Bizkaia Bilbao Basket se ha consagrado como el animador y la grata sorpresa del playoff por el título de la presente temporada ACB. Eliminó contra pronóstico a Power Electronics Valencia en los cuartos de final. Y ahora en semifinales, vuelve a Bilbao con el factor cancha recuperado tras haber asaltado la inexpugnable Caja Mágica en el segundo encuentro de la serie. 66-71 para un conjunto de Fotis Katsikaris que completó un primer periodo de ensueño y que se defendió como gato panza arriba en los últimos minutos del partido cuando peor se le ponían las cosas.
Tal y como hemos mencionado, la primera parte tuvo un claro color visitante, el negro de Bizkaia Bilbao Basket. Tras unos primeros momentos de lucidez del vendaval Llull (2 triples), los bilbaínos se hicieron con el control de la situación. Aaron Jackson se sentía más seguro en la pista, olvidándose de su maltrecho tobillo, y su equipo lo agradecía. Defensa alternativas, mucha fluidez ofensiva y búsqueda de canastas fáciles en las inmediaciones del aro. Esos eran los argumentos de un Bizkaia Bilbao Basket que desarbolaba a un Real Madrid que bajaba muchos enteros sin Llull en la pista. El 14-19 que reflejaba el marcador al final del 1º periodo era solamente un aviso.
En los segundos 10 minutos saltaron todas las alarmas en la Caja Mágica. Los blancos se mostraban sin ideas, cortocircuitados, anulados por un Bizkaia Bilbao Basket que a base de tensión defensiva y lucidez en ataque daba un soberano repaso al conjunto local. Nada les salía bien a los de Molins. Y los de Katsikaris aprovechaban la tesitura para irse nada menos que de ¡19! al descanso (25-44).
A la vuelta de vestuarios los equipos parecieron cambiar su rol. Ahora era el Real Madrid el que borraba de la pista a Bizkaia Bilbao Basket a base de una defensa inédita hasta ese momento. Los de Katsikaris no anotaban un solo punto en los primeros 5 minutos (para 6 en todo el periodo), mientras que los de Molins iban acercándose pasito a pasito a sus rivales. Sin ideas, los vizcaínos dilapidaban el crédito ganado en la primera parte ante un Real Madrid que empezaba a ganar la guerra psicológica. Los locales venían desde atrás y de tener el partido muy cuesta arriba, la salida del túnel se veía más cerca. Los bilbaínos llegaban a los 10 minutos finales con 5 puntos de ventaja (45-50), pero, visto lo visto, el dinero empezaba a correr a favor del equipo madrileño.
Y las sensaciones vividas en el 3º periodo no parecían engañar. Era cuestión de tiempo que los blancos lograsen consumar su remontada. Lo lograban con menos de 5 minutos por disputarse (59-58 min. 36). Todo hacía indicar que era el momento del desmorone de un Bizkaia Bilbao Basket que sufrió el vértigo de verse ganador. Sin embargo, y para disgustó del público madridista, no fue así. Tras hacer lo más difícil, ver el partido de cara produjo también cierto miedo escénico a los de Molins, que no acababan de fulminar a su rival malherido. En definitiva, nadie parecía querer ganar este encuentro. Real Madrid perdonaba, pero tampoco aprovechaba la tesitura el Bizkaia Bilbao Basket para poner algo de distancia entre ambos equipos. Un triple de Llull a 2 minutos del final 62-61 volvía a dejar aparentemente tocados a los visitantes. Pero tampoco esta fue la buena. El liderazgo y saber estar de Alex Mumbrú y la sangre fría de los helenos Vasileiadis y Mavroeidis (demostrando que en esto del basket los griegos son de una pasta especial) desde el tiro libre hacían posible que, haciendo un simil ciclista, tras prácticamente toda la etapa escapado, el Bizkaia Bilbao Basket lograse la victoria en la foto finish (66-71) cuando parecía que iba a ser engullido por el pelotón. El Real Madrid, presa de su propia ansiedad, caía derrotado en su, hasta ahora inexpugnable, Caja Mágica.
Los de Katsikaris (si Pesic fue el entrenador de la fase regular en la ACB, el griego lo está siendo en la post-temporada), regresan ahora a Miribilla con un excepcional botín. Y sin nada que perder. Hagan lo que hagan, ya han hecho historia. Gran labor la de un conjunto que, manteniendo las claves de juego de toda la temporada (intensidad defensiva – rapidez ofensiva), ha sabido subir un plus su nivel de actitud y concentración en este playoff. A nivel individual, esta vez si que la orquesta vasca pudo pudo sonar al son del mejor Aaron Jackson (13 puntos, 3 rebotes y 5 asistencias) que durante la primera parte pasó por encima de Sergio Rodríguez y Prigioni. Otro que borró de un plumazo su mal encuentro del viernes fue Axel Hervelle. No fue tan espectacular, ni efectista como Jackson, pero estuvo en todas partes (8 puntos, 11 rebotes, 4 asistencias y 4 robos). Vitaminas belgas para el equipo bilbaíno.
Con otra cara muy distinta viajarán los jugadores del Real Madrid a Bilbao. Dejaron escapar la presa cuando habían hecho lo más difícil. Les faltó sangre fría y lo pagaron muy caro. Contaron con un notable Sergio Llull (20 puntos, 3 rebotes y 4 asistencias), pero otros muchos estuvieron "desaparecidos en combate. La espadas siguen en todo lo alto, pero el golpe psicológico es de los que dejan huella. Veremos como afrontan los de Lele Molin el 3º encuentro de la serie.