Valencia Basket aterrizaba en Estambul para medirse a Galatasaray en un partido más importante de lo que parecía. Pese a ser la segunda jornada de la Euroliga, los de Velimir Perasovic necesitaban la victoria para ir con menos presión la próxima semana a Belgrado. Y con la intención de ganar saltó a la pista Valencia Basket. Pese a no estar acertado en el tiro y jugarlo todo a triples era capaz de mantenerse por delante. Pero ese guion no es el mejor para jugar un partido de baloncesto y ante Galatasaray, menos. Los de Ataman subieron el ritmo y solo utilizando el pick & roll con Aldemir consiguieron ponerse por delante. Entre Aldemir y Zoran Erceg, Galatasaray sumó un parcial de 10-0 que no hizo más que alargarse. Valencia Basket seguía lanzando desde más allá del 6.75 pese a no estar acertado. Parecía que la entrada de Kresimir Loncar le daba cordura en ataque al tener un hombre fijo dentro, pero tras su canasta se demostró que el croata no se caracteriza por su defensa y Erceg y Aldemir siguieron haciendo de las suyas (25-12). Valencia Basket había lanzado nueve triples en diez minutos pese a solo haber anotado dos veces. La valoración, 36-7, fiel reflejo de lo que pasaba en la pista.
Y en el segundo cuarto, peor. El parcial no hizo más que alargarse y llegó a ser de 28-4 para los turcos. Y es que Valencia Basket seguía lanzando de tres descaradamente. Sin ideas en ataque y con problemas atrás, los taronja no hacían más que pegarse tiros en su propio pie, un harakiri constante. Velimir Perasovic seguía sin encontrar las ideas y lo peor llegaría con la tercera falta de Pau Ribas a falta de otros tantos minutos. Además, mientras a Valencia Basket no le salía nada, Aradori se levantaba para completar un 3+1. Un naufragio total que solo mejoraría en los últimos minutos de primera parte con la entrada, curiosamente, de Dwight Buycks. Un milagro necesitaba Valencia Basket si quería por lo menos meterse en partido (47-24).
La estadística hacía llorar a los hombres de Valencia Basket. La valoración seguía siendo un dolor punzante y se iba hasta el 62-15. Los rebotes volvían a ser una losa (20-12) mientras que nadie encontraba explicación a lo que sucedía desde más allá del 6.75 (4/18, 22%). Además, era imposible destacar a un jugador de Galatasaray ya que todos habían aportado: Micov y Erceg, 8 puntos; Aldemir y Arroyo, 7 puntos; Pocius y Aradori, 6 puntos… Mucho tenía que trabajar Velimir Perasovic en el descanso si quería tener posibilidades de ganar.
Tras el descanso, lo incompresible se hizo presa de Valencia Basket. Y es que en los dos primeros ataques, Sam Van Rossom se levantó dos veces de tres para no volver a anotar. De poco o nada había servido el rapapolvo de Velimir Perasovic. Fiel reflejo de cómo estaban los jugadores de Valencia Basket era verlos caer en todas las fintas de los jugadores de Galatasaray. Después de varios minutos sin anotar y sin encontrar la forma de meterse en partido, Van Rossom volvería a levantarse desde el 6.75 aunque esta vez sí conseguiría anotar. Mientras, los turcos se relajaron y solo sumaron 3 puntos en cuatro minutos. Además, Guler se llevó la técnica y Valencia Basket que se acercaba, poco a poco, a 16 puntos gracias a otro triple de Buycks. El parcial era de 0-10 y parecía que las cosas iban cambiando. Con el juego anárquico, la responsabilidad fue para el hombre más acertado, Dwight Buycks. Y en esos guarismos, y casi sin darse cuenta, Valencia Basket se puso a solo 12 puntos al final del tercer cuarto. Los puntos de Buycks, el triple de Rafa Martínez y la canasta de Kresimir Loncar sobre la bocina revivieron a los taronja (62-50). El parcial del cuarto, 15-26. En diez minutos, Valencia Basket había anotado más que en toda la primera parte. Y jugando no demasiado bien.
En los últimos diez minutos, Valencia Basket tenía la oportunidad de bajar la barrera psicológica de los 10 puntos de diferencia y, tras varios errores en el tiro, Sam Van Rossom lo consiguió con un lanzamiento de tres. Y con otro triple se pondría a solo 8 puntos gracias a Luke Harangody. Ahora, los taronja tenían que mejorar en defensa ya que no habían logrado parar el pick & roll en ningún momento. Pese a los intentos de Carlos Arroyo de sentenciar el partido, la cordura se apoderó de Sam Van Rossom y le hizo crear una jugada para que Serhiy Lischuk apretara a siete puntos el marcador con un mate a dos manos. Gracias a un nivel defensivo no visto antes, Valencia Basket estuvo con vida hasta el último minuto de partido, pero entre un error en el triple de Rafa Martínez y otro rebote ofensivo, Galatarasay cerró su victoria (71-64).
Valencia Basket echó por tierra el partido en la primera parte pese al intento de remontada en la segunda. Las únicas cosas positivas fueron los minutos de Dwight Buycks (11 puntos) y de Luke Harangody (16 puntos, 7 rebotes), el mejor taronja en lo que llevamos de temporada. Ahora, Valencia Basket tendrá que ganar a Estrella Roja en Belgrado si no quiere verse con un 0-3 en contra a las primeras de cambio.