Un manifiesto, una carta de voluntades, una declaración de intenciones: clasificado para la copa del rey como cabeza de serie, Iberostar Tenerife remodela sus penas de inicio de temporada con un fichaje de relumbrón: un jugador de Euroliga como Aaron White, al que no le sentaron bien los trajes de Armani, para reverdecer aquellas temporadas de focos en Kaunas. Un fichaje para demostrar que, iniciando la segunda vuelta, este equipo ya no es vendedor, como decía estos días su director deportivo. Una cesión para cubrir plantillas, ¿para las semis de copa o las de Liga ACB? ¿Para ganar de nuevo la BCL? En cualquier caso, un inicio de segunda vuelta para asentar, a partir del alquimista Aniano Cabrera, toda una declaración de intenciones.
De entrada, más de lo mismo para esa nueva declaración: 7 puntos seguidos del faro que todo lo ha iluminado en esta primera vuelta de farolitos del color del amarillo y el negro. Sin embargo, el poco cuidado del balón permitía a Movistar Estudiantes ponerse apenas por delante. Hasta siete bolas había forzado ya la defensa de Dzikic.
Vuelo de @ndanga06.
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Los dos triples del nuevo Gielo y la buena, ahora sí, circulación canarista de toda la vida, estiraban por primera vez la partida, justo cuando debutaba la declaración de intenciones White. Devolvían los estudiantiles los favores iniciales, con algunas pérdidas y más errores, que dejaban la primera pausa ya en un clarividente 24-12, tanto como los fichajes de Aniano.
Los primeros puntos de Aaron White como aurinegro eran la primera canasta local del segundo cuarto para subir la ventaja a +12. El tirito de toda la vida de Marcelinho después de la penitencia por el banquillo marcaba otra máxima. No aparecía Movistar Estudiantes, de vuelta a sus colores de toda la vida. Subía hasta el 35-20 la cosa. Leyendo los scoutings de partidos anteriores, los del Ramiro se metían en una zona 3-2 que al menos cerraba derrames y dejaba la pausa larga en 39-29 todavía del color de las ambiciosas intenciones.
Seguía jugando a la velocidad del vértigo Movistar Estudiantes de vuelta de las cabinas, para bajar por momentos de los diez de diferencia. Palacios y Kadji reducían a -7 conteniendo al faro de Gio. Hasta el 44-39 con ocho puntos del colombiano. Sin embargo, el arrebato de aquella ligereza cerraba los aros. La última plaza tendrá también algo que ver en ello. Afeaban todos los que estaban sobre el parquet lagunero este precioso deporte con una oda al tiro de feria, con Iberostar Tenerife contagiándose también de pleno de todo aquello. Así, Dangubic acababa con la mala obra y esos minutos de cuita para poner en 46-42 la partida. Hasta ahí llegarían los colegiales. Se cerraba la última pausa en el 50-42 de un cuarto para olvidar.
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Repetía la zona el equipo del Ramiro para intentar volver al partido, pero se le escapaban las opciones, entre despistes y el buen debut de Aaron White. Un parcial de 10-2 ponía la máxima en 60-44. Se acababa el vértigo. Lundberg, con un triple subía todavía más la ventaja. Con la indiferencia de un banquillo inexistente, los titulares estudiantiles apenas intercambiaban canastas. Por aquellos momentos, ya no les daba. Con la gorra y casi la pausa, era el propio White el que esperaba que le llegara el partido a sus manos para un debut de puras intenciones. Un triple suyo lo dejaba ya todo para el basurero de minutos con un 72-54 a tres minutos del final. Maquillaban apenas los de fuera, ante el horrible partido de Huertas. Aquello estaba ya todo sentenciado para seguir manteniendo el vértigo de acercarse al abismo para unos. Para hacer toda una declaración de intenciones los otros.