Jordi Trías (Girona, 1980) ha sido el centro de atención en un mercado veraniego plagado de fichajes. El veterano jugador, tras cinco temporadas consecutivas en las filas del F.C. Barcelona, decidió desvincularse del club a falta de un año de contrato. Lo hizo en busca de protagonismo. Quería recuperar sensaciones, y el club vecino, la Penya, garantizaba un proyecto serio y un papel protagonista para el gerundense. Hoy goza de minutos y de la confianza plena del entrenador Pepu Hernández.

Pese a haber ganado todo lo que cualquier jugador podría desear, la carrera de Jordi Trías no ha sido un camino de rosas. Salió de su ciudad natal rumbo a Barcelona, donde no siempre tuvo las oportunidades que quizá merecía. Llamó a las puertas de la selección y finalmente se quedó sin entrar. Actualmente, atesora un palmarés envidiable, pero ha hecho falta mucho trabajo y compromiso para conseguirlo. En este artículo hacemos un amplio repaso a la trayectoria de Jordi Trías, un hombre llamado a marcar las diferencias en Badalona. Segunda juventud en el Juventut.

Girona (1999-2003): debut y consagración

Miembro de la sonora Generación de Oro (1980) de los Gasol, Navarro, Reyes, Cabezas y compañía, Trías fue el chico tardío de la clase, el diamante que más tardó en brillar. Formado en las categorías inferiores del C.B. Girona, debutó con el equipo de su ciudad la temporada 99/00. Jordi, de 19 años, era un chico espigado y algo tímido. Pero con un veterano Darryl Middleton como maestro, poco tardó en soltarse y, tras una fugaz aventura en LEB de la mano del C.B. Murcia (donde jugó cedido), pronto se consagraría como jugador ACB.

En sus primeras temporadas como profesional gozó de minutos. Trabajador incansable, cumplía con creces siempre que tenía la oportunidad de saltar a la cancha. Explotó finalmente la temporada 03/04, en que promedió 8 puntos y 6 rebotes en 19 minutos. Su regularidad le valió un contrato con uno de los grandes. El F.C. Barcelona se había fijado en él, y lo incorporó a sus filas ese mismo verano.

Pero en un Barça en que Roberto Dueñas y Gregor Fucka eran los amos de la pintura, y un jovencísimo Marc Gasol pedía a gritos una oportunidad, el bueno de Jordi no contaba con muchos minutos. Poco a poco, el entonces entrenador Joan Montes lo relegaba cada vez más al banquillo. Finalmente, tras 18 jornadas, fue cortado de la disciplina del club.

Trías regresó entonces a su casa, Girona, y a la larga se vio que aquella decisión no hizo más que beneficiar la evolución del gerundense. Allí se sentía cómodo, gozando de minutos y de la confianza del entrenador. Jugaba mucho (30 minutos), y jugaba bien (11 puntos y 9 rebotes de media). El Barça, consciente del paso al frente que había dado el jugador, estuvo de nuevo atento y lo repescó para la temporada siguiente.

Barcelona (2004-2010): títulos y más títulos

Año 2005. Ya no cabía duda alguna. Jordi Trías era una realidad. Su salida de Girona suponía el inicio de una nueva etapa. Algunos clubes como Pamesa Valencia pujaron por sus servicios, pero fue el ambicioso proyecto de Savic e Ivanovic lo que decantó la balanza.

Nuestro protagonista comenzaba esta andadura en un equipo que había reventado literalmente el mercado de fichajes aquel verano. Gianluca Basile, Denis Marconato, Shammond Williams, Milos Vujanic, Michalis Kakiouzis, “Bootsy” Thrornton, y el propio Trías eran las caras nuevas de un Barça que aspiraba a todo y que no tardaría en dar sus frutos, ganando en 2006 la Copa del Rey con un Jordi Trías estelar… Pero eso vendría después.

Esta primera temporada de Dusko Ivanovic al frente del equipo no se saldó con ningún título. Jordi, pívot de rotación, disponía de pocas oportunidades, pero entre ellas dejó alguna que otra actuación memorable (17 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias, para 28 de valoración ante el Menorca). El catalán era paciente, y entre tanto encontró en Michalis Kakiozius un perfecto espejo en el que mirarse y pulir su juego. Del griego aprendió ese maravilloso juego sin balón por línea de fondo. La combinación entre los pívots del Barça daba gusto, fuera quien fuera el que estuviese en pista. Pese a ello, la recompensa al buen juego no llegó hasta la temporada siguiente.

En la 06/07 asistimos a la mejor actuación de Trías como jugador azulgrana. Sus aceptables pero no estratosféricos promedios en Liga Regular saltaron por los aires allá por febrero, en la Copa del Rey. El Barça ganó el torneo de manera contundente, y Trías encandiló al público de Málaga firmando 14,7 puntos, 6,3 rebotes, 1,6 asistencias, 1 recuperación, 1 tapón y 23,7 de valoración por encuentro. Ello le valió la nominación de MVP en el que era su debut en esta competición.

El juego del Barça fue a más después de esta gesta, y el equipo catalán llegó a la final de Liga, en que cayó ante un poderoso Real Madrid (3-1). El de Girona vio recompensado su buen hacer a lo largo de todo el año con la llamada de la selección nacional, dirigida por su actual entrenador en la Penya: Pepu Hernández. En última instancia, la reincorporación de Jorge Garbajosa tras una lesión, dejó a Trías fuera de la lista definitiva que competiría en el Europeo de Madrid. Sin embargo, el mero hecho de tener la oportunidad de debutar con la absoluta en la gira preparatoria, fue un merecido premio que el jugador nunca ha dejado de agradecer.

En el siguiente año, el papel de Jordi Trías no varió sustancialmente. Empezó jugando muchísimo (40 minutos ante el Estudiantes, J2) y acabó la temporada pasando la mayor parte de los minutos en el banquillo (4 minutos ante el Bilbao, J34), en parte relegado ante un pujante Ersan Ilyasova, que había llegado con ganas de ser uno de los referentes.

Con la salida de Dusko de los banquillos, y la aparición de Xavi Pascual en la temporada 08/09, el proyecto del Barça, ideado esta vez por “Chichi” Creus, volvía a coger una forma muy prometedora. Fue entonces cuando la participación del ala-pívot en el juego barcelonés pasó a ser del todo testimonial (7 minutos y 3 puntos de media). David Andersen llegó para reforzar un ya poderoso juego interior, y Juan Carlos Navarro regresaba de su aventura americana con el objetivo de liderar al club de toda su vida. Y así lo hizo, ganando la Liga y consiguiendo el MVP de la final.

La última temporada que Jordi Trías pasó en Barcelona lo hizo, tristemente, sin pena ni gloria. Gloria sí, pero a nivel colectivo. Los hombres de Pascual lograban por fin la ansiada Euroliga. Pero nuestro hombre tuvo muy poco que decir en la consecución de estos logros. Nadie ponía en duda su calidad humana fuera de la pista –de hecho, era uno de los líderes del vestuario-, pero la decisión del técnico de limitar sus apariciones a minutos residuales en partidos ya resueltos fue bastante criticada por parte de la afición.

Con todo, ya en verano, la marcha de Jordi parecía irrevocable. El 25 de agosto, por mutuo acuerdo, club y jugador desvincularon su contrato, y ese mismo día, el DKV Joventut anunció su fichaje como uno de los más sonoros de todo el verano.

Badalona (2010… y lo que queda): segunda juventud

Cuando su salida del Barça era un secreto a voces, Jordi Trías se convirtió rápidamente en uno de los grandes pretendidos del verano. Más de un club trató de seducirle, pero la proximidad de Badalona, el hecho de sentirse de nuevo valorado, y el remodelado y ambicioso proyecto de la Penya, hicieron el resto.

Hoy en día, tras cuatro jornadas disputadas, Trías vuelve a gozar de minutos (casi 30 de media) y vuelve a sentirse importante. Tan sólo diez kilómetros han hecho falta para experimentar un rol totalmente diferente. Un papel central en un equipo en que tendrá que ejercer de veterano, ante la gran presencia de jóvenes promesas como Josep Franch, Pere Tomàs y David Jelinek.

Él lo sabe, y está dispuesto a cumplir con las expectativas. Además, casi de manera irónica, el nombre de su actual club no podía ser más oportuno. Jordi Trías vive entusiasmado su segunda juventud en el Juventud de Badalona.