La defensa interior malagueña y las rotaciones blaugranas. Comenzaban el  encuentro ambos equipos con un alto nivel de tensión, las muñecas estaban encogidas y los tiros no entraban. Hasta que los malagueños comenzaban a mover el balón con criterio y conseguían un parcial de 0-10 para tomar las primeras rentas (4-12). El equipo blaugrana vivía y moría de su acierto exterior, incapaces de surtir de balones interiores ante el gran nivel defensivo de los de Joan Plaza. Con el paso de los minutos, y la entrada de las rotaciones, los blaugrana iban mejorando prestaciones, y conseguían acercarse en el luminoso (12-14). El partido entraba en calor, y en los últimos dos minutos ambos equipos intercambiaban canastas (17-22).

Alberto Díaz marca el camino. Subía prestaciones el Barça con el paso de los minutos, pero Unicaja no levantaba el pie del acelerador. El duelo estaba servido. Joan Plaza activaba a Alberto Díaz, que con su intensidad y su labor oscura hacía la labor de catalizador y conseguía elevar las prestaciones defensivas malagueñas. El equipo de Bartzokas sufría (2/18 en triples) y perdía balones en exceso; pero, sin embargo, Unicaja no conseguía dar estabilidad a su juego ofensivo, lo que le impedía marcharse en el luminoso (28-33).

Bombardeo blaugrana. Tras el paso por vestuarios el FC Barcelona salía con las ideas más claras, y a partir de balones interiores a Ante Tomic generaban ventajas para ponerse por delante en el marcador (39-36). El partido se igualaba, y Nemanja Nedovic (10 puntos) tomaba responsabilidades para mantener en ritmo a los de Plaza. Por el lado blaugrana, eran Tyrese Rice (13 puntos) y, especialmente, un certero Marcus Ericsson (16 puntos) quienes asumían los galones, consiguiendo que el duelo ganara enteros por momentos (53-47). Brooks (12 puntos) mantenía a los suyos al rebufo.

Aparece el faro Tomic. A medida que pasaban los minutos, los blaugrana conseguían jugar con mayor comodidad, Rice y Eriksson allanaban el camino que permitía encontrar a Tomic en la pintura. Pero los de Plaza encontraban a Fogg y Smith para seguir en el partido (64-61). Unicaja intentaba poner en marcha una defensa zonal, pero el Barcelona no dudaba y ampliaba la renta en el luminoso (71-61). Con el interior croata dominando en defensa, y generando espacios en defensa, los de Bartzokas ganaban en confianza.

Gestionar las rentas. A falta de dos minutos, y con +10 en el marcador, los blaugrana se dedicaron a gestionar su renta. Posesiones largas, ritmo lento y defensa sólida para poner el sello a su pase a semifinales y aparcar las ilusiones malagueñas. Los de Plaza, pese a luchar hasta el final, se precipitaron en ataques fundamentales y se les encogió la muñeca. Al final, victoria del Barcelona que trata de reivindicarse en la Copa del Rey.