El pasado 9 de agosto el baloncesto español en pleno se estremeció escuchando los gritos de dolor de Sergio Llull, mientras se agarraba la rodilla derecha, durante el encuentro de preparación del Eurobasket ante Bélgica. Todo cambió en ese instante, el alma mater del Real Madrid de Baloncesto se había roto el ligamento cruzado anterior, en el mejor momento de su carrera, y tenía ante sí un largo proceso de recuperación.
Un largo proceso del que el base de Mahón ya afronta la recta final.
Ahora, siete meses y medio después, los plazos comienzan a acotarse y la vuelta de Sergio Llull a las canchas es cuestión de semanas, como ya aseguró Pablo Laso hace unos días. Pero, para valorar en su justa medida la recuperación que está llevando a cabo el menorquín, merece la pena valorar lo especial de su juego. Sergio Llull es un jugador con una potencia de piernas espectacular, y una capacidad para frenar y arrancar que le convirtió en el jugador con el mejor primer paso de Europa. Es por ello, por esa necesidad de poder seguir teniendo cambios de ritmo determinantes, por lo que la rodilla del jugador blanco merece un trato especial.
La explosividad que caracteriza el juego del jugador menorquín, tenía que ser una prioridad a la hora de afrontar su rehabilitación, por lo que medir bien los tempos y cuidar cada paso se ha convertido en algo vital para el equipo sanitario del Real Madrid de Baloncesto. Es muy habitual que, después de sufrir una lesión de este calibre, el jugador pierda parte de su capacidad para arrancar y frenar a gran velocidad, sobre todo en los primeros meses tras su vuelta a las canchas. Y este, precisamente, ha sido uno de los puntos a tratar más importantes durante la rehabilitación del de Mahón.
Con Sergio Llull no se ha querido correr, porque el de Mahón necesita un proceso más calmado y estudiado que otros, y porque la necesidad deportiva no apremia a acortar plazos innecesariamente. El menorquín ha llevado una recuperación especial, la necesidad de proteger de nuevo esa rodilla, asegurando su estabilidad y fortaleza, ha llevado a potenciar la musculatura de su tren inferior con más ahínco, incluso, que en otros casos.
Llull ha apostado por el senderismo, una dieta especial, y muchísimo trabajo propioceptivo que asegure la optimización de sus buenas sensaciones, un gran trabajo lejos de los focos para volver de la mejor manera posible. Estudios médicos contrastados demuestran que hasta los 12 meses de la intervención quirúrgica de ligamento cruzado anterior el deportista de élite no vuelve a tener la rodilla al 100%, por lo que, pese a que la vuelta de Sergio Llull se acerca, conviene ser prevenidos y tener paciencia.
Sábado por la mañana en Valdebebas. Circuito con obstáculos para acostumbrarme de nuevo a acabar en 2+1 pic.twitter.com/9XUhqqztbK
— Sergio Llull (@23Llull) 10 de marzo de 2018
El propio jugador declaraba en los últimos días que “Estoy bastante mejor. La rodilla está respondiendo bien. Hay que ser todavía un poco pacientes porque es una lesión complicada. Estoy trabajando mucho para estar lo antes posible y lo mejor posible”, añadiendo además que “Más ganas que yo de volver no tiene nadie, pero es un proceso largo. Llevamos muchos meses trabajando y sería una pena precipitarse y recaer. Hay que seguir los plazos y la rodilla marcará el regreso. Está cada día más cerca pero no sé decir una fecha todavía.”
En Valdebebas cuidan cada paso del proceso con mimo, y han puesto a una de sus estrellas de futuro a servir de sparring del menorquín, de manera que Melwin Pantzar se ha convertido en una de las piezas fundamentales en la recta final de la recuperación del menorquín. El joven escolta sueco está siendo uno de los encargados de devolver el ritmo competitivo a las piernas de Sergio Llull, que ya empieza a afrontar entrenamientos de 3×3 con el resto de la plantilla del primer equipo.
3×3 con los compañeros tras la victoria de ayer en casa.
Contento de seguir avanzando!#Yaquedamenos pic.twitter.com/bGJcdym6gX— Sergio Llull (@23Llull) 23 de marzo de 2018
Las ganas de ver de nuevo al “Aeroplano de Mahón” subyugando a toda Europa con su juego podrán a muchos, pero será vital medir los tiempos y comprender que la vuelta de Llull deberá ser progresiva. El Madrid ya piensa en integrarle lo antes posible a la dinámica normal del grupo y cuentan los días para que las sensaciones de esa rodilla derecha sean positivas y el regreso del menorquín a las canchas sea real pronto.
El menorquín, con su carácter habitual, cuenta los días y tiene claro que “Una hipotética Final Four no me la pierdo, seguro. Para eso queda poco más de un mes. Pero hay que ir poco a poco, paso a paso. Tampoco sería bueno para el equipo que me precipitara e intentara volver antes.”
En plena temporada de mandarinas, volver a ver a Sergio Llull es cuestión de semanas.