Hoy se enfrentaban en el Fontes do Sar dos equipos que buscaban una victoria clave para no complicarse la vida al final de la liga. Monbus Obradoiro comenzaba la jornada con tres victorias por encima del descenso y Montakit Fuenlabrada con dos. De ganar los gallegos mantendrían al menos esa ventaja de tres a falta de seis jornadas, practicamente confirmando un años más su permanencia en la Liga Endesa, el objetivo de todos los años de los gallegos. 

La primera buena noticia era la titularidad de Maxime De Zeeuw, fichaje clave de esta temporada y que por culpa de las lesiones no ha podido aportar hasta ahora lo que se esperaba. El belga fue el encargado de abrir el marcador para los locales tras la primera canasta de Fuenlabrada por medio de O’Leary. Los locales se ponían por primera vez por delante con un triple de Vasileiadis pero Nacho Llovet era sancionado con su segunda falta cuando solo llevábamos minuto y medio de partido, lo que lo llevaba al banquillo. En el duelo de tiradores el griego con un nuevo triple le ganaba la partida a un desacertado Paco Cruz, que no conseguía anotar ni desde la línea de tiros libres. Además Spires congía un sorprendente protagonismo y con dos mates seguidos ponía cinco arriba a los gallegos (12-7). Eyenga ejercía de soporte de su equipo con cinco puntos, lo que unido al estreno de Cruz con un solitario tiro libre acercaba a los madrileños. Cinco puntos de Vasileiadis y la primera canasta de Brodziansky aumentaban la ventaja hasta el 21 a 13. De nuevo Spires, con un tiro libre y una espectacular canasta en el último segundo tras rebote ofensivo, dejaba el marcador nueve arriba para los de Moncho Fernández (24-15).

 

 

Maurice Kemp abría el segundo cuarto con un triple, pero le respondía la batería de tiradores de los gallegos con uno de Obst y otro de Simons para seguir ampliando la ventaja (30-20). Eyenga luchaba con sus penetraciones para que su equipo no se fuera del partido y contaba con la ayuda de Kemp, que volvía a anotar un tiro lejano. Andreas Obst tomaba el protagonismo y anotaba cinco puntos seguidos entrando a canasta por el centro para aumentar la máxima a trece (37-24), provocando el tiempo de Jota Cuspinera. Kemp rompía el parcial pero los locales contestaban con canasta de Llovet y triple de Simons para poner los dieciseis. Otra vez Fuenlabra cortaba la racha con un triple de Bellas, pero se repetía la contestación del Obra con triple de Obst y canasta de Brodziansky. Un nuevo triple del enrachado alemán enardecía al público local al poner 21 arriba a su equipo (50-29). Los de Cuspinera no querían irse al descanso con el partido sentenciado y endosaban a los gallegos un parcial de 8 a 0 con una canasta de Cruz y cinco puntos seguidos de Rowland, cerrando el marcador al descanso con 50 a 36 en el luminoso.

 

 

La segunda parte comenzó con los locales con la pólvora mojada. En los primeros cuatro minutos solo consiguieron anotar dos tiros libres de Llovet, mientras que entre Rowland, Kravtsov y Cruz, con seis puntos, sumaban un parcial de 11 a 2 que tiraba por tierra el trabajo gallego de la primera parte. El 52 a 47 obligaba al tiempo muerto de Moncho Fernández. Las instrucciones del Alquimista surtieron efecto y los locales volvieron a conseguir puntos a base de meter balones a Brodziansky, que respondía con cinco puntos y ponía a los suyos otra vez por encima de la decena con un 2+1 (60-49). Simons le acompañaba sacando su fusil y sumando dos nuevos triples para un total de cuatro, pero ahora Paco Cruz metía todo lo que había fallado al principio del partido, manteniendo a su equipo con la ayuda de un buen Rowland y de unos activos Kravtsov y Kemp. El 69 a 62 del final del tercer cuarto sabía a  muy poco a los gallegos tras su gran primera parte, pero al menos mantenían la ventaja en el marcador.

Los de Jota Cuspinera salieron dispuestos a seguir remontando y un 4 a 0 con canastas de Eyenga y O’Leary los acercó más de lo que habían estado desde el primer cuarto con el 69 a 66. De Zeeuw anotó un triple para frenar la racha, pero Bellas y un Cruz, ahora imparable, pusieron el 72 a 71. Kemp culminó la remontada con dos tiros libres poniendo a Fuenlabrada por primera vez por delante desde el 2 a 4 inicial. Pero los locales respondieron bien cuando más tocados podían estar, y con triples de Singler y De Zeeuw retomaron el mando. Eyenga y O’Leary volvieron a poner la mínima en el marcador, que se mantuvo tras el intercambio de triples entre Singler y Rowland (81-80). Bellas también se sumó a la fiesta y puso el 81 a 83 . Tras un intercambio de fallos, Rowland puso cuatro arriba a los suyos y Llovet volvió a acercar al Obra con una canasta a falta de uno minuto. Tras una buena defensa, Singler recibió una falta, pero solo aprovechó un tiro libre. Rowland en acción individual anotó el 84 a 87 a falta de 29 segundos. Moncho Fernández pidió tiempo muerto y Singler volvió a tener tiros libres en la jugada resultante, aprovechando esta vez los dos habiendo corrido solo siete segundos el marcador. Ahora era Jota quien paraba el juego para ordenar la jugada de ataque. Cruz recibió falta y solo aprovechó su segundo tiro libre. Moncho pidió rapidamente otro tiempo muerto para ordenar la que podía ser la jugada definitiva, que resultó efectiva al conseguir Singler una canasta debajo del aro, pero que dejó aún 4’8 segundos para Fuenlabrada provocando un nuevo tiempo de Cuspinera. Fuenlabrada consiguió un triple liberado de Bellas pero el base no acertó y el partido fue a la prórroga.

 

 

La prórroga se abrió con un tiro libre de Kravtsov, contestado por un gran tiple de Obst. O’Leary empató de nuevo y Llovet solo aprovechó un tiro libre. Al cometer Kemp su quinta falta entró en cancha Cruz y acto seguido anotó un triple. Spires remató con un mate la asistencia de Llovet. Cruz volvió a anotar y fue contestado por Llovet, en una prórroga que era un toma y daca constante. A los libres de Bellas siguió un triple de Simons, pero luego Cruz tomó las riendas y anotó cinco puntos seguidos para poner cuatro arriba a los suyos a falta de 26 segundos. Dos libres de Spires pusieron el 101 a 103 y ahora le tocaba ir a la línea a Rowland, que solo aprovechó uno. El Obra tuvo dos intentos para conseguir una nueva prórroga por medio de sus dos mejores tiradores, Kostas y Simons, pero ninguno de los dos acertó, confirmándose una derrota impensable con el 50 a 29 que se vio en el luminoso durante el segundo cuarto.