En una mañana primaveral en Granada, la temperatura subía y los tambores de guerra sonaban para recibir la visita del Cai Zaragoza, los maños, esperanzados de salir de la zona baja, los andaluces ansiosos por romper su mala racha y no meterse en la lucha por eludir el descenso tras una gran primera vuelta.

Pareció al comienzo del choque que el conjunto de Trifón Poch iba a dejar atrás las malas sensaciones de partidos anteriores y con un parcial 11-2 de salida obligo al entrenador visitante a pedir su primer tiempo muerto. No sirvió de mucho, pese a las 2 faltas de Nico Gianella que le mandaron al banco apresuradamente, mientras Curtis Borchardt y Jimmie Hunter los que mantenían la renta de forma casi constante hasta el final del primer cuarto que se cerraría con un 20-13.

En el segundo cuarto la cosa cambió considerablemente. El conjunto entrenado por Alberto Angulo planteó una defensa 2-3 tratando de parar a los aleros granadinos. Este hecho junto con la 3º falta personal de Gianella, que se acompañó además de una técnica a Cherry, apretó el marcador hasta el empate a 26.
Poch tuvo que tirar de su tercer base, Jorge Fernández que realizó un meritorio papel en una situación más que complicada con una buena dirección. Pese a ello, el Cai consiguió tomar ventaja por primera vez en el partido con el 29-32, obligando a pedir tiempo muerto al conjunto local tras el cual se produciría un parcial de
8-2 antes del descanso para dejar el luminoso en 36-34.

A la vuelta del vestuario un enrabietado Gianella anotó 8 puntos consecutivos para estirar la ventaja de su equipo hasta los 10 (44-34). Pero los zaragozanos no le perdieron la cara al partido en ningún momento y gracias en parte a la 4º falta del base argentino y a la gran labor de Woods bajo los aros y de Roberto Guerra tanto en defensa como en ataque, consiguieron empatar el partido a 48 para concluir el 3º cuarto.

Los últimos diez minutos se vieron marcados por la igualdad. Granada tratando de dar tirones en el marcador ante la amenaza de un nuevo final apretado llevo el partido al 59-55 que obligó al Cai a pedir un tiempo muerto a falta de 6 min. Poco a poco la zona 2-3 fue haciendo mella en el ataque nazarí liderado por un Jimmie Hunter algo abusón en el tiro(4/10 de 2, 3/10 de 3). Así, comenzaría un nuevo partido a falta de 2.32 cuando
Taurean Green anotó dos triples consecutivos, uno desde cada esquina para empatar el marcador a 61.

La igualdad mandaba en el marcador y la ansiedad se acrecentaba con numerosas perdidas por parte de unos y otros (16 y 17 perdidas al final del partido respectivamente). De esta manera, encaraban ambos equipos un último minuto de infarto al que se había entrado tras un triple de Darren Phillip a falta de 1.10 para el final que situaba el electrónico en 64-65.

Desde ahí tan sólo se anotaría desde la línea de tiros libres. Por parte de Granada sería J. Gutierréz quien daría ventaja anotando sus dos tiros, mientras que en el Cai un inspirado Roberto Guerra se encargaría de ir a la línea de personal tras una falta algo precipitada cometida por el conjunto de Poch. El alero canario que estaba por debajo del 50% de acierto a lo largo de la temporada, supo sobreponerse y anotar los dos tiros libres ( 7 de 8 en el día de hoy) que situarían el marcador en el 66-67 definitivo

CB Granada, muy metido en zona peligrosa

Antes del bocinazo final aún hubo tiempo para más. Un primer mal ataque del conjunto andaluz acabó con el balón en manos de Woods al rebote y con posesión para los aragoneses, que tampoco supieron jugar sus cartas y perdieron el balón a través de Paolo Quinteros a falta de tan sólo 8.8 segundos, un Quinteros irreconocible que acabó con -1 de valoración en un partido marcado por sus problemas físicos y una gran defensa de Hunter. Precisamente el americano fue quién tuvo la última posesión para darle la victoria a su equipo pero falló el triple definitivo.

Así las cosas, con esta victoria los hombres de Angulo se toman un respiro y confirman las sensaciones positivas tras la llegada del nuevo entrenador y sobretodo de Woods, confiando en lograr la salvación en los partidos que le esperan próximamente como local. Por su parte el equipo granadino se mete de lleno en la lucha para tratar de eludir la liga LEB el año que viene, teniendo que afrontar además un difícil calendario en las 7 jornadas que restan para el final de la liga.