En la próxima edición de la liga ACB vamos a encontrar muchos nombre conocidos de la pasada liga LEB. Algunos de ellos se estrenan en la máxima categoría y otros vuelven a una liga que ya conocen. Hablemos de los regresos y de los estrenos más sonados procedentes de la LEB. En esta primera parte nos dedicaremos, concretamente, a aquellos jugadores que, tras pasar por “el infierno” de la LEB, vuelven a reecontrarse con la ACB.
Uno de los jugadores que merecen una especial mención entre aquellos con experiencia ACB que regresan a la máxima competición del baloncesto español procedentes de la LEB es Rafa Martínez. El completo base-escolta, de 1.92 de estatura y 25 años, era ya un pilar importante de aquel Ricoh Manresa que descendió de categoría hace un par de temporadas; sin embargo, la marcha de dos clásicos hombres franquicia del club como Albert Oliver y Ferrán Laviña le obligaron a dar un paso adelante la pasada campaña en la LEB. Así, el catalán se convirtió en el auténtico líder de la plantilla que hizo devolver la ilusión a los aficionados manresanos, obrando la gesta de conseguir el ascenso a la ACB. Nadie duda de que esta temporada, y ya en la ACB, Rafa volverá a ser uno de los referentes del equipo, no solo dentro de la cancha, sino también en el vestuario. Va para clásico ACB.
En la plantilla del recién ascendido Ricoh Manresa encontramos de vuelta a otros viejos conocidos de la liga ACB. Entre ellos, destaca el veteranísimo Juan Alberto Espil. Tras una breve estancia en Bilbao, el escolta italo-argentino, que cumplirá los 40 en enero del próximo año, recaló a mediados de la temporada pasada en Manresa, conviertiéndose en pieza importanta para lograr el ansiado ascenso. Este año repite, por lo que tendremos la oportunidad de volver a disfrutar de la mágica muñeca de uno de los mejores tiradores que han pasado por nuestro baloncesto.
Diego Sánchez (alero, 32 años) y Guillem Rubio (pívot, 25 años) fueron miembros de la plantilla del Ricoh que descendió a la ACB hace dos campañas y han sido protagonista del meteórico regreso del club a la liga. Su papel, presumiblemente, será bastante secundario, pero se espera mucho de la progresión de Guillem Rubio, cuya labor como hombre de rotación interior será fundamental.
En la plantilla del equipo manresano también ha encontrado un hueco otro viejo conocido de la competición, Jordi Grimau (escolta-alero, 29 años). Tras pasar de puntillas por Vitoria-Gasteiz (cumplió, fundamentalmente, la “oscura” labor de completar los cupos nacionales en el Tau Cerámica Baskonia), ha realizado una buena campaña en la LEB con el Alerta Cantabria (9 puntos de media), lo que le ha valido una nueva oportunidad para asentarse definitivamente en la liga ACB. El catalán espera reivindicarse como jugador ACB.
Entre los jugadores encuadrados en la plantilla del Ricoh Manresa que regresan a la competición en la temporada que está a punto de inaugurarse merece también capítulo aparte el caso de Javi Rodríguez. El base gallego de 28 años, lastrado por las lesiones, ha pasado una auténtica travesía por el desierto hasta reencontrarse de nuevo a si mismo en Manresa. Fue uno de los líderes del conjunto manresano la pasada campaña y este año repetirá, presumiblemente, como base titular. Llegó a ser uno de los mejores bases nacionales de la competición … todos esperamos que esta campaña vuelva por sus fueros.
En el otro equipo recién ascendido, el Grupo Begar León, también encontramos un buen número de jugadores que, a pesar de haber disputado la pasada liga LEB, ya conocen lo que es jugar en la ACB:
Juanjo Bernabé (base, 31 años), tras ser miembro de la plantilla del añorado Cáceres CB a lo largo de la segunda mitad de la década de los 90, ha permanecido 8 largas temporadas en la LEB, defendiendo los colores de Club Ourense y Baloncesto León. Vuelve esta temporada a la ACB para conformar una experimentada dupla en el puesto de base con Carles Marco.
En León encontramos otro veterano que ha permanecido varias temporadas en la LEB, hasta que, por fin, esta temporada volverá a disputar la máxima categoría del basket español, nos referimos a Dani García (pívot, 31 años). Este poste, dotado de una muy buena muñeca, hizo su aparición en la ACB de la mano del Joventut a mediados de los 90. Tras un estreno prometedor, su estrella fue apagándose poco a poco, perdiendo protagonismo. En León encontró un buen lugar para afianzar su carrera como jugador de rotación válido y útil. Este año intentará ofrecer buenos minutos de refresco al potente trío interior (Hughes, Thompson y Barnes). No parece que vaya a disponer de mucho tiempo en la pista.
Otro que vuelve es Urko Otegi (ala-pivot, 26 años). El bravo jugador pasaitarra, que debutó en la ACB con el Forum de Valladolid a principios de esta década, es todo un clásico de la LEB, donde ha sido muy querido por los aficionados de todos los equipos por los que ha pasado (Menorca, Cantabria y León), como odiado por el resto. Su pundonor, dureza e intensidad no dejan indiferente a nadie. Tendrá difícil hacerse con minutos en cancha, pero lo dará todo en los pocos minutos con los que disponga.
Como se puede observar, la mayor parte de los jugadores que regresan a la ACB tras disputar la pasada liga LEB se integran en las plantillas de los recién ascendidos, pero analizando el resto de plantillas, encontramos más casos:
En Vitoria-Gasteiz encontramos uno de los regresos más sorprendentes, el de Lucho Fernández (alero, 32 años). El alero gallego debutó en la ACB hace varias temporadas con el Bilbao Basket, pero el hábitat natural durante su carrera ha sido la LEB (el año pasado fue miembro de la plantilla del ascendido Baloncesto León), donde es un jugador respetado y apreciado por sus buenas prestaciones (buen físico, decente lanzamiento, ayuda al rebote y mucha energía). Esta temporada, y ante la imposibilidad de hacerse con un jugador nacional de garantías (el problema del conjunto gasteiztarra con los cupos parece ya un mal endémico), Tau Cerámica Baskonia ha decidido hacerse con los servicios de este gran profesional. Hará grupo y ofrecerá intensidad en los entrenamientos, pero no dispondrá de excesivos minutos de juego.
Para finalizar, señalar que a Granada ha ido para otro jugador con experiencia ACB que había sido desterrado a la LEB, Rafa Vidaurreta. Este pívot de 30 años llegó a Estudiantes procedente de la Universidad de Wake Forest en el año 2000. Durante un lustro fue un hombre de refresco en el juego interior estudiantil, ofreciendo intensidad y trabajó en los minutos que estaba en cancha. Sin embargo, en 2006 dejó la ACB para ofrecer sus servicios al Cai Zaragoza en la LEB. CB Granada, necesitado de kilos y músculo en la zona, se ha hecho con sus servicios, recuperando para la ACB a un jugador con amplia experiencia en la liga.
Como se puede comprobar, no son pocos los jugadores que regresan a la ACB procedentes de la LEB. Muchos de ellos ocuparán papeles secundarios en sus clubes, pero su larga experiencia será muy provechosa para sacar partido a los minutos que estén en cancha. Desde luego, su profesionalidad está fuera de toda duda.
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