20 MINUTOS DE BUEN BASKET

El partido disputado hoy en La Casilla no tuvo un mal comienzo. Los primeros minutos fueron arrolladores por parte del iurbentia Bilbao Basket (11-0 inicial), pero las cosas se fueron igualando gracias a los puntos de Thomas y Hunter (7 puntos anotados por cada uno en los primeros 10 minutos de encuentro), llegándose al final del primer cuarto con un 22-23 en el luminoso (marcador que, por cierto, falló en unas cuantas ocasiones, lo que produjo una serie de parones a lo largo del encuentro).

El equipo local logró en el segundo cuarto despegarse del Polaris World Murcia (48-36 al descanso). Fueron minutos de lucimiento para Javi Salgado (10 puntos y 4 asistencias en este segundo periodo), que había tomado la batuta en la dirección, dando descanso a un Huertas que había ofrecido una de sus habituales arranques de partido plenos de energía y acierto (8 puntos y 2 asistencias). El base bilbaíno demostró, una vez más, que es un tirador muy fiable desde la línea de 6.25 y que tiene una especial habilidad para anotar canastas inverosímiles en situaciones límite. Acabó el partido con 17 puntos, máximo anotador del partido.

Puntos, brillantes actuaciones individuales… el público de La Casilla se divertía. No sabían lo que se les venía encima.

20 MINUTOS PARA OLVIDAR

Los últimos dos cuartos del partido disputado hoy en La Casilla han sido un puro despropósito. 23-24 ha sido el marcador parcial en esos últimos 20 minutos llenos de imprecisiones, fallos en el tiro… en definitiva, malos de solemnidad. A los de Txus Vidorreta se les acabó el acierto en ataque (0 de 12 en triples en este tiempo), pero los jugadores del Polaris World Murcia no parecían muy por la labor de intentar la remontanda; el hasta entonces acertado Hunter dejó de ser la referencia en ataque, Lou Roe parecía hacer la guerra por su cuenta y Triguero perdía la concentración por momentos.

Con este panorama, lo mejor que podía pasar es que el partido finalizara. Al final, 81-70 para los locales, que, a pesar de las bajas de Recker y Rancik, siguen invictos en su cancha.

BANIC Y WEIS, AMOS DE LA ZONA

Ante la baja conocida de Rancik y el poco tiempo que pudo estar en pista Pasalic, se cargó muy rápido de faltas personales y tan solo disputó 8 minutos, Marko Banic y Fred Weis tuvieron que multiplicarse para hacer frente a las torres murcianas. Y salieron airosos de la situación. Recogieron entre ambos 25 rebotes (uno menos del total de rechaces capturados por los jugadores del Polaris World Murcia) y mantuvieron a raya a los Roe, Triguero y compañía.

Marko Banic demostró, una vez más, que se mueve como pez en el agua en la zona. Buscó las mejores posiciones para anotar (12 puntos) y recogió todo balón que tuvo a su alcance (12 rebotes). Es un valor en alza que, pasito a pasito, está ganando un puesto entre los mejores.

Sobre Fred Weis, poco más se puede decir. Su labor es imprescindible para que el equipo funcione. Defensa, rebote, intimidación y algún punto (ya están otros para esos menesteres), esa es su labor, trabajo que realiza a las mil maravillas. 6 puntos, 13 rebotes y 22 de valoración ACB (la mayor valoración individual entre los jugadores que han disputado el partido) han sido sus números hoy.

En relación a los jugadores interiores del equipo local, señalar que la lesión de Rancik obligó a Txus Vidorreta a convocar a Tomas Hampl, pivot checo de 19 años que juega, cedido, en el Santurtzi de la liga EBA, para completar la lista de convocados. No se esperaba que jugase, pero la clara diferencia en el marcador le permitió debutar en la ACB. Todavía le queda mucho camino por recorrer, pero ya ha dado el primer pequeño paso.

GAVEL Y OPACAK: UN MAL DÍA LO TIENE CUALQUIERA

Dentro del pobre nivel mostrado por el equipo murciano hoy en La Casilla, cabe destacar las especialmente desdichadas actuaciones de dos de sus jugadores, Anton Gavel e Ivan Opacak. Ambos jugadores no están pasando por su mejor momento de juego, pero lo de hoy, por distintas razones, ha sido como para borrarlo de la memoria:

Ivan Opacak ha entrado en cancha en el segundo cuarto del partido. En esos momento el público local mostraba su disgusto con el trío arbitral, considerando que los colegiados estaban siendo, a la hora de pitar falta, mucho más rigurosos con los jugadores bilbaínos que con los visitantes. Sea por el motivo que fuera, ha sido Opacak el que ha pagado los platos rotos.  En tan solo 5 minutos, los colegiados le han señalado tres faltas personales y ha tenido que volver al banquillo, siendo esas faltas señaladas, más un balón pérdido, su única aportación estadística en el partido (-4 de valoración ACB). No ha vuelto a pisar la pista.

Antón Gavel también ha tenido una actuación para olvidar. En un último cuarto nefasto, ha puesto su granito de arena al desastre general con un tiro triple lateral que no ha tocado aro, ni siquiera lo ha rozado, y con una posterior bandeja contra tabla que, al escurrírsele el balón, ha salido muy desviada y tampoco ha tocado aro. Dos jugadas desafortunadas que no hubieran desentonado en uno de esos celebres videomontajes de bloopers de la NBA.