Hace apenas dos temporadas el Pamesa Valencia tocó techo al participar por primera y única vez hasta el momento en la máxima competición europea, la Euroliga. Su paso por las mejores canchas de Europa fue digno, logrando incluso clasificarse para el Top16. Ahora, tras el anunciado proyecto de Juan Roig de profesionalizar aun más si cabe la estructura del club dotándola de mayor conocimiento baloncestístico, el Pamesa toca fondo y es hora de levantarse.
Con la retirada de Rigaudeau, ya nada queda de esa plantilla que causaba temor en sus rivales: ni Oberto, ni Tomasevic, ni Rakocevic… ni siquiera Kammerichs. Tan sólo Víctor Luengo, de entre los jugadores de la actual plantilla, puede contar cómo fue aquél lejano (¿?) paso por la Euroliga. A pocos días del comienzo de la competición, el Pamesa veía como se quedaba sin tiempo para completar una plantilla que ha sido difícil de recomponer. Sin duda, la no participación en competiciones europea ha supuesto un frenazo importante a muchas de las negociaciones para traer nuevos jugadores.
Pese a todo, la llegada del proyecto Miralles, del consagrado Timinskas y del poderoso Rubén Garcés, a los que se les ha unido la juventud del internacional serbio Avdalovic, parecen haber infundido cierta dosis de ilusión a una afición que se había acostumbrado a ver el naranja de su equipo codearse con los más grandes. A todos ellos se les han unido en las últimas fechas dos refuerzos de nivel y un complemento: se trata de los griegos Dimos Dikoudis -campeón del Eurobasket con su selección- y Evangelos Sklavos, que completarán el juego interior, y del norteamericano con experiencia NBA Junior Harrington, para formar duo de bases con Avdalovic. El punto fuerte del proyecto, el banquillo. Ricard Casas es un técnico experimentado, gran conocedor de la ACB, que sabrá sacar partido de la plantilla con la que cuenta. La cantera será un recurso del que Casas tirará mano a lo largo de campaña de forma habitual.
El objetivo
Volver a estar entre los ocho primeros, tanto en enero como en abril, es por supuesto el objetivo de este Pamesa. No será tarea fácil ya que los de arriba parecen ser incluso mejores y la irrupción del Akasvayu parece dificultar aun más la clasificación para la Copa y los Playoff.
Administrar el reparto de minutos de juego entre los jugadores será una ardua labor para Casas en una plantilla en la que los diez componentes tienen una calidad similar y cada uno ha de saber cumplir a la perfección su labor. Si lo consigue, el Pamesa será sin duda un rival muy competitivo en cada partido.
La estrella
Difícil destacar a un solo jugador entre los hombres de naranja. El objetivo del club era el de conformar un equipo, evidentemente no exento de jugadores de calidad, en el que nadie reclamara un balón para él solo. La salida de Antoine Rigaudeau deja al Pamesa huérfano de ese tipo de jugadores y abre las puertas a la recuperación del mejor Yebra. Además, Miralles tiene la oportunidad de demostrar el por qué de su elección en el draft de la NBA y de las alabanzas que llegan sobre él desde Italia donde fue uno de los mejores foráneos la pasada campaña. Dikoudis y Harrington deben poner, junto con Dial, las gotas de calidad necesarias en los partidos.
Atención a…
El joven base Vule Avdalovic. El jugador de Serbia y Montenegro es uno de los valores con más proyección de Serbia y Montenegro. De hecho ha participado en el Eurobasket 2005 en su país natal -de ingrato recuerdo para su selección- y promete convertirse en el timón del juego del Pamesa.
La cantera
Con el filial en EBA y la vinculación con el Pamesa Castellón de LEB-2, más el posible salto de algún júnior, el Pamesa y Ricard Casas podrán echar mano de alguna de sus prometedoras perlas de la cantera. La vuelta de Albert Fontet desde el F.C. Barcelona le dan a Casas la posibilidad de contar con muchos centímetros (2.12) para el primer equipo en caso de necesidad.
Además, Víctor Claver podría debutar esta temporada con los “mayores” y compaginar, como ya lo está haciendo junto a otros compañeros, los entrenamientos con el EBA y el primer equipo. Desde el júnior podría dar el salto Asier García, quien ya debutó con Laso en la Copa ULEB.
La mascota
El Pamesa cuenta con una mascota que se llama PAM. Representa un petardo.