El partido en clave:

Il Mago y su muñeca. Ambiente de gala en el Buesa Arena, con las gradas abarrotadas. El partido se iniciaba con mucha tensión por parte de ambos conjuntos, que no conseguían desarrollar cómodamente su juego. El tesón de Felipe Reyes bajo los aros marcaba el inicio y un activo Sergio Llull daban la primera ventaja a los madrileños (3-6). Pero Baskonia daba la respuesta encontrando a Voigtmann en situaciones de ventaja cerca del aro, para que anotase con facilidad. La entrada de Bargnani y el dominio del rebote conseguían dar ventaja a los locales (12-9). El italiano se mostraba acertado de cara al aro y complicaba la defensa de un Ayon superado. El Madrid soportaba el envite gracias a los tiros libres (4/6), ante un Baskonia cada vez más activo (20-15).

Doncic pone el ritmo. La entrada de Luka Doncic cambiaba el ritmo del encuentro, y bajo la batuta del esloveno el Real Madrid daba la vuelta al luminoso y se colocaba por delante (22-23). Con un quinteto más defensivo (Doncic-Rudy-Taylor-Randolph-Hunter), los de Laso conseguían frenar el ataque alavés y activaban su fase ofensiva encontrando ventajas cerca del aro. La respuesta baskonista llegaba, como no podía ser de otra manera, de la mano de un eléctrico e intenso Shane Larkin (8 puntos). Las alternancias se producían constantes en el luminoso, hasta que las genialidades de Doncic (13 puntos) y Randolph (12 puntos) daban rentas al Madrid (35-44).  

Hanga y la defensa baskonista al rescate. Tras el paso por vestuarios pocas cosas cambiaban, el Madrid seguía dominando pero Baskonia no iba a vender tan fácil su piel y con un parcial de 7-0 liderado por Adam Hanga se acercaban de nuevo y obligaban a Laso a parar el juego (44-50). Sito Alonso ponía en marcha una defensa presionante, activaba las primeras líneas defensivas e incomodaba la fluidez de juego blanca. El Madrid volvía a encender la maquinaria, y por medio de su trabajo oscuro conseguía dar velocidad al juego y hacer daño en la transición, Llull aparecía en el encuentro (52-61). Se emparejaban Luka Doncic y Adam Hanga, y el duelo estaba servido. La tensión subía enteros en el pabellón y se producía otro intercambio de golpes (64-68).

Rodrigue tiene un plan. Beaubois (19 puntos) tiraba de talento y Tillie (6 puntos) de casta y orgullo, y conseguían poner por delante a los suyos (76-72). Los decibelios subían en un Buesa Arena cada vez más desatado y Baskonia daba razones para disfrutar a los suyos. Los de Sito Alonso echaban el cierre al aro rival, y gracias a su defensa conseguían meter el miedo en el cuerpo a los blancos (84-77).

Sergio “El decisivo” Llull. Doncic (23 puntos) y Randolph (19 puntos) parecían los únicos capaces de dar la vuelta a la tortilla, pero Baskonia estaba en racha y no paraba de percutir el aro blanco desde la distancia larga (87-82). Llull conseguía romper el entramado baskonista y ponía a los suyos a tiro (87-86), la tensión crecía. De nuevo Beaubois aparecía, pero Llull (7 puntos seguidos) estaba en su momento e igualaba la partida (89-89), para llevar el encuentro a la prórroga.  

El martillo mexicano decide. En el tiempo extra los blancos aumentaban el uso de manos defensivas, y robaban dos balones que les permitían tomar una pequeña renta (91-94). Hanga primero, y Nocioni después, intercambiaban triples y la intensidad del duelo no paraba de crecer. Diop cometía su quinta falta y otorgaba un 2+1 a Gustavo Ayón (96-100), el mexicano aparecía en el momento más decisivo del encuentro y con un robo, que Llull convertía en dos tiros libres anotados, dejaba el encuentro muy cuesta arriba para los alaveses (96-102).