
La presencia en el quinteto titular de Marcelinho Huertas no hacía si no evidenciar el tremendo dilema que está teniendo este año Pedro Martínez con la posición de base desde que tomó las riendas del equipo. El comienzo esta vez fue bueno, obligando a Pianiagiani a parar el juego tras encajar un 9-2 en 3 minutos y con Beaubois demostrando la calidad que atesora. El problema de la defensa a los exteriores era sin embargo latente y el exbaskonista Vladimir Micov comandaba la vuelta al marcador con dos triples consecutivos. Vildoza no tardaba el pisar el parqué y menos aún en lanzar y anotar su primer tiro. El desparpajo del argentino queda fuera de toda duda y parece que comienza a contar con la confianza de su técnico tras sus últimas buenas actuaciones. La salida del tocado Granger planteaba una nueva variante en el juego del Baskonia, con dos bases y Vildoza en lugar de Huertas, aunque los triples seguían cayendo para cerrar el primer cuarto con ventaja milanista (19-22).
El segundo cuarto daba continuidad a la tónica del inicial y el conjunto baskonista hayaba poca oposición a los continuos cortes a canasta de los exteriores del Milán. 8 puntos consecutivos de Voigtmann (¡vaya asistencia de Vildoza!) recortaban la distancia pero el partido parecía definitivamente convertido en un impredecible correcalles debido a las inexistentes defensas. Mindaugas Kuzminskas, reciente incorporación del conjunto italiano, comenzaba a hacerse notas a ambos lados de la cancha y es que el lituano está dotando al Olimpia Milán de una cohesión en su juego de la que no disponía en la primera vuelta, gran acierto sin duda el fichaje del ex-malagista. La defensa de los de Pedro Martínez seguía haciendo aguas pero es que además los de Pianiagiani elevaban el listón para cerrar el cuarto con un parcial de 0-10 sin respuesta que levantaba el murmullo del Buesa Arena al descanso (36-47).
Baskonia volvía con el espíritu combativo renovado de los vestuarios y Shengelia exigía su dósis de protagonismo con buen criterio, anotando y distribuyendo. Sin embargo, el Milán seguía abriendo el campo desde más allá del 6,75 con enorme acierto. Un dudoso 2+1 favorable a Tarcewski y la correspondiente tercera personal de Poirier elevaba la máxima hasta un preocupante +12 milanista. Dos triples consecutivos de Granger daban aire a su equipo y se convertía en el epicentro del juego al recibir una técnica y compensarlo al recibir una astuta falta de Theodore. Shengelia también recibía una antideportiva de Jerrells y conseguía sumar puntos fáciles desde la franja, algo que estaba costando y mucho al Baskonia durante todo el encuentro. El objetivo para el útlimo cuarto era claro: bajar el ritmo del juego y sacar a los milanistas del partido (56-65).
El hasta el momento inédito Matt Janning anotaba un importante triple y ponía a los vitorianos a 6 en el marcador con la sensación de que tenían ante sí la opción de reengancharse a un partido que parecía perdido minutos atrás. Llegaba entonces una de las fases más surrealistas del encuentro, con un parcial de 0-7 vistante que era correspondido con otro 7-0 de los locales. El crono jugaba en contra del Baskonia y la sensación era de un continuo quiero y no puedo, con el Milán valiéndose de fogonazos de sus cañoneros para comandar un encuentro que comenzaba a expirar. Pero aún había mucha tela que cortar en el Buesa Arena.
Otra antideportiva de Micov sobre Granger y el capitán georgiano tras rebote ofensivo conseguían por fin rebasar la barrera de los 6 puntos y el letón Janis Timma recortaba la diferencia hasta la mínima con 2 minutos por jugar. Gudaitis anotaba tan sólo uno de los dos tiros libres de los que disponía y de nuevo Shengelia a la contra empataba por fin el encuentro desde el primer cuarto. Partido nuevo, de escaso minuto y medio. Micov desde su casa fallaba el triple pero Bertans mantenía la posesión y Beaubois pecaba de ingenuidad al sacarle Goudelock una falta y tres tiros, todos los cuales no veían si no red. Se redimía el de Guadalupe con un triplazo en la siguiente jugada devolviendo la igualdad al luminoso. Theodore erraba uno de los dos tiros libres de los que disponía y el escolta francés del Baskonia anotaba en las cercanías del aro con 18 segundos por jugar. Jordan Theodore, el más destacado anotador de su equipo durante toda la noche, asumió la responsabilidad del último tiro. Se lanzó hacia su par Vildoza y encaró la canasta ante un Timma que dudó demasiado entre salir o cerrar el aro. Game-winner. Shengelia a punto estuvo de completar un alley oop épico a falta de 0.6 segundos (hubiero sido válido en caso de entrar) pero el balón no quiso entrar, igual que contra el Real Madrid apenas dos días atrás.
Desastrosa semana del Baskonia que baja enteros en su lucha por alcanzar el playoff, ahora a 2 victorias de distancia.
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