¿Es Felipe carne de NBA? Con defensas como la del Girona la respuesta es un sí rotundo. Ante tal cúmulo de facilidades el pívot colegial sería firme candidato incluso al MVP. Porque el despropósito de los catalanes ha sido tal que pasó de perder únicamente por cinco puntos (40-35) en el minuto 24 a caer por 34 (91-57) al final del encuentro.
¿Las causas? En primer lugar, la falta absoluta de coherencia a la hora de atacar la canasta local. Es cierto que los colegiales cuentan con varios de los mejores defensores de la liga, pero el despropósito que ha sido cada posesión gerundense (28 pérdidas, nuevo récord ACB) ha sido terreno abonado para una fácil victoria de los colegiales.
En segundo lugar, nadie ha sabido parar a Felipe. Ni Struelens, un excelente hombre de ataque que cada vez lo pasa peor a la hora de defender, ni un lento Moraga, ni Darren Phillip han supuesto problema alguno para el pívot estudiantil, que se ha paseado por ambas zonas.
El partido comenzó con una clara declaración de intenciones de los de Pepu. Quien quisiera anotarles una canasta, lo iba a pasar muy mal. Sus cuatro mejores defensores (Jasen, Jiménez, Vidaurreta y Reyes), acompañados por el genial Nacho Azofra, no dejaron anotar más de dos puntos a los visitantes en los primeros ocho minutos. El cuarto finalizaba 17-6, un marcador corto en el que al conjunto local le pesó su desacierto en el lanzamiento exterior.
Con los cambios en el segundo cuarto, Adecco Estudiantes comenzó a relajarse, y los de Poch se acercaron tímidamente liderados por Struelens. Finalmente, los primeros veinte minutos concluirían con la misma diferencia en el marcador que el primer cuarto. (34-23).
Girona salió dispuesto a todo tras el intermedio, y conseguiría acercarse a sólo cinco puntos en el ya citado minuto 24. Después, la debacle. Comenzaba el festival de pérdidas y malos tiros, liderado por Veljko Mrsic y por la mala dirección de Sydney Jonson. La guerra de guerrillas del ataque catalán poco podía inquietar a la ordenada defensa colegial.
Y los puntos iban cayendo. Y Estudiantes empezó a mostrar su mejor cara. Eléctricos contraataques. Modélica circulación de balón. Adecuada selección de tiro. Todos los balones parecían converger en un Felipe Reyes omnipresente y cómodo en su labor de protagonista, sin olvidar el excelente trabajo de Nacho Azofra dirigiendo el ataque estudiantil ante los atónitos ojos de Trifón Poch, que no sabía como poner fin a esta pesadilla.
Finalmente, el conjunto colegial acabaría llevándose el partido por el ya citado 91-57, ante la ovación de los asistentes a Vistalegre, que acabaron rendidos al buen juego exhibido. El único detalle negativo para el conjunto colegial sería la confirmación del mal momento de Corey Brewer, demasiado cegado en su actuación individual, hoy plagada de desaciertos.
El mejor: Felipe Reyes
Totalmente imparable. Aunque hoy no consiguió dobles figuras al quedarse en nueve rebotes, el colegial sigue siendo un hombre de moda en el baloncesto español. A su ya conocida capacidad defensiva y reboteadora, el pívot internacional está añadiendo un repertorio de movimientos de poste que le puede dar grandes alegrías al Estudiantes y al baloncesto español.
La clave
La tranquilidad con la que los colegiales han jugado en todo momento. Ni cuando se han estrechado las diferencias han perdido la calma. Han seguido haciendo su trabajo, apretando un poco más en defensa y circulando con paciencia el balón en ataque hasta conseguir buenas opciones en los casos en los que no se podía lanzar contraataque.
Estadísticas del partido.
Adecco Estudiantes, 91 (17-17-23-34): Brewer (10), Loncar (9), Miso (5), Reyes (34), Jiménez (12), Gabriel (0), Vidaurreta (3), Azofra (5), Jasen (2), Iturbe (11), Martín (0).
Casademont Girona, 57 (6-17-19-15): Trías (6), Struelens (13), Vallmajó (2), Phillip (13), Johnson (3), Mrsic (6), Fernández (0), Moraga(0), Ellis (10), Espinosa (4), Capdevila (0).
11.000 Espectadores en el palacio Vistalegre. Arbitraron José Antonio Martín, Antonio Gallo y José Miguel García. Eliminado por 5 faltas Ellis (Girona).