fue al descanso 31-53 arriba.
Smooth sailing
Lorenzo Brown with a sweet 8 points – 5 assists line for Spain at the HT. #EuroBasket x #BringTheNoise x @BaloncestoESP pic.twitter.com/pRKwPu4jNv
— #EuroBasket 2022 (@EuroBasket) September 6, 2022
España siguió desplegando su buen juego, generando buenas situaciones en ataque para hombres como Pradilla o Willy Hernangómez y cerrándose en defensa para secar a Dubljevic o Mihailovic. En esos momentos, daba la sensación de que el duelo podía durar tres días, que el combinado nacional no se iba a dejar remontar. Es cierto que, a base de triples, los montenegrinos bajaron de los 20, pero al término del tercer cuarto la diferencia aún era muy amplia. Sin Lorenzo Brown en pista, los ataques de la selección fueron más atropellados y las ideas, menos claras; eso sí, la intensidad defensiva de Alberto Díaz fue espectacular luchando por cada balón. Los últimos minutos no tuvieron más historia: Montenegro redujo mínimamente la ventaja, pero España se acabó imponiendo con claridad por 65 a 82 pese a los malos ataques finales.