RESULTADO: Pamesa Valencia 75 – C.B. Granada 73

FICHA TÉCNICA

75 – Pamesa Valencia (19+20+16+12+8): Montecchia (-), Liadelis (8), Paraíso (6), Tomasevic (7), Oberto (7) -cinco inicial- Hopkins (16), García (8), Luengo (10), Kammerichs (6), Rodilla (7) y Robles (-).

73 – Granada (23+11+20+13+6): Ordin (15), Romero (5), Mendez (3), Guardia (6), Wright (23) -cinco inicial- Liñán (9), Serrano (-), Mesa (-), Doblas (-), Manzano (4) y Phillips (8).

Arbitros: Amorós, Perea y Prieto. Eliminaron por faltas personales a los visitante Mendez (min.33), Mesa (min.39) y Romero (min.45).

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésima jornada de la Liga ACB disputado en el pabellón Fuente de San Luis de Valencia ante 5500 espectadores. El Granada realizó al equipo local un pasillo para homenajearles por la conquista de la Copa ULEB.

CRÓNICA

Esperaba el pamesa un partido sencillo y propicio para el espectáculo y de grandes diferencias contra un Granada ya descendido. Sin embargo, el choque demostró que en la ACB hay que sudar cada partido porque el colista a punto estuvo de aguar la fiesta al flamante campeón de la copa ULEB. Es posible que se deba a que el equipo ya juega sin presión o a que estuvo hoy muy inspirado en la fonteta, pero tanto el pamesa como los aficionados que vinieron al campo quedaron sorprendidos del acierto y la intensidad con la que jugaron los granadinos.

El partido comenzó con el pasillo que hicieron los de Granada al Pamesa para felicitarles por su triunfo en Europa y, tras el salto inicial un contraataque de Liadelis hacia pensar que las ventajas aparecerían pronto y que quizá el griego, que salió de titular, aprovecharía este encuentro para demostrar la calidad que se le presupone.

Nada más lejos de la realidad. El pamesa no conseguía despegarse en el marcador, Tomasevic perdía un par de balones y Olmos lo sentó porque tenía ciertas molestias y ya no volvería a salir hasta los últimos minutos del partido. Oberto cometía tres faltas en el primer periodo debido a la intensa lucha que mantenía con Wright y tuvieron que salir a cancha Hopkins y Asier a disputar muchos minutos.

Hopkins, como ya nos tiene acostumbrados, se hechó el equipo a la espalda y él solito conseguía anotar los puntos necesarios para mantener al Pamesa con una ligera ventaja sobre su rival sin embargo, se quedaba solo en ataque ya que los tiradores del pamesa estaban negados con 1 de 8 triples al descanso. En el otro aro Wright explotaba sus portentosas facultades físicas para destrozar a Asier.

En el equipo granadino, además de Wright, Nacho Ordín manejaba el partido a sus anchas dando muestra de su gran manejo de balón y acierto en el tiro exterior, consiguiendo penetrar y doblar balones a sus compañeros con una facilidad que desesperaba a un Paco Olmos harto ya de reclamar intensidad defensiva a sus jugadores en cada tiempo muerto.

Con la entrada de Luengo el Pamesa defendió mejor y un par de triples -por fin entraban- ponían un 49-40 para los azulejeros aparentemente definitivo. No fue así, la buena defensa del Granada, que impedía cualquier intento de contraataque del Pamesa, unida al desoreden local en el ataque estático devolvía la igualdad en el marcador 60-60 a tres minutos del final del partido.

En ese momento Paco Olmos decidió dar un golpe de efecto y cambiar 3 hombres de golpe. Luengo, Rodilla y Tomasevic entraron por Hopkins, Montechia y un desafortunado Liadelis. Al griego hay que alabarle su ímpetu y su decisión para entrar sin miedo contra la defensa rival, sin embargo, sus 1,93 cm no bastaban para jugar tan cerca del aro y se ganó una espléndida colección de tapones. Hasta 4 gorros se llevó.

La estrategia de Paco Olmos no surtió el efecto deseado. Los visitantes dominaban el rebote tanto defensivo como ofensivo. A falta de minuto y medio para la conclusión, Wright ponía a los suyos por delante (62-64) por primera vez en el partido. Se desató una fortísima presión del público sobre los árbitros que dió los frutos deseados para los locales.

Rodilla ponía 3 arriba a los suyos pero en la jugada siguiente Tomasevic se confió y a Liñán coger el balón en la línea de tres, fintar la salida de Luengo y anotar un triple que forzaba la prórroga.

En la prórroga todo siguió igualado. Wright y Luengo eran los que anotaban y a dos minutos del final Guardia anotaba un inesperado triple que ponía 71-73 para los visitantes. Tras una falta intencionada muy protestada, los locales se ponían por delante con 74-73. El Granada dispuso de una posesión completa para anotar y llevarse el partido. El triple no encontró premio, el rebote fue para Guardia, le cayó Luengo encima, el árbitro se tragó el pito y balón para pamesa que acabó ganando 75-73.

Al final del encuentro Guardia arremetió contra los árbitros y Liñán derramó lágrimas y lanzó el balón con furia al público, frustrado por las decisiones arbitrales que les quitaron la posibilidad de ganar un partido que tuvieron en la mano.

EL MEJOR: Hopkins. Muchos minutos desde el banquillo le dieron la oportunidad de demostrar que sigue siendo un lujo para la plantilla del Pamesa, más aún cuando se ha adaptado a la perfección a su nuevo rol.

LA CLAVE: La actuación arbitral. Simplemente muy mala.

Por Vicente Carbonell Casany