El Tau Baskonia intentará revalidar por tercer año consecutivo el título de la Supercopa, tras vencer por 82 a 83 en un polémico partido al Real Madrid. Al comienzo, el partido, parecía el típico partido de pretemporada, para finalizar, siendo un auténtico partido entre dos de los grandes de la liga, que tan solo se dirimió por un punto.
Los dos equipos jugaban con el típico ritmo de pretemporada, sin ajustar en ambas partes de la cancha, y jugando a rachas más que otra cosa, liderados por Zoran Planinic, que incluso se atrevía a sacar ventaja al poste ante rivales más débiles físicamente, y el buen arranque de partido de Mumbrú y un imparable Louis Bullock.
Los vitorianos consiguieron sacar una meritoria victoria ante un equipo que está más conjuntado, ya que han sido pocas las piezas a ensamblar, algunas de ellas, ya fusionadas a la perfección como Pelekanos o el joven Sergi Llull. Además el conjunto dirigido por Neven Spahija tenía un problema en el juego exterior debido a las lesiones de Sergi Vidal y de Pete Mickeal, y la carga de faltas de Igor Rakocevic, por lo que tuvo que jugar mucho tiempo con dos bases, y colocando al poderoso Singleton de alero, e incluso teniendo que jugar con Lucho Fernández que fue fuertemente ovacionado por su ex afición.
Los de Joan Plaza dominaban el partido, y hacían la goma constantemente, colocándose casi siempre en ventajas de ocho puntos. Entonces en el segundo cuarto todo cambio, y el típico partido de pretemporada se convirtió en un choque de trenes, los vitorianos igualaron la buena defensa presionante de los madridistas y consiguieron colocarse a un punto en el descanso.
Tras el descanso el Tau salió fuerte, con un James Singleton enchufado. Bullock seguía anotando con fluidez y en eso se basaba el conjunto madridista ante el mal partido de sus jugadores interiores, – del que solo se salvó Hervelle-. Prueba de esto, es que el Madrid, que normalmente domina con solvencia en el rebote a los baskonistas, acabó por debajo en el apartado reboteador.
Pablo Prigioni cerraba el cuarto colocando a uno a su equipo con un estratosférico tiro de dos puntos sobre la bocina que en un principio fue dado de tres puntos, pero que la repetición cambió la decisión.
Final polémico
El Real Madrid conseguía distancias que le otorgaban llegar ciertamente tranquilo a la recta final, pero entonces llegó la polémica. Felipe Reyes cogió el balón para sacar de fondo lanzándoselo a Tiago Splitter al cuerpo, interpretando los árbitros esto como un gesto feo ante su rival. El brasileño se sentía molesto con este gesto de Reyes, diciendo que solo iba a presionar la jugada y él me tiró el balón. O me ha gustado su reacción, nada más. Reyes y el banquillo protestaron airadamente y esto le costó al cordobés la descalificación, otorgando a un inmaculado desde los tiros libres, Pablo Prigioni, cuatro tiros libres para empatar el choque. Entonces Spiltter surgió con tres puntos seguidos y coger la ventaja referencia para los vitorianos en el final del partido de tres puntos. Bullock seguía a lo suyo, y Prigioni también, saliendo el argentino ganando en este precioso duelo, ya que el americano falló un tiro decisivo.
Pero la polémica iba a seguir, y es que tras dos tiros libres anotados de Kerem Tunçeri, Zoran Planinic con dos segundos por jugar, hizo pasos en la línea de fondo, y además también se protestaba que podía haber pisado la línea.
Al final victoria baskonista, y Joan Plaza molesto con el arbitraje y protegiendo a Reyes ya que según él, Reyes no había dado pie a nada, y que es la primera vez que un jugador que intenta lograr otra posesión y acaba con dos técnicas y cuatro tiros para el rival. Esta situación en un partido igualado como este hace daño. Pero insisto en que pequeños detalles deciden un partido. Me ha comentado gente del Barcelona que ha sido injusto.