El momento de UCAM Murcia se resume en los tres primeros minutos de juego. Cinco lanzamientos desde el 6.75 en otras tantas posesiones. Solo el acierto de Askia Booker y Sadiel Rojas enmascaró las sensaciones de un ataque a la deriva (9-4). El desconcierto local no tardaría en aparecer. Las defensas alternas de Ibon Navarro y la superioridad en el rebote plantaron a Andorra en el partido. Parcial de 0-10. Indiferencia en la grada del Palacio.
Diagne primero y Jordan después castigaron la zona local hasta que los esfuerzos de un mermado Tumba se hicieron notar. La entrada a pista de Urtasun y la relajación visitante terminaron de dar oxígeno a los de Juárez al finalizar el primer cuarto (17-20). El oficio del alero navarro encontró apoyo en los intangibles de Radoncic para voltear el marcador (22-20).
Charlon Kloof iba a ser el siguiente en retar la desidia del escenario. El holandés voló para bloquear la penetración de Rafa Luz y lanzó un contrataque que despertó el 2+1 de Ovie Soko (27-22).
¡Espectáculo en Murcia! @Charlemagne597 coloca el tapón, Ovie Soko machaca con todo #LigaEndesa
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El avance de la defensa en primera línea de pase permitía usar a los universitarios su única arma contundente: la carrera. Pero la ventaja de Murcia tampoco iría demasiado lejos esta vez. La puntería en el perímetro de Vitali y los puntos de Shurna propiciaron un nuevo acelerón de Morabanc (27-30). Ni siquiera la tercera falta personal de Moussa Diagne evitó la supremacía foránea en el rebote ofensivo. Hasta 13 rechaces capturaron antes de alcanzar el descanso (29-32).
El último bastión del conjunto pimentonero iba a derrumbarse en la reanudación. La intensidad defensiva que les había amarrado al choque comenzaba a evaporarse. Rafa Luz se sentía cada vez más cómodo en la dirección; la conexión con sus compañeros de la pintura hizo inútil la aportación ofensiva de Booker (15 puntos). La ventaja andorrana crecía gracias a canastas cómodas bajo el aro (39-46).

El frío se iba apoderando de la grada facilitando el intercambio de golpes. Era el momento para que el potencial de la rotación visitante avanzara hacia el triunfo. Prácticamente todos los jugadores del principado tuvieron una aportación considerable. El marcador se antojaba suficiente para el último periodo (47-59).
No era un espejismo. El golpe coral de Morabanc había desactivado definitivamente a UCAM; en poco más de un minuto la distancia se elevó a los 17 puntos (49-66). Tocado y hundido, el conjunto de Juárez esperaba ya el veredicto del público: pañuelos y silbidos repletos de impotencia. Los de Ibon Navarro suman su novena victoria en Liga Endesa, con tiempo incluso para la relajación (67-77).