El jugador congoleño del DKV Joventut, Christian Eyenga, le dedicó el primer mate en el concurso de la Supercopa ACB, ¿qué se siente cuando dicen de uno que es un referente para todos los africanos y un ejemplo dentro y fuera de la cancha?
Es un honor. No tenía por qué hacerlo y es un halago, un orgullo haber sido uno de los jugadores africanos que más tiempo lleva en la ACB. Lo importante es que ya hay relevo y están viniendo otros jóvenes, como Sergei Ibaka, y también otros como Boniface N`Dong que está arrasando. Es bonito ver que los nuevos se fijan en los que más tiempo llevamos.

Hay síntomas claros de que la cantera africana funciona, ¿verdad?
Sí hay buena cantera, con muchos jóvenes con potencial. Lo que hace falta es la formación y las infraestructuras. Ayuda mucho el poder venir a España donde disponen de esto para poder formarse cada vez más temprano. Desgraciadamente, yo empecé tarde con el baloncesto, como otros, pero confío en que las próximas generaciones puedan iniciarse antes para así codearse pronto con los mejores jugadores, que para mí se encuentran en la liga española. Esto contribuirá a subir el nivel de las selecciones africanas y del baloncesto en nuestro continente.

-¿Qué futuro ves al baloncesto africano?
Tenemos un futuro grandísimo y glorioso porque hay una mina, una inmensa cantera. Los chicos africanos tienen una actitud increíble para el deporte, pero no tenemos los medios para la formación. Espero poder lograr la colaboración de federaciones, como la española, por todo lo que han logrado a nivel de cantera y de selección, para ayudarnos a seguir el mismo camino.

-¿Qué selección africana podría llegar a ser importante de aquí a dos o tres años?
Por potencial, tanto Senegal como Nigeria tienen mucho. A diferencia de Angola que siempre acaba ganando, no tenemos ni la organización necesaria, ni las infraestructuras adecuadas. Cuando estos países cambien esto, darán mucha guerra, no solo a nivel africano, sino a nivel internacional.

Los jugadores africanos que ya estáis en la élite, ¿formáis parte de proyectos para mejorar estos aspectos y que el baloncesto salga allí adelante?
Sí, muchos de nosotros estamos participando. Yo mismo estoy creando una fundación canaria que va a desarrollar trabajos en Senegal con la juventud para que, a través del deporte, se fomente la educación. Otros también lo están haciendo a nivel personal para ayudarlos a salir de sus casas. Esto va hacer que el día de mañana las selecciones africanas puedan mejorar.

-Hasta llegar a dónde has llegado, con tus momentos buenos y malos, ¿qué es lo que te ha ayudado a seguir adelante?
La clave es darse cuenta de que los momentos malos son algo pasajero. En la vida hay que tener un cierto punto de optimismo. A veces parece que cuando las cosas van mal, nunca volverá a salir el sol, pero la experiencia en la vida nos enseña que es otra cosa. El deporte te lo muestra cada fin de semana; ganas un día y eres el mejor, y al día siguiente pierdes y te encuentras como lo peor que se ha visto. De este modo, vas aprendiendo que hay que tratar de mantener un nivel regular para afrontar la vida.
 

Tú equipo, el Gran Canaria, siempre está entre los mejores, y tú has logrado algún subcampeonato, ¿puede ser éste vuestro año para conseguir ganar algún título?
Espero que sí porque si no, hubiera firmado con otro equipo. Hemos podido mantener el grupo del año pasado, que es algo muy importante. La temporada pasada fue muy buena, pero no pudimos lograr un título para dar un salto de calidad. Eso es lo que queremos este año.

-¿Es la ACB tu mayor meta?
Es una competición donde me encuentro muy a gusto. Es verdad que he tenido curiosidad de probar otras ligas, aunque si uno está contento, para qué cambiar. Jugar contra otros equipos de Europa te da una idea de lo que hay y en comparación, me quedo con la ACB.