El Caja Laboral Baskonia vuelve a casa. Ocho meses después, toda una primera vuelta de la Liga Endesa en el exilio. 5 de febrero, 12:30, Gran Canaria. Esa es la información del estreno oficial del nuevo coliseo baskonista.

Ayer se dio el primer paso para el estreno de este inmenso coliseo, un pabellón que ha buscado la verticalidad para someterse a una operación de estética que lo eleva a mayores estándares y lo amplia hasta los 15.500 asientos. El equipo azulgrana realizó su primer entrenamiento, cuando aún se ultiman detalles para dar una buena imagen a los seguidores vitorianos que llenarán el domingo el pabellón, todavía en 9500 espectadores hasta fin de temporada, ya que aún habrá que convivir con las obras, ya que por ejemplo, queda por terminar la zona servicios del nivel cuatro.

El nuevo pabellón ha cambiado su fisonomía de forma radical, sobre todo por la pérdida de su característica cúpula, que fue traslada en una operación muy delicada a escasos metros del pabellón. El pabellón tiene un nuevo techo, sujeto por doce torres cubiertas por acero corten que son el nuevo santo y seña del nuevo recinto de Zurbano, tomando forma en el exterior de corona.

Además los accesos al pabellón son ahora totalmente cubiertos, algo que antes no era así y causaban problemas en los días en los que la meteorología se complicaba en una ciudad también conocida como Siberia-Gasteiz.

Uno de los aspectos más novedosos del pabellón es el nuevo videomarcador que cuelga de lo más alto del pabellón. Un marcador de última generación de ocho caras que llama la atención por su resolución y tamaño de 3 metros de alto y 8 de largo. Los 34 palcos privados con todas las comodidades al final del nivel dos son otra de las principales novedades del nuevo templo baskonista, con el que Vitoria y el Baskonia pretende aspirar a organizar los más importantes acontecimientos.