“Se va uno de los nuestros”. Las palabras del presidente Jon Arrinda son un claro reflejo de la sensación que ha dejado en la plantilla, cuerpo técnico, directiva, afición y medios de comunicación la confirmación de que Ricardo Úriz no acabará la temporada en el Lagun Aro Bilbao Basket. Se incorporará de inmediato al Gipuzkoa Basket, “un equipo con un proyecto muy similar al de Bilbao hace unos años, muy serio y ambicioso”, como ha destacado el propio jugador navarro al justificar su decisión de decantarse por el conjunto donostiarra entre las muchas ofertas con las que contaba. “Entre todos hemos decidido que era la mejor opción”, confirma el propio Úriz.
El navarro ha completado esta mañana su último entrenamiento con quienes han sido sus compañeros hasta la fecha. Atrás deja “un grupo humano muy bueno y que tiene mucho que ver con lo bien que nos están yendo las cosas”. Como mandan los cánones, ha sido despedido con el respectivo manteo con el que se dice “hasta luego” a quien deja huella. “Aquí he aprendido a ser un profesional de esto”, subraya Úriz echando la vista atrás. “He vivido momentos muy bonitos y especiales que no se me van a olvidar nunca”, añade a la vez que, lógicamente, destaca el día del ansiado ascenso como uno de los más imborrables. “
En el tercer partido contra el León apenas pudo participar porque estaba enfermo, pero en los últimos quince partidos de liga regular y en los dos partidos que jugamos en Bilbao contra el León sí pudo refrendar el papel importante que tuvo para que consiguiéramos estar hoy en la ACB”, recuerda su entrenador Txus Vidorreta, a quien Úriz ha dedicado un agradecimiento especial. “Yo ya le quise fichar un año antes”, confiesa el propio entrenador bilbaíno. “Vino con el rol de ser el segundo base y acabó siendo el escolta titular”, añade.
Su marcha al Bruesa GBC significa descender dos categorías de golpe aunque los donostiarras apuntan a que el próximo año ya se jugarán las alubias en la categoría de plata. “Ha querido ser ambicioso y asumir el reto de jugar en LEB 2 y liderar un proyecto con las miras puestas en el ascenso”, destaca Vidorreta. Por ahí van los tiros cuando el propio jugador navarro justifica su fichaje por los guipuzcoanos: “A veces, dar un paso atrás te hace dar dos adelante”.
En Bilbao, Úriz no estaba contando con todos los minutos que hubiera deseado. “No era una situación fácil”, destaca Vidorreta. Pero, a pesar de eso, el que ha sido su entrenador hasta hoy le está muy agradecido “porque ha sido muy duro mentalmente y ha seguido trabajando con la misma intensidad”. “A partir de la llegada de Damon Johnson ha contado poco y, al tener tres extracomunitarios en la plantilla, teníamos los entrenamientos cubiertos y ha sido a partir de ahí cuando ha llegado el interés por él de varios equipos”, reconoce Vidorreta, que destaca la importante labor de Úriz esta temporada al defender a hombres de la talla de Rakocevic, Bell o Myers.
En definitiva, que se va una pieza importante del proyecto rojillo, que quedará en la historia de este club como un importante integrante de la plantilla que logró reescribir Bilbao en el mapa de la ACB, “uno de los artífices de que el equipo esté donde esté”, como subraya Jon Arrinda. Por su constancia, su trabajo, su calidad como jugador, su perenne sonrisa que siempre agradece un vestuario, el presidente no duda en asegurarle que “aquí tiene su casa y siempre tendrá una puerta abierta”. De parte de toda la familia que conforma el Bilbao Basket, mucha suerte y muchas gracias por todo Ritxi.