El primero de todos fue Andrés Nocioni, que el verano pasado dio un paso adelante en su carrera baloncestísitca y firmó un contrato por tres años con los Bulls de Chicago. El jugador argentino dejó tres millones de euros en las arcas del club vitoriano pagados en su mayoría con el dinero que está cobrando en los Spurs (el contrato era de cerca de nueve millones de dólares repartidos entre los tres años).

Ahora, después de estar a un paso de llegar a lo más alto, otros tres pilares fundamentales del equipo baskonista están tentados por la mejor liga del mundo. Según la revista Gigantes, Luis Scola, cuyos derechos pertenecen a los Spurs desde que fue drafteado en 2002, ha comunicado a los dirigentes baskonistas su intención de jugar en el conjunto tejano la próxima temporada. El jugador acompañaría de esta manera a su compatriota Manu Ginobili, que fue el pionero entre los argentinos en triunfar en Norteamérica.

A la posible marcha de Scola se unen la de Arvydas Macijauskas, cuyo sueño es jugar en la NBA y que probablemente no acuda al Europeo de Belgrado para tantear su suerte en campus americanos (de momento varios equipos se han mostrado interesados en su contratación), así la de José Manuel Calderón, que aunque ya rechazó un contrato bianual de los Milwaukee Bucks la temporada pasada temporada, pero cuyo agente ha realizado unas declaraciones recogidas en la página www.draftexpress.com en las que asegura que “es posible” que el extremeño jueguen en la NBA el año que viene.

La cláusula de escape a la NBA de Calderón le costaría dos millones de euros, una cantidad que se incrementa notablemente para equipos FIBA, como el Real Madrid, que en las últimas semanas se ha mostrado muy interesado en la contratación del base titular de la Selección Nacional. La cláusula de Scola no ha sido confirmada oficialmente, pero según las informaciones de diversos medios oscilaría entre dos y tres millones de euros.

De esta manera Josean Querejeta se enfrenta a una de las labores más complicadas de los últimos años. Tras atar a Pedro Martínez (a falta de romper su contrato con el Gran Canaria) Josean tratará de evitar la marcha de sus cracks, pero si esto no fuera posible, la plantilla tendría que sufrir una profunda reconstrucción incorporando a jugadores de un nivel lo suficientemente alto como para mantener el prestigio del Baskonia en ACB y Euroliga. Una tarea, que a la vista del mercado actual, no se antoja nada fácil.