Mike Smith es un tipo sencillo, humilde y simpático. Como jugador lo fue todo. Mates, triples, defensa. Era pura fibra, un auténtico espectáculo verlo jugar. Nacido en Nueva York, su paso por la ACB lo marcó para siempre y dejó a España en lo más profundo de su corazón. De hecho, está casado con una española. Málaga, Badalona, Madrid y Sevilla en último lugar pudieron disfrutar de su juego. Dieciseis años seguidos en nuestro país del que nunca se fue y en el que reside en la actualidad. Concretamente en Sevilla, donde lleva varios partidos asistiendo al palco de San Pablo y a donde acudimos a entrevistarlo.
Hola Mike, ¿a qué te dedicas actualmente y qué te une al mundo del baloncesto?
Hola! Pues bueno, ahora mismo estoy inmerso en una mudanza para volver aquí a Sevilla, he dejado Cataluña. Y por supuesto, estoy aquí intentando ver el presente del Caja San Fernando que me interesa. Es un Club al que tengo mucho cariño y espero que salgamos de este pozo de crisis en el que estamos inmersos.
¿Cómo ves la situación del Caja San Fernando?
Hombre, la situación es muy complicada. Si es cierto que hay suficiente equipo como para no tener que llegar a las últimas jornadas con problemas. Yo tengo confianza en el entrenador, en los jugadores para que todo salga adelante.
¿Cual es tu situación actual laboral?
Ahora mismo estoy un poco libre, simplemente mirando mucho baloncesto. Por supuesto, tengo mucho baloncesto en mi corazón y a lo mejor puedo hacer algo aquí en Sevilla o en Andalucía si me lo permiten.
¿Cual sería tu idea?
No lo sé, no lo sé. Como cualquier persona estoy abierto a cualquier posibilidad. De momento, solamente estoy aquí en Sevilla. Mi más inmediata situación es este Caja y que se salve y mantenga la categoría, que yo creo que si.
¿Cual es tu mejor recuerdo de Sevilla?
Todo. La afición y todo lo que hay ahora mismo aquí. La entidad, el Caja San Fernando, la ciudad. Sevilla se merece mucho. Tengo la confianza que este año va a salir adelante y se va a permanecer. Más adelante va a tener un equipo que va a ser cosas muy bonitas como ha hecho históricamente.