El comienzo, con un triple de Nikola Mirotic, no serviría como un buen presagio para lo que iba a ocurrir en el encuentro. Ese infinito estado de confort del hispano-montenegrino en ataque distaba mucho del inicio de los locales en ataque. La ansiedad de Marc García por anotar se traducía en un 0/4 inicial en el que aglutinaba todas las acciones ofensivas de los suyos. Tres minutos tendría que esperar Montakit Fuenlabrada para ver a Gillet anotar la primera canasta.

Jota Cuspinera se curaba en salud, saliendo de inicio con tres grandes –Eyenga, Gillet y Mockevicius– para intentar limitar los puntos en la zona. Sin embargo, tres triples consecutivos de Delaney y Claver hacía añicos la muralla del sur de Madrid para situar la ventaja en un rango superior a diez puntos (8-19, min. 7). Los puntos de Mockevicius debajo del aro no eran suficientes para reducir la renta y los blaugranas cerraban el primer cuarto con un 12-22 a favor. 

La fulgurante salida de los locales daba alas al público del Fernando Martín, viendo como los suyos se situaban en un minuto a solo seis puntos. Un espejismo. Lo que se vio después fue a un equipo que trabajaba en ataque con paciencia y que, finalmente, encontraba un jugador liberado y a otro equipo que, como García al inicio, era presa de la ansiedad. 

Así el Barça se marchó con un parcial de 12-2 en un suspiro y con la aparición de Abrines con 10 puntos (20-37, min. 15). La reacción madrileña estuvo comandada por uno de los más activos, Marc García. Dos triples seguidos redujo la ventaja por debajo de los diez puntos, pero la tercera falta de su compañero Eyenga volvió a mermar a los suyos en pista. Los visitantes iban a por otro arreón, pero una bandeja fugaz de Tomás Bellas sobre la bocina mandaba el choque al descanso con un marcador de 36-47. 

La vuelta de vestuarios sería extraña para ambos equipos. Posesiones largas y errores en tiros fáciles, aunque con los locales mostrando una mejora sustancial en la defensa. Además, un parcial express de 8-0 en menos de un minuto, merced a los triples de un inspirado Marc García y Anthony Brown rebajaba la diferencia y metía el miedo en el cuerpo a los de Pesic. Un monstruoso poster de Eyenga sobre Mirotic parecía meter en el partido a los suyos (48-53, min. 25).

Devolvió el parcial el conjunto de la Ciudad Condal poco después. Mirotic despertaba y un 2+1 de Tomic extendía la ventaja a la máxima hasta el momento, 16 puntos. Parecía que este iba a ser el arreón definitivo de los barcelonistas, pero con Nico Richotti conjugando puntos y experiencia, los visitantes se tendrían que conformar con un favorable 62-75 a falta de diez minutos. 

No pararía de combatir Fuenlabrada, a pesar de tener a Bellas y Eyenga con cuatro faltas. La intensidad y lucha de Mockevicius y Gillet, sazonado con los puntos del francés y de Richotti tensó el duelo y lo puso en un puño a falta de tres minutos. Decisiones erróneas de los azulgrana en ataque, coincidiendo con una disminución de su actitud defensiva metió a los madrileños en el partido, una vez más. 

Un parcial de 8-0 culminado con una bandeja imposible de Marc García dejó una diferencia de cinco puntos (79-84, min. 37). Ya estaban ahí y cuando más cerca estuvieron, lo desaprovecharon. Mockevicius tuvo una bandeja debajo del aro y solo para ponerse a tiro triple. La falló inexplicablemente. 

Un canastón de Mirotic rebajó la emoción de la grada, que rápidamente se volvió a incrementar con un triple imposible del mejor del partido hoy, el ’27’ de Fuenlabrada. Con dos puntos abajo a falta de 50 segundos, Víctor Claver devolvía el triple y el error en el siguiente ataque de Anthony Brown terminó por sentenciar el partido.