En la noche de los tiempos –o no hace tanto- existía un espigado y fibroso jugador que disfrutaba del beneplácito de uno de los técnicos más cuestionados de la ACB. Tras un primer año de tanteo, el jugador había acabado por enamorar al entrenador –era el segundo año de convivencia. En la tercera e irregular campaña, era una de las estrellas. Aquel jugador era otra joya más del la generación del 80, liderada por los Navarro, Cabezas, López, Bueno, Reyes, Álvarez, Gasol, Gabriel… pero fue uno de los que más tardó en explotar. Poco a poco fue ganándose la confianza de su coach, siendo uno de los jugadores que más minutos jugaba.

Así, en la temporada 07-08, Jordi Trías jugó una media de 26 minutos en la Euroliga. Su entrenador, Ivanovic, forzó el despido antes de disputarse la jornada 15, concretamente ante el Unicaja. De ahí hasta la eliminación ante el Maccabi, en cuartos, Trías pasaría a jugar poco más de 11 minutos de promedio. En la competición doméstica, pasaba lo mismo aunque no de manera tan descarada. Este jugador había logrado ser MVP de la Euroliga -20 rebotes ante el Brose Baskets, mejor jugador de la Copa del Rey de la temporada anterior y era considerado como uno de los mejores “cuatros” del baloncesto español. Este mismo hombre, en cuestión de días, pasaba a desempeñar papeles ya no de segunda opción sino de tercera. Xavi Pascual decidía cortar con el pasado y uno de los damnificados era el ex jugador del CB Girona.

El divorcio se ha hecho más evidente desde el inicio de la actual temporada. Jordi Trías ha jugado cuatro de los siete partidos disputados por el Regal Barça en la ACB, con una media de 4 minutos por partido. Su inicio de liga fue tremendo, con 5 puntos y 5 rebotes en seis minutos contra el DKV. No le sirvió de nada. La caída en picado de Trías empezó la temporada pasada con la llegada de Pascual. Como se ha descrito anteriormente, la caída de minutos en la ACB coincidió con la llegada de Pascual pero donde se hizo más evidente fue tras el Tau-Barça, donde jugó 24 minutos en los que capturó 11 rebotes y anotó 6 puntos. En los tres últimos partidos de liga jugó una media de 11 minutos y en playoffs descendió hasta los 8 de promedio. En la eliminatoria ante el Maccabi sólo jugó 4.5 minutos de media.

El encuentro entre el Asseco Prokom y el Regal FC Barcelona nos deparó una sorpresa en forma de minutos para Jordi Trías. El alero gironí dispuso de 14 minutos en los que anotó 6 puntos sin fallo, cogió un rebote, puso un tapón y perdió dos -campo atrás e invasión de línea de fondo- aunque de manera indirecta. Se puede decir que la actuación de Trías fue positiva, aunque mi percepción es que jugó un tanto desconcertado. Ya suele ser esto consecuencia directa de no jugar.

Mi pregunta es sencilla. ¿Por qué ahora? El rival era fácil pero el Barça tiene descanso en la ACB por lo que no había necesidad de contar con él. Todo esto, si nos aferramos al rol que Pascual ha rediseñado para el ala-pívot. Ante el Nancy, un equipo bastante peor que el Asseco, Trías jugó 3 minutos a pesar de la que el Barça venía de la gira NBA y le esperaba un partido en la ACB el fin de semana. No era bueno cansar a los pívots titulares ante un flojo rival. Si ya Pascual le dio sólo 3 minutos, era impensable que jugase ante el Panathinaikos. Así sucedió. A continuación, el técnico blaugrana “se la jugaría” ante la Montepashi concediéndole 2 minutos con 52 segundos. Si nos aferramos a este historial, el jugador azulgrana no debería de haber pasado de 3 minutos ante los polacos. Entonces, ¿por qué jugó casi un cuarto de hora?

Comentaba Xavi Pascual a principios de mes -supongo que cansado ante la misma insistente cuestión- que Trías jugaría cuando estuviese bien físicamente o las características del partido así lo permitiesen. El Prokom es un equipo muy rápido, con pívots pequeños ya que Hrykaniuk y Archibong tienen su altura. Técnicamente, la segunda parte de la respuesta de Pascual quedaría fundamentada. Sin embargo, ante el Nancy sólo fue premiado con 3 minutos, pese a que el perfil de los pívots es similar al del Asseco a excepción de Aboubakar Zaki (2.14), aunque su papel en el equipo no es muy importante. Tal vez Trías no estaba bien físicamente, lo que justificaría esos pírricos minutos, al igual que los 0 ante el PAO o los 2.50 contra Montepashi.

Sin embargo, el domingo ante Estudiantes no jugó ante un equipo que le va muy bien al estilo de juego del sufrido ala-pívot. Por otra parte, si jugaría 14 minutos cuatro días después. Eso quiere decir que estaba ya en buena disposición física. Trías "no se quitó el chandal" ante los colegiales pese a que los pívots hicieron agua durante buena parte del encuentro.

Con el objetivo ya conseguido de marear al lector con tantas vueltas a la búsqueda de los tres pies al gato, esbozo una conclusión: Jordi Trías no jugará cuando esté bien físicamente -yo no vi en ningún momento que estuviese mal- ni cuando las características del rival sean la carne de su uña. Habría, pues, que buscar otra respuesta. Tal vez deberíamos preguntar al entrenador blaugrana no el motivo de por qué no juega sino por qué jugó el jueves.

Huyendo de cualquier maldad ajena a razones personales -no las conozco por tanto no puedo posicionarme- sólo me queda la respuesta. Pascual utilizó a su jugador como un objeto de castigo hacia los pívots titulares. Salvando a Vázquez e Ilyasova, las dos torres-Santiago y Andersen– se están mostrando demasiado irregulares y dolieron mucho las derrotas de Italia y, sobre todo, la del domingo pasado en el Palau. Si esto fuera la NBA, se podría pensar en un incremento de minutos para forzar un trade. Como estamos en la ACB, ésta es la única razón que le encuentro a la última decisión de Pascual. Eso y que la apuesta por Ilyasova ha anulado cualquier posibilidad de tiempo, algo excesivamente extraño para alguien que ha sido MVP de la Copa del Rey o Jugador de la Semana en ACB y Euroliga.

Si ha de ser un juguete en manos del entrenador, mejor le valdría al Barça foguear a Samb, al que la LEB Plata se le queda enana y buscar un destino digno para el que fuera uno de los estandartes de la era Ivanovic. El joven técnico ha desempeñado un papel positivo desde que pasó a ser entrenador titular.Pascual es el culpable entre otras cosas, de la recuperación de Ilyasova y Vázquez –a quienes todos adoramos-, del retorno del juego interior y de un cambio en el trato con los jugadores. Por eso no consigo descifrar los enigmas del caso Trías.