La Penya dominaba los primeros compases del partido, con Jerome Jordan causando el pánico en la zona y encabezando un parcial de 9-2. Aún así, los de Peñarroya conseguían terminar el cuarto por delante en el marcador (17-19) gracias a la agresividad de Blazic y Fernández. El big-ball de Andorra con Stevic en la posición de 4 daba sus frutos en el segundo cuarto, y los del Principado se ponían 9 arriba (23-32), siendo el tiro de 3 una losa para los de Ocampo (Richard anotó el primero en el octavo intento). Un buen último minuto de los verde-y-negro (cimentado en la defensa) hizo que el marcador al final de la primera parte fuera de 34-41.

Andorra salía con las ideas muy claras después del paso por los vestuarios:  alimentar de balones a un efectivo Karnowski, que se aprovechaba de la endeble defensa de un Jordan cargado con 3 faltas (36-49). El partido se volvía loco, y poco después de la descalificación de Ventura, emergía la figura de Maalik Wayns, que metía al Joventut en el partido al cierre del tercer cuarto (53-59). La energía y acierto de López-Arostegui daba esperanzas a la Penya (61-64), que entraba en los últimos minutos con opciones y una dinámica positiva. Después de unos minutos dominados por la precipitación y el poco acierto, Vidal y Richard ponían a los suyos a tan solo un punto por partida doble (70-71 y 74-75). El temple de Albicy en el tiro libre y una falta antideportiva de Kulvietis parecían terminar con las esperanzas verde-y-negras, pero Vidal sorprendió con un triple inverosímil para empatar el partido a 79 y mandar el partido a la prórroga.

Ya en el tiempo extra, Karnowski y Jordan eran expulsados, y emergían nuevos líderes en el Andorra: las manos rápidas en defensa en Albicy y el buen hacer en ataque de Blazic y Jelinek contrastaron con un Penya ahogada en la primera prórroga (tan solo 3 puntos en los 4 primeros minutos). Cuando ya parecía el encuentro decidido (86-90) y tan solo 14 segundos por jugar, dos tiros libres de Vidal y una canasta de Richard tras una perdida en primera línea de Jelinek forzaron la segunda prórroga. La Penya empezaba el segundo tiempo extra sin Birgander, López-Arostegui, Wayns ni Jordan; bajo la tutela de Albicy, los visitantes conseguían abrir otra brecha, que pudo llegar a ser de 7 puntos con un tiro liberado del francés, pero entonces aparecieron Patrick Richard y Dimitrijevic, que anotó 4 puntos que fueron, a la postre, decisivos. Este loco partido terminó con un triple estéril de Blazic desde 8 metros, que puso en el 103-101 final en el luminoso.