FICHA TÉCNICA

Lagun Aro Bilbao Basket 86 (27+18+17+24) Koljevic (22), Quintana (-), Panko (12), Banic (2) y Scott (19) -cinco inicial-; Salgado (5), Montáñez (7), Savovic (10), Majstorovic (5), Weis (2) y Cabeza (2).

Akasvayu Girona 80 (18+21+23+18) Raül López (3), Salenga (3), Kammerichs (15), Vázquez (14) y Dueñas (8) -cinco inicial-; Vallmajó (6), Myers (9), Gabriel (16) y Thompson (6).

Arbitros: De la Maza, García y Sacristán. Eliminados por cinco faltas personales Banic (min.39) y Raül López (min.40).

Incidencias: Prácticamente lleno en el pabellón de La Casilla (cerca de 5.000 espectadores).

CRÓNICA

Las puesta de largo de Lagun Aro Bilbao Basket ante su público no pudo ser más brillante. La espectacular presentación de la plantilla, muy al estilo norteamericano, vivida en los prolegómenos del partido ya hacía presagiar que esta temporada Lagun Aro ha dado un salto de calidad. Efectivamente, Txus Vidorreta ha confeccionado una plantilla para aspirar a algo más que lograr la permanencia “in extremis”. Así lo demostró ante un todopoderoso y flamante “nuevo rico”, el Akasvayu Girona.

El partido comenzó con el base serbio Ivan Koljevic en estado de gracia. Nada menos que 17 puntos (cuatro triples sin fallo y otros 5 tiros libres también sin fallo) llevaron su firma en el primer cuarto. Este jugador es una auténtica joya, aunque aún sin pulir del todo. Tiene un manejo de balón muy bueno, su tiro es casi infalible, sabe sacar balones fuera cuando entra a canasta… vamos, sabe jugar, y muy bien. Le pierde un poco su impetu y sus ganas de gustar. Puede ser el “Curro Romero” del Lagun Aro, con partidos de 30 de valoración y otros con valoración negativa. Pero al menos ayer nos enseñó su mejor cara. Le comió la tostada a todo un Raül López, al que consiguió desquiciar con sus malabares cuando el partido estaba a punto de finalizar. Cosa que fue recriminada por los jugadores catalanes.

La ventaja de 9 puntos lograda en el primer cuarto (27-18) por Lagun Aro, gracias a la magia de Koljevic, fue siendo recortada por los de Edu Torres, gracias sobre todo a la brega de Kammerichs y Vázquez. El bando local mantenía el tipo gracias a Savovic (10 puntos en el segundo cuarto) y a Andy Panko (muy serio en todo el partido, anotando, reboteando…).

Así se llegó con igualdad en el marcador al último cuarto (62-62), donde emergió la figura de todo un clásico, Richard Scott. Desaparecido hasta esos momentos, anotó nada menos que 17 puntos en los 10 últimos minutos, disfrutando él y haciendo disfrutar a los aficionados con sus movimientos de espaldas al aro, sus quiebros y fintas… Esa magistral demostración del de Little Rock dejó a Akasvayu noqueado. Al final, broche de oro a la fiesta bilbaína con la victoria de los locales por 86-80.

Por los locales destacó por encima de todos Koljevic, pero el partido serio, muy serio, de Panko, la fuerza defensiva de Weis (sólo 2 puntos, pero 11 rebotes y 3 tapones, uno, sufrido por Fran Váquez, hizo levantarse de sus asientos al público de La Casilla) y el último cuarto de Scott son también subrayables. De todas maneras, el conjunto bilbaíno demostró ser en su globalidad un bloque compacto y seguro.

En los de Edu Torres, López estuvo desconocido, pero gente como Kammerichs, Vázquez, Gabriel (muy aplaudido por sus antiguos seguidores) o Dueñas jugaron a buen nivel. Eso sí, queda claro que semejante plantilla necesitará un tiempo para funcionar al 100 %. Pero cuando lo haga…