1. ¡Qué bueno que volviste, Sergio! Nadie sino él podría escribir un guión cómo el de esta noche. Llull superó cualquier expectativa (más aún después de un mal inicio) en un último cuarto en el que pareció como si nunca hubiese pasado nada. Logró su primera canasta con una penetración por la derecha y tuvo su momento culmen con dos triplazos impresionantes con la victoria en juego. Unos minutos que estremecieron al Wizink Center y avisaron a cualquier rival que, si bien todavía no veremos al mejor Sergio Llull, su magia y carácter siguen completamente intactos. 

2. La segunda parte de Nick Calathes. Sencillamente, brutal. Más aún teniendo en cuenta que en los primeros 4 minutos del tercer periodo perdió dos balones, falló un par de tiros y recibió una falta técnica. Todo indicaba que se borraría del partido y el Madrid arrasaría (+12 por aquel entonces), pero, entonces, apareció la mejor versión del heleno (y la mejor esperada). Acribilló al Real Madrid de la manera menos habitual: desde el tiro. Comenzó con penetraciones y acabó con un gran 4/9 en triples, su récord esta temporada. Incluso su porcentaje en tiros libres fue bastante aceptable en una segunda mitad en la que se fue hasta los 19 puntos en una versión killer nunca vista hasta ahora. 

3. Jaycee, Jaycee Carroll… El dolor de cabeza constante de Panathinaikos. Carroll asestó en cada instante que estuvo en pista (17 puntos en 16 minutos) y fue decisivo con un triple y adicional que acabó con el encuentro. El escolta dejó lo mejor para el final, con dos triples en el último cuarto y una bomba casi imposible para entrar al minuto final. Está yendo de menos a muchísimo más esta temporada y llega a la recta final en su mejor estado de forma. 

Sorprendió Xavi Pascual, cambiando a Antetokounmpo en el cinco inicial, haciendo un trío de “pequeños” junto a Nick Calathes y Mike James. Frente a ello, el Madrid se sintió más cómodo que en los arranques de Atenas. Con Doncic en modo “multiusos” (2+2+2) y acribillando en las “puertas atrás”, los blancos conseguían sus primeras ventajas (11-7, min.4). Poco a poco, a base de acciones individuales, Panathinaikos acechaba y conseguía dar la vuelta al marcador (13-15) coincidiendo con la vuelta de Sergio Llull a las pistas ocho meses después. Al balear le costó entrar en el partido, quiso jugarse la última jugada del cuarto y casi la pierde, pero el balón acabó en manos de un Rudy que transformó el primer triple de su equipo sobre la bocina (17-17).

La salida del mallorquín y Carroll desde el banquillo dio un plus al Madrid. Entre ambos, anotaron 10 puntos consecutivos para que su equipo se volviera a distanciar. También la de Edy Tavares, implacable atrás y anotando un mate que ponía el 26-20 (min. 14). Un colapso en el ecuador del segundo cuarto provocó tres ataques horribles y los verdes sumando en unos contra cero. Sin darnos cuenta, Panathinaikos convertía el partido en una sucesión de contactos y protestas (con técnica a Pascual incluída) en la que el Madrid supo venirse arriba conforme avanzaba el reloj. Después de la canasta de Calathes que empató el partido, y bajo la batuta de Llull, el Real Madrid fue más inteligente en los últimos minutos, vitales para abrir brecha antes del descanso. Con este tremendo poster de Doncic sobre Gabriel, los blancos cerraban una primera mitad en la que, sin ser brillantes, consiguieron dejar a Panathinaikos varios escalones por debajo que en los primeros partidos (40-34 en el marcador; 56-22 en valoración total).

El Madrid salió mucho más enchufado del descanso. Rápidamente, alcanzó su máxima ventaja hasta el momento (46-34) con Ayón masacrando el aro por partida doble para el desquicie de los griegos. Panathinaikos estaba completamente fuera del encuentro, con Calathes a la cabeza, que perdió dos balones y recibió una técnica en unos segundos. Tras cuatro minutos sin anotar, Singleton acertó desde fuera, pero, de nuevo Ayón, machacaba sin oposición y provocaba el tiempo muerto de Pascual (50-37, min. 25). Reaccionaron los griegos con un parcial de 0-5, aunque ahí estuvo esta vez Thompkins para anotar su primer tiro de la noche y mantener la ventaja local. Pero Panathinaikos no estaba para bromas y, recuperada la puntería exterior (4/5 en el tercer cuarto), consiguió volver a meterse en el partido gracias a un sublime final de Calathes (10 puntos). Un 2-9 de parcial final ponía el 57-53 con 10 minutos por jugarse.

Las espadas, por todo lo alto. Al triple de Carroll le respondió Calathes, que había pasado del suspenso al sobresaliente en unos instantes. Ambos jugadores se retaron, en unos minutos desastrosos de los dos equipos: bomba del de Wyoming, canasta y adicional del griego (62-59, min. 33). El esperado estreno de Sergio Llull llegó con una penetración en medio de varios intentos de Panathianikos de volver a ponerse por delante (62-61; 64-63). Era su primer partido en casi un año y llevaba un 0/5 en triples, pero nadie sino Llull sería capaz de encadenar entonces dos triplazos marca de la casa para poner un 70-63 con el que nadie contaba en aquellos instantes (min. 37).

Poco duró la euforia y es que un parcial de 0-7 culminado con un triplazo de Mike James empataba el encuentro apenas un minuto después. Tres faltas en una misma defensa llevaron a Felipe Reyes a la línea para romper la igualdad, que Carroll aumentó con una entrando en el último minuto (73-70). Turno de James en la personal, sin fallo, pero apareció de nuevo un estratosférico Jaycee Carroll para anotar un 3+1 que desequilibró cualquier final previsto hasta ahora (77-72 a 50 segundos). Esta vez ni James ni Calathes acertaron y Reyes se encargó de certificar una victoria que pone al Real Madrid a un solo paso de alcanzar una nueva Final Four (81-74).