A sus 23 años, el siempre caprichoso destino ha querido que Carlos Cherry Gonzáleztenga una segunda oportunidad. Y es que tras decir adiós por la puerta de atrás del cuadro del Polígono de San Pablo, las lesiones de Sergio Sánchez y Antonio Bustamante han obligado a la entidad cajista a repescar a uno de los mejores jugadores formados en su no demasiada fructífera cantera; un deportista que venía para estrella pero que las circunstancias impidieron que fuera profeta en su tierra.
Repasemos la trayectoria del flamante fichaje del Caja San Fernando.
Todavía en edad júnior, el base sevillano debutó en la ACB. Salvador Maldonado, un entrenador que arribó a la capital hispalense con la complicada misión de hacer olvidar a Aza Petrovic, le dio la alternativa en la temporada 97/98, un ejercicio marcado por los malos resultados de un conjunto que cerca estuvo de disputar los play off de descenso. Dos partidos fueron el bagaje del debutante en la mejor liga
de Europa, dos partidos en los que demostró sus enormes posibilidades.
Meses después, con la llegada de Javier Imbroda al banquillo, la proyección de Carlos Cherry se cortó de raíz. Aunque hiciera la pretemporada a las órdenes del melillense, se pasó todo el año en el filial, algo que afectó a su moral y rendimiento. El actual entrenador del Madrid, en una decisión no exenta de polémica, prefirió tener como tercer director de juego a Antonio Díaz en detrimento de un jugador que supo desde ese instante que su futuro deportivo no estaba a orillas del
Guadalquivir.
Todavía vinculado a la entidad hispalense, se marchó cedido a Los Barrios y Sondeos del Norte, equipos en los que no rindió al nivel esperado. Lógicamente, eso parecía cerrarle definitivamente las puertas del Caja. Con la carta de libertad en el bolsillo, Maldonado (su alma mater en el basket de elite) se lo llevó a Ourense para comandar un proyecto que tenía como meta devolver a los gallegos a la ACB, algo que ni en la pasada ni en la presente campaña ha podido ser una realidad. Sin embargo,
el buen juego de Cherry no ha pasado desapercibido para los técnicos de un club que le han dado una segunda oportunidad, una oportunidad que le permita demostrar que tiene la suficiente calidad para defender los colores de un equipo que sueña con alcanzar los play off por el título tras varios años de vacaciones anticipadas.
Por Jose Antonio Jiménez Benítez