El siempre serio Valencia Basket sacó una victoria de prestigio del Buesa Arena, parando así en seco la racha victoriosa de los hombres de Scariolo, merced a un alley oop a falta de un segundo de Oliver Lafayette para Justin Doellman en una jugada de pizarra de Velimir Perasovic cuando el reloj marcaba 2.6 segundos. El partido queda resumido en esa acción, tras 40 minutos de intercambio de golpes en un partido de idas y venidas cargado de emoción y de intensidad, que finalmente hacen que el equipo taronja no pierda comba del a priori imparable Real Madrid de Pablo Laso.

El partido ya empezó intenso, con un Valencia Basket que intentaba cargar su juego ofensivo en sus jugadores interiores para intentar mitigar el rendimiento de la estrella baskonista, el pívot alemán Tibor Pleiss. A pesar de los intentos, Pleiss dio 5 minutos de auténtico dominio, que bastaban para mantener el choque igualado. El problema vino cuando regresó en el segundo cuarto y cometió su segunda falta personal, al igual que su recambio en la posición de center, Lamont Hamilton. Así, el dominante center, no pudo entrar más en pista en todo el primer tiempo. Sato, se multiplicaba para el equipo valenciano, lo cual les permitía mantener cortas ventajas hasta mediados del segundo cuarto.

Ahí apareció Hanga en su primera incursión en la Liga Endesa esta temporada después de siete meses en el dique seco. Su energía contagiaba a sus compañeros que lograban una renta mínima de dos puntos al descanso.

 El partido entonces se volvería en una conjunción de idas y venidas, de vaivenes en los dos lados hasta el final del partido. Valencia Basket volvía a tomar la delantera rápidamente en el tercer cuarto, pero Jelinek y otra vez Tibor Pleiss espoleaban a los azulgrana a coger una renta de 5 puntos que se antojaba importante al final del tercer acto.

Otra mala entrada de los vitorianos en el último cuarto, con Sato y Rafa Martínez como protagonistas devolvían el liderazgo a los visitantes con un parcial de 2-8, que se ampliaba con una técnica sobre Jelinek y un Rafa Martínez que tiraba de galones de forma descomunal, elevando el resultado a un 68-73 con un parcial que seguía ampliándose a 4-14.

Valencia perdonó un par de acciones exteriores fáciles, en estos minutos, mientras el Baskonia igualaba en intensidad defensiva para voltear el marcador y dejar el marcador impar oscilando de un lado para otro en un punto. Hanga hacia un trabajo enorme, con un tapón descomunal que fue pitado como falta por parte de un negado Arteaga y luego de un robo de balón que pudo significar la rotura de partido cuando quedaban menos de 30 segundos y en la cual Thomas Heurtel se precipitó al tomar un tiro con toda la posesión por jugar.

Valencia pasó a liderar el choque por un punto. Laboral Kutxa tenía todo el reloj de posesión para jugar un tiro, pero con 2.6 por jugarse Mainoldi recibió falta de tiro, aprovechando los dos lanzamientos para colocar a los suyos un punto por delante. Ahí es donde salió la pizarra de Perasovic, con una jugada de manual de últimos segundos con bloqueo indirecto sobre Doellman para colocar el balón arriba al norteamericano y sellar la victoria taronja. Sergio Scariolo en rueda de prensa dijo que sabían que iban a hacer ese movimiento, pero no hubo comunicación ni cambio automático en el bloqueo y Doellman solo tuvo que apuntillar debajo del aro.