Cinco minutos fueron suficientes para cambiar el devenir de un encuentro que los valencianos dominaban, pese a las constantes arremetidas del Joventut. Cinco minutos bastaron para hacer florecer los nervios de los hombres de Manuel Hussein. Cinco minutos, los últimos, donde se vio que las derrotas anteriores pesaban como una losa.
Después de ir por delante en el marcador durante la mayor parte del choque, y con una máxima ventaja de 15 puntos en el tercer cuarto, el Power Electronics Valencia tiró el trabajo por la borda en un último tramo del partido en que las emociones se impusieron al trabajo realizado.
Una técnica a Omar Cook a falta de 3:44 para el final propició que la remontada de los de Badalona se convirtiera en un hecho. “Ha habido situaciones que nos han sacado del partido”, afirmaba en rueda de prensa el técnico valenciano, probablemente refiriéndose a esta acción.
El equipo local se ponía por delante en el marcador, por primera vez en el encuentro, gracias a dos tiros libres convertidos por el canadiense English. A partir de entonces, los visitantes fueron incapaces de levantar cabeza. El reloj jugaba en su contra y las precipitaciones en ataque dificultaban mucho más las cosas.
El DKV Joventut, tenaz e incansable, había mantenido las distancias en todo momento gracias a un incombustible Will McDonald, que hacía estragos en la pintura (15 puntos y 4 rebotes). Con alternativas defensivas, los de Pepu presionaban después de tiros libres y cambiaban a zona tras saque de fondo. Las armas tácticas que el entrenador madrileño planteó, poco a poco daban sus frutos. Y cuando llegó el momento, despertó la bestia.
30 puntos en el último cuarto. Soberbio Carl English desde el exterior (23 puntos, 5 de 9 en triples), rotundo Quinton Hosley durante los cuarenta minutos (14 puntos, 19 de valoración) y valiente Josep Franch en los instantes finales. Fueron tan sólo algunas de las claves para que la Penya no diera en ningún momento el brazo a torcer y acabara llevándose una trabajadísima victoria ante su público.
Por parte valenciana, los referentes ofensivos que brillaron en la primera parte (Víctor Claver con 15 puntos y Dusko Savanovic con 16), fueron relevados en el tercer cuarto por el buen hacer de Omar Cook (14 puntos, 4 de 8 en triples, y 6 asistencias) y Rafa Martínez (16 puntos y 4 rebotes). Entre los dos anotaron cinco triples consecutivos al término del tercer cuarto, y consiguieron abrir una brecha considerable en el marcador (50-65, min. 28). El base anotaba tres lanzamientos consecutivos desde más allá de la línea de 6.75, y el catalán se sumaba a la fiesta con otros dos. Las reincorporaciones de Nando de Colo y Jeremy Richardson, aunque todavía faltos de ritmo, eran otro elemento positivo a destacar.
Pero poco a poco, la pólvora de los valencianos se iba apagando en un último periodo en que el ruidoso Olímpic se hacía eco de la meritoria reacción de los suyos. Rusell Robinson, con dos tiros libres, concluía su buena actuación (15 puntos, 17 de valoración) y daba por terminado el encuentro. Los taronja fueron víctimas de un caprichoso destino que se cebaba con ellos, y tan sólo pudieron observar como el triple de Cook que hubiera forzado la prórroga se quedaba corto y moría en el aro.
En rueda de prensa, Manuel Hussein declaró abiertamente sentirse “jodido” por la derrota. Pese a ello, confió en seguir creciendo a partir de “las cosas buenas que hemos hecho, que han sido muchas durante mucho tiempo”. “Tenemos que levantarnos, no queda otra”, concluyó el técnico valenciano.