Comenzaba en el partido golpeando Fuenlabrada que, merced a ser el primero en encontrar acierto, comandó el marcador durante más de la mitad del primer cuarto. Aunque Kravtsov tenía incidencia en el juego, los primeros puntos siguieron llevando la firma del anotador omnipresente en Fuenlabrada desde que Popovic está fuera de los parqués: Pako Cruz. El mexicano firmaba 7 de los 17 puntos en el primer período para Fuenlabrada. Breogán, sin embargo, nunca se despegó del marcador y, sobre todo gracias a un Herun especialmente dañino en el rebote ofensivo, dispuso de varias segundas oportunidades que le permitieron recortar en el marcador e incluso ponerse arriba momentáneamente. Fuenlabrada respondía rápido y el primer cuarto acababa con un resultado favorable a los locales (17-15).

Las sensaciones, sin embargo, eran de que Breogán iba creciendo en el partido. Tanto era así que, tras la reanudación, los de Lezcano consiguieron apretar el ritmo y encontrar acierto en varios de sus hombres, especialmente en un Redivo que tuvo en esos minutos los mejores de su partido con 7 tantos de los 21 que anotaría hoy, hasta sumar un parcial de 0-9 que marcaría el devenir del resto del cuarto. El ‘Ché’ echaba mano de un tiempo muerto para reconstruir el juego y especialmente la defensa local y Fuenabrada consiguió detener el momento visitante y volver a anotar en las manos de varios protagonistas: Llorca (4 puntos), Kravtsov (3) y, de nuevo, Pako Cruz (5 puntos). El mexicano anotaba un triple lejano en respuesta a otro de Vidal segundos antes que dejaba el marcador en un apretado 31-33. Solo un tiro libre anotado por Herun (de nuevo especialmente dañino al rebote ofensivo, acababa con 3 capturas en el aro ajeno en los primeros 20 minutos) impidió que Akognon dejara el partido en tablas con una suspensión en los últimos compases de la primera mitad.

La salida de vestuarios volvió a pasarle una mala jugada a Fuenlabrada, que pronto volvió a ver cómo Breogán anotaba con mayor fluidez y endosaba otro parcial amplio, esta vez de 5-13, que les dejaba en distancias de 8-9 tantos. Una rémora que de nuevo estuvo arrastrando ahora hasta bien entrado ya el último período. Fueron los minutos de Millsap, que llegó a enlazar 12 de los 17 puntos con los que acabaría el partido en ese tercer período. En el arranque del último cuarto Brown se echaría a las espaldas gran parte de la responsabilidad anotador de Breogán frente a un Fuenlabrada que seguía sumando errores tanto en defensa como en la construcción del juego en forma de pérdidas. Con la afición local ya algo nerviosa, Néstor García decidía dar entrada a un quinteto de excepción del que no salió, evidentemente, Pako Cruz, su mejor anotador, pero al que aportaron grandes minutos defensivos Luka Rupnik, Marc García, Maurice Kemp y Vyacheslav Kravtsov. A partir de los kilos del ucraniano en la pintura, las buenas defensas de García y Rupnik sobre Vidal y Cvetkovic respectivamente a la dosis extra de intensidad de Maurice Kemp Fuenlabrada consiguió que Breogán dejara de anotar con consistencia y que Pako Cruz sumara los suficientes aciertos en el otro aro para empatar el encuentro, contagiar a la grada, cuyo papel fue decisivo en la presión sobre los tiradores en los tiros libres, y para llegar a tener el partido, incluso, en una última posesión que el mexicano no atinó a encestar.

Aunque ambas prórrogas se puedan describir con la ida y venida emocional de Fuenlabrada en el partido, siempre a remolque del conjunto visitante, no pudieron parecerse menos: la primera, con poco acierto y muchos puntos desde la línea de personal, y la segunda, con un intercambio de puntos en el que salió ganando el equipo lucense. Lo más destacable: el estratosférico triple de Pako Cruz a 8 décimas del final de la primera prórroga que hizo a todos los que ya abandonaban el pabellón quedarse a ver los siguientes 5 minutos desde los vomitorios y las escaleras; y los pletóricos últimos cinco minutos de un Sergi Vidal que anotó 9 de los 16 tantos de su equipo en esa segunda prórroga.