Hace unas semanas señalábamos que el Estudiantes estaba en condiciones de salir del pozo si era capaz de hacer lo que sabía, que no era otra cosa tan sencilla como jugar bien al baloncesto. Plantilla tenía y tiene para ello, solo quedaba funcionar como equipo, hacer las cosas de manera correcta durante todo el encuentro y no exclusivamente un ratito, como venía siendo habitual. Hoy el Estudiantes ha dado la cara y se ha llevado una victoria de vital importancia. Es lo que ocurre cuando realizas el mejor partido del año. Quizá sea desde la excelencia la única manera que tienen los colegiales de derrotar al Tau. Poco peros se pueden poner a lo realizado hoy por los locales. El partido vivió el resurgir de Caio Torres como jugador de baloncesto, tantos años a la sombra uno dudaba si era pívot o animador. Perasovic le dio una oportunidad, quizá la última, y el brasileño se atrevió con todo, utilizó lo mejor que tiene, los kilos, como arma para sacar faltas y más faltas, lo que le llevó a lanzar 12 tiros libres. Sus 13 puntos y 5 rebotes dieron fuerza a un juego interior que rindió a un excelente nivel. Junto a él, Pietrus, Lewis y compañía aportaron su talento, fuerza y entrega para permitir que el Estudiantes jugase como conjunto, que ya se echaba de menos.
Sin embargo, si no hablamos del Tau, la historia de esta tarde de febrero queda incompleta. Los vitorianos empezaron con un Rakocevic estelar. El serbio agarró una de esas espectaculares rachas que tanto le caracterizan y, a falta de 6:06 para el descanso, se sentó en el banquillo con 18 puntos en su cuenta. Luego no hubo más noticias de él, algo que también ocurre a veces. Así, cuando los suyos más le necesitaban, erró, se empecinó y acabó frustrado y lesionado, al igual que Prigioni (indispuesto). Los problemas de enfermería y de faltas mermaron muchísimo al Tau, que afrontó los últimos segundos, decisivos, con Lucho Fernández, jugador que no cuenta para Spahija.
Previamente, el Estu, con paciencia y muchísima cabeza supo mantener las exiguas ventajas de que gozaba. Un finísimo Sergio Sánchez dirigió con maestría, sentenciado el partido desde la línea del tiro libre. Que Jasen haya vuelto a ser uno de las estandartes del equipo no es noticia, pero sí lo es el buen hacer y la templanza del base andaluz en el choque de hoy. Se le ve sereno y confiado, cerca de su mejor nivel y él debe ser titular, por encima de Rusell, quien no obstante demostró ser un base apañado con buena capacidad para asistir. Su conexión con Pietrus, mates espectaculares incluidos, de lo mejor de la jornada.
Quizá en otras circunstacias el Tau se habría llevado el encuentro, pero este Estudiantes parece que por fin levanta la cabeza y rinde al nivel que marcan los nombres de su plantilla. Veremos si lo de hoy ha sido un oasis en el desierto de victorias en el que se ha convertido esta temporada para los madrileños, o bien es el inicio definitivo de una larga travesía que debe situarles un año más en la ACB.