Los aficionados de Tau no gritan tanto como el día anterior mientras llegan a sus asientos: ¿reservan fuerzas o tienen claro que van a ganar? Durante la tarde irán calentando el ambiente, hasta el punto de que les tendrán que echar del pabellón y del recinto. La policía les rodea, el principio constitucional de "inocente hasta que se demuestre lo contrario" no rige aquí. Incluso llevan una banda de música, que en algunos medios denominan "charanga". Curiosamente, las bandas de música son un orgullo de los valencianos, con el contraste que eso supuso en el partido de cuartos, con la banda en el lado vitoriano.

Lección cinco: "Calderón te quiero"

Otro grito de guerra vitoriano. Calderón jugó realmente poco ayer en el partido contra Estudiantes. Pero hoy, cada vez que va a la línea de tiros libres, se escucha este cántico en la esquina vasca. Por supuesto, en la tribuna de prensa nos enzarzamos en la discusión habitual: ¿quiénes irán a la selección como bases? ¿Calderón y Carles Marco, junto a Raúl López? No tiene ningún sentido, en el Europeo último de Suecia, por vez primera España no presentó a tres bases sino a dos, puesto que Navarro e incluso Grimau pueden realizar esa función. Mis compañeros descartan a Calderón, pero yo me niego. Creo que pueden ir los cinco, pero entonces quedaría fuera Rudy Fernández. Prefiero a Rudy antes que a Grimau, es una debilidad y opinión personal. Pero lo que es seguro es que seis jugadores bajitos son demasiados, alguno de ellos va a quedar fuera.

Al fondo veo a un nuevo monstruito, una mascota de colores que me recuerda al repelente Curro de la Expo’92. Quizá sí que lo sea, una mascota reciclada con los trozos de aquél. Por cierto que está tapando a los espectadores de las primera fila, que deben de estar acordándose de la familia del "pringao" que va dentro. Se equivocan, claro, qué culpa tiene el chaval que quiere ganarse unas pelas: la culpa es de quien haya decidido poner semejante engendro exactamente ahí. Con lo bien que estaría en plena Avenida de los Descubrimientos, en la Cartuja, en el antiguo recinto de la Expo, entre escombros.

Nos falta Málaga, qué lástima. A ver si el año próximo se confirma la Copa allí

Si es por afición, la del Tau barre a todas (falta la malagueña). Dos muestras más. Media hora después de terminado el encuentro, nadie se ha movido de su sitio. La banda comienza los sones de una vieja canción de los ’50, "Speedy Gonzales". Cuando los vitorianos la oyen, se agachan todos, y al inicio del compás fuerte, saltan todos. Milagro de coordinación, años de experiencia. La segunda muestra: cuando el autobús del Tau sale, una hora y media después del partido, allí están los mil vitorianos esperándoles. Es sábado por la noche en Sevilla, ¿qué más se puede pedir?

Para comprobar todas estas sensaciones, recomiendo a vuesas mercedes que no lo vean en televisión, que se acerquen alguna vez al Fernando Buesa Arena en Vitoria, en rigurosa presencia directa. O que vayan a la próxima Copa del Rey: en el momento de escribir estas líneas me cuentan que ha sido solicitada por Málaga. Ojalá.