Mucho se ha hablado, se está hablando y se hablará del juego del FC Barcelona en este inicio de temporada. A los de la ciudad Condal les está costando horrores tirar adelante la mayoría de los partidos, de Liga Endesa o Euroliga, independientemente del resultado final, positivo o negativo. Todo ello acentuado tras una pésima segunda mitad en el Fontes do Sar en la que los de Xavi Pascual se derritieron ante un crecido Río Natura Monbus. El resumen del desconcertante juego blaugrana nos lo daba el mismo entrenador en el descanso entre el tercer y cuarto período: “Yo no entiendo nada; no, no entiendo nada” decía Pascual dirigiéndose a sus jugadores con una mirada resignada.

En Solobasket hemos querido analizar el juego del Barça en estos primeros compases de Liga centrándonos especialmente en esta última derrota en Santiago de Compostela. Sobre todo en la fatídica segunda mitad. Los culers tiene virtudes en su juego, no todo es malo, pero en este artículo nos vamos a centrar en los aspectos más negativos, tanto en ataque como en defensa. Los motivos que están llevando a este renovado FC Barcelona 2013/14 a no imponer su cualidad individual encima de la pista.

Atasco ofensivo

Pocos contraataques y transiciones rápidas, mucho bote, nula movilidad de jugadores sin balón, recepciones muy lejanas o una toma de decisiones muy lenta son algunas de las claves por las que el Barça no está carburando debidamente en ataque. Además, la lenta adaptación de los nuevos fichajes a los esquemas de Pascual está acentuando cada una de estas carencias con situaciones, por ejemplo,  en las que dos compañeros ocupan un mismo lugar en la pista o en otras en las que no saben qué hacer con y sin posesión del balón. Y aunque parezca un tópico, la defensa también influye.

Ausencia de un juego veloz. "No les han dejado correr", se suele decir. Pero el equipo también tiene culpa de ello. Hay jugadores como Papanikolaou que intentan salir rápido, otros como Huertas y Sada que también lo prueban según la ocasión. Con esta plantilla se podrían practicar unas transiciones mucho más rápidas. Puede sorprender, pero muchas veces la ausencia de contraataques de los blaugranas se debe a problemas defensivos (detallados más abajo).

Abuso del Pick&Roll. Los blaugrana están abusando de un recurso que ya es muy frecuente en todos los equipos de élite. El problema no es su uso, sino cómo lo realiza. En muchas ocasiones, especialmente Marcelinho y Navarro, llegan a la media pista ofensiva e inmediatamente recuerran al bloqueo de Tomic o Dorsey, sin haber movido antes la pelota con algún pase. Esto provoca ataques muy estáticos y con toda la defensa pendiente de una única acción. Si encima se quiere culminar el ataque con esta única acción, todo es más fácil para los defensores.

Recepciones muy lejanas. Los exteriores, y entiéndase por exterior todo jugador que pisa el perímetro, reciben muy lejos de la línea de 6,75 por la alta presión de los defensas contrarios y la poca gracia para desmarcarse de los culers, que utilizan poco el recurso del bloqueo indirecto respecto a otros cursos. Esto implica que no supongan una amenaza real con su tiro en el momento en el que reciben la pelota. Además, ralentizan el desarrollo de la  acción ofensiva.

Lenta toma de decisión. Sea porque hay jugadores nuevos, por falta de confianza o por no leer bien los ataques, cuando un jugador recibe el balón tarda demasiado en ejecutar (tirar, pasar, penetrar, etc). Motivo por el que el ataque se ralentiza aún más llegando balones interiores con menos de 10 segundos de posesión y agotando un par o tres de ellos más sin ni siquiera amenazar la canasta. Sorprendente en este inicio de temporada lo que tarda Tomic en llevar a cabo una acción cuando recibe de espaldas en el poste.

Poca movilidad. Si a los puntos anteriores le sumamos que los que no tienen el balón se mueven muy poco, los males se acrecientan. Sada, probablemente el que menos mire la canasta en posesión del esférico, es uno de los que más juego sin balón ofrece, con constantes cortes. El problema es que su trabajo no tiene continuidad en la mayoría de sus compañeros, más habituados a esperar el pase en 6,75 sin desmarque previo. Moverse no sólo es una acción para intentar conseguir una mejor posición sino que limpia espacios y consigue centrar la atención del propio defensor.

Sin inversiones. En baloncesto es muy importante mover el balón con sentido. Generalmente un buen ataque precisa de, mínimo, una inversión, pasando la pelota de un lado a otro con la intención de obligar a mover la defensa y encontrar superioridades en el lado más descuidado por el equipo rival. Relacionado con los conceptos anteriores, si uno centra toda la atención en una acción pero luego es capaz de trasladar rápidamente la pelota a otra zona, seguramente conseguirá un buen tiro. El Barça lo sabe hacer, lo ha hecho consiguiendo tiros cómodos, pero en muchos minutos se olvida de ello.

Exceso de tiradores. No es malo ni mucho menos tener jugadores con facilidad para anotar triples. Pero sí lo es que esto se convierta en el único recurso ofensivo. A veces está circunstancia se ha criticado sin fundamento, ya que muchos lanzamientos exteriores del Barça están bien tirados, con jugadores solos después de mover el balón. En cambio, también es cierto que tanto talento tirador fuera requiere cierto "egoísmo" de cada individuo. Los tiradores necesitan tirar, valga la redundancia. La solución pasa por ampliar el abanico de opciones que puede ofrecer cada uno y no limitarse a tirar de 3. Abrines, Nachbar o Papanikolau deberían explorar más, buscar penetraciones y tiros de media distancia.

Extrañas rotaciones. A tantos problemas, otro más. Hasta la fecha son muy desconcertantes las rotaciones que hace Pascual. Por ejemplo, Junyent se comió a los pívots blaugrana y sin embargo Todorovic no pisó la pista. En otros partidos, un buen inicio de Lampe, siendo el mejor del equipo, le ha comportado una estancia en el banquillo de casi 10 minutos seguidos para poder dar entrada a los otros interiores. Y mientras unos entran y salen sin acabar de participar en el partido, otros como Papanikolaou no disfrutan de un excesivo descanso en busca de su rápido acoplamiento u otros como Navarro juegan muchos minutos sin estar aún al 100%.

Despistes defensivos

Una de las señas de identidad del FC Barcelona desde que el entrenador de Gavà ocupa su banquillo es la defensa. Actualmente el conjunto barcelonés recibe unos 7 puntos más de media (75,43) que la temporada anterior (68) y hasta 11 más respecto a hace dos (64,57), siempre en términos de Liga Endesa y tras la séptima jornada disputada. La solidez defensiva está en entredicho. Desde la presión al jugador con pelota, a la defensa de las líneas de pasada, a las ayudas o en el rebote. No debe sorprender que el Barça baje el nivel defensivo ya que la nueva plantilla está formada con más jugadores con talento ofensivo que no entrega defensiva (sin olvidar la presencia de Sada, Oleson -lesionado-, Papanikolaou, Todorovic o Dorsey). Pero todo se puede entrenar, especialmente los conceptos más tácticos, y la entrega y agresividad es algo exigible por igual a todo el mundo.

Sin agresividad. En todos los aspectos. Es difícil ver a un jugador rival al que le cueste horrores superar a su par blaugrana. La defensa del 1×1 es muy frágil, como inexistente es esta en las líneas de pasada para dificultar la recepción de los contrarios. Se mueven con comodidad, sin oposición, reciben solos y ejecutan con cierta tranquilidad. Sin defensa en el 1×1, en las líneas de pase o en los cortes se hace complicado volver a ser el mejor entramado de Europa.

Sin definición en los bloqueos. Acción muy habitual en lo que los entrenadores suelen dar órdenes de cómo pasarlos, sean genéricas o individualizadas según la especialidad del jugador oponente. Pero en el Barcelona parece que no hay definición de cómo se deben pasar los bloqueos directos e indirectos. Hay quien cambia, hay otros que hacen ayudas largas o hay quien pasa por detrás del bloqueador. Y todo ello produce errores y ausencia de marcajes en continuaciones.

Sistema de ayudas inoperante. Partiendo de la base que la defensa ya está mal ubicada a causa de la poca agresividad y la indefinición en los bloqueos, es muy complicado trazar un sistema de ayudas eficiente. En ocasiones las primeras ayudas llegan tarde y las segundas ni aparecen. Se nota en estos aspectos los jugadores que ya llevan tiempo y los que deberían empezar a acoplarse ya a los sistemas defensivos.

Reacciones lentas y falta de concentración. Si a todo ello le añadidos poca concentración y reacciones muy lentas, todo empeora por momentos. Hay veces en que uno debe reaccionar rápido, ir allí porque es donde está el peligro y no pensar demasiado. El Barça tampoco posee esta característica ahora. También se ve esta falta de concentración en el rebote defensivo, permitiendo capturas cruciales a los equipos contrarios por no simplemente no ir a buscarlo o no bloquear a su hombre. Cuestión de mentalidad.