RESULTADO: TAU Cerámica 81 Leche Río Breogán 70
FICHA TÉCNICA
Tau Cerámica (21+15+18+11+16): Allen (15), Foirest (25), Nocioni (14), Phillips (-), Griffith (14) -cinco inicial-, Gadou (-), Calderón (5) y Scola (8).
Leche Río Breogán (20+12+15+18+5): Javi Rodríguez (12), Sanmartín (3), Biota (10), Davis (18), Garcés (15) -cinco inicial-, Albert (6), Gomis (6), Racca (-) y Ricardo González (-).
Arbitros: Mitjana, Amorós y Peruga. Decretaron una técnica descalificante a Nacho Biota en el minuto 45.
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada número diecisiete de la Liga ACB -última de la primera vuelta-, de Baloncesto, disputado en el Pabellón "Fernando Buesa Arena" ante 8.100 espectadores.
CRÓNICA
Resulta complicado explicar de una manera convincente lo sucedido en la noche del Sábado en el Fernando Buesa Arena. El TAU Cerámica recibía al Leche Río Breogán en un partido a vida a muerte en el que se decidía su futura participación en la Copa del Rey de Valencia. Los locales debían ganar de 10 o más puntos para depender únicamente del Lucentum, derrotado finalmente en Barcelona en la matinal del Domingo. El objetivo se cumplió, ya que los vitorianos ganaron por 11, pero el desenlace final del choque sólo puede catalogarse con una palabra: surrealista.
La primera sorpresa de la noche saltaría en la rueda de calentamiento. Luis Scola, dos semanas antes de lo previsto, se vistió de corto dispuesto a echar una mano a una plantilla diezmada por las lesiones. Su reaparición, sin ser brillante, sí que ayudó, y mucho, a un Baskonia que en ataque sigue acusando la ausencia de un auténtico director de juego.
El partido se movió en cortas ventajas locales durante muchas fases del partido, si bien el Breogán supo aprovechar la movilidad de Davis y la presencia de Garcés bajo los aros para mantenerse dentro del partido y, en ocasiones, para dominarlo. La zona ordenada por Andreu Casadevall también dio buenos resultados a los gallegos, que en el último cuarto llegaron incluso a ponerse por delante.
El TAU, con una alarmante falta de paciencia y un ataque deslabazado y sin orden, se encomendó al acierto de Laurent Foirest y a la intensidad de Nocioni, factores ambos que resultaron insuficientes para decidir el partido antes de los 40 minutos reglamentarios. Tras desperdiciar el TAU la última posesión, el partido terminó con un pírrico empate a 65, cifra que da una idea de lo pobre que resultó el espectáculo para el aficionado. De cualquier manera, el tiempo extra resultaba un mal menor para el equipo de Ivanovic. Al fin y al cabo, podían intentar el milagro de lograr la decena de puntos de ventaja que necesitaban, objetivo que habían sido incapaces de lograr anteriormente.
En la prórroga, llegó el espectáculo. Si a un minuto y medio del final se le hubiera preguntado a cualquiera de los presentes si el TAU iba a ser capaz de lograr la gesta, la carcajada se hubiera oído desde los aparcamientos. Algunos espectadores incluso habían abandonado ya la grada no confiando siquiera en la posibilidad de victoria. El Breogán, aún sin dar lo mejor de sí mismo, tenía el partido donde quería; marcador apretado y toda la presión en el tejado del rival.
Un triple de Calderón, una canasta de Griffith cayendo hacia atrás y las pérdidas de balón del Breogán dieron oxígeno a los vitorianos, 5 arriba a falta de 50. A partir de ahí, el caos absoluto para los gallegos. En el ataque siguiente, con balón para el Breogán, Biota es descalificado tras sus airadas protestas ante la no señalización de una falta (hasta Dusko Ivanovic salió del banquillo para detener al jugador, totalmente fuera de sí). La descalificación, mas otra técnica señalada previamente se tradujeron en 3 tiros libres y posesión para el TAU: 78-70. Davis, enzarzado con Nocioni durante buena parte del partido, cometió una infantil falta sobre el argentino que se convirtió en un nuevo punto desde la personal: 79-70. En la jugada posterior, Javi Rodríguez amaga el tiro, se lanza contra su defensor y falla. Foirest corre el contrataque, pero el propio base del Breogán le detiene cometiendo falta: dos nuevos tiros libres y los 11 de diferencia en el marcador. Fin de la historia. Nadie se lo terminaba de creer en Vitoria.
En la rueda de prensa posterior, Javi Rodríguez se quejó amargamente, y con razón, de la mala actuación del trío arbitral, en su juicio responsable de la derrota gallega. Sobre la pregunta de si se les había ofrecido algún tipo de prima por la victoria, el de Porriño respondió con un contundente ¿maletines? Pregúntale a los árbitros. Yo desde luego no he visto un duro.
LA CLAVE: La inocencia de algunos jugadores del Breogán, descentrados por la desconcertante labor arbitral, permitió al TAU lograr la ventaja que necesitaban, 10 o más puntos, para meterse en la Copa.
EL MEJOR: Rashard Griffith. Aunque empezó con muchos problemas para sujetar a Garcés y Davis, su concurso se convirtió en imprescindible en los minutos finales. A su acostumbrada capacidad defensiva se unió ayer un inusual oportunismo en ataque.