El Unicaja, que había mostrado muchas carencias defensivas en las últimas semanas, apostó por una agresiva defensa inicial contra el Obradoiro. El conjunto gallego, sin su máximo anotador, Kostas Vasileiadis, en el día de hoy, se mostraba negado de cara al aro (fallando sus siete primeros tiros), y eso lo aprovecharon los locales, con triples de Roberts y Milosavjlevic mediante para abrir su primer gran parcial (10-0, min 4). Pero claro, el Monbus Obradoiro es un equipo que juega muy bien en estático, con sus dos bases, Sábat y Pozas, entre los 10 mejores asistentes de la Liga, y sobre todo es un equipo que no se va nunca de los partidos. Los de Moncho Fernández le devolvieron el parcial (10-14, min 9), provocando hasta 8 pérdidas del Unicaja en el primer cuarto. Los malagueños, desde que juegan sin Jaime Fernández ni Alberto Díaz, han perdido mucho potencial ofensivo, y se les nota la falta de claridad de ideas en ataque. Dos tiros libres de Roberts sirvieron para cerrar el parcial de 0-14 del Obra, pero no impidieron el liderato gallego tras los primeros diez minutos (12-14).

Trataba Luis Casimiro de desatrancar a su equipo metiendo a un gran tirador como Waczynski, pero sin éxito. Los hombres del Obradoiro cerraban brillantemente las líneas de pase malagueñas y seguían moviendo bien el balón en ataque, con muchos jugadores implicados en la anotación. Triples de Simons y Brodziansky, penetraciones de David Navarro… los de Moncho dominaban bien mediado el segundo cuarto (20-26, min 16), forzando al Unicaja a tirar triples sin acierto, y sin que ellos pudieran meter apenas balones a sus interiores. Dos triples prácticamente seguidos de Simons, cogiendo el testigo de Vasileiadis (14 puntos al descanso del americano, con 4/5 en triples), confirmaron que el Obradoiro era un serio aspirante a llevarse la victoria del Carpena (28-34 al descanso).

La dureza y la tensión crecieron tras la vuelta de vestuarios, con el Unicaja tratando de remontar un partido ante un rival muy correoso, más difícil para ellos de lo que en principio indicaba su clasificación. Y en esa dureza y tensión se mueven de maravilla los veteranos jugadores del Monbus Obradoiro, que no solo seguían defendiendo de forma brillante las líneas de pase locales, sino que seguían aumentando la diferencia (35-46, min 26), con un brillante Kyle Singler, autor de 7 puntos seguidos. El Unicaja tomó un respiro con dos triples de Salin y uno de Suárez (45-48, min 29), y con una canasta de Mathias Lessort sobre la bocina del tercer cuarto, se puso a un solo punto (47-48). Mucha igualdad tras haber dominado el Obradoiro hasta por 11 puntos. Pudo tener que ver el descanso de Brian Roberts, que jugó sin descanso los primeros 26 minutos de partido, y se sentó para los últimos cuatro del tercer periodo. Unos minutajes poco habituales en el baloncesto moderno. 

La reacción cajista siguió en el último periodo, con Milosavljevic y Suárez liderando los ataques. El Unicaja recuperó el liderato en el marcador con dos tiros libres de Suárez (51-50, min 32), y el Obradoiro acusaba su falta de banquillo. Ahora eran los gallegos quienes no veían aro, y los de Málaga comenzaban a disfrutar de una renta que no veían desde el 10-0 inicial (58-52, min 35). Para colmo, Moncho Fernández veía castigadas sus protestas con dos técnicas y la obligación de abandonar el partido, y Carlos Suárez, con múltiples tiros libres (anotó 11 de 12) y un triple sobre la bocina de posesión, práctucamente sentenciaba el partido (68-55, min 38). Los gallegos se vieron perjudicados por su mal porcentaje de triples (26%). Demasiado tarde llegó el primer triple de Simons desde el descanso (72-60, a falta de un minuto). Con el 74-63 final, el Unicaja se llevó un partido por una diferencia que no indica el dominio que tuvo Monbus Obradoiro a lo largo del choque.