Una apuesta valiente por el apartado ofensivo, la rapidez como base de operaciones y la intención por llevar los partidos a una batalla de profundidad parecen los principales objetivos del grupo de Krzyzewski en Turquía. Con abundancia de bases en el conjunto y escasas apariciones de jugadores interiores, la polivalencia y capacidad atlética de sus componentes jugarán un papel fundamental en la guerra de cada partido.

Con sólo entrenamientos internos y un par de encuentros ante selecciones, las pocas pistas que nos deja la selección estadounidense apuntan a un estilo continuísta respecto a lo que pudimos ver en Pekín. Faltan los principales nombres de la NBA, pero eso no impide que tengan a los mayores talentos ofensivos del campeonato y una profundidad en las rotaciones que son la envidia de cualquier otra selección. Realicemos primero un repaso a los nombres e intentemos después adivinar cómo va a ser su baloncesto.

Un más que probable quinteto titular:

Rajon Rondo. Pocos jugadores en el planeta resisten una comparativa con sus habilidades a campo abierto. Todo un lujo en la transición, tiene también como punto fuerte la defensa de anticipación y los robos en los pases exteriores del rival. En el lado negativo, grandes carencias en el tiro exterior que podrían llevar a flotar su defensa para poder centrarse en ayudas, tal y como sucedió en las pasadas finales de la NBA.

Chauncey Billups. Debe ser el pegamento del equipo, aportando la veteranía necesaria a un jovencísimo conjunto. Si en Denver ha empezado a acusar la falta de rapidez propia de la edad, puede ser usado en labores de stopper y tirador exterior.

Andre Iguodala. “El Pippen del equipo” han empezado a etiquetarle, y quizás sea el adjetivo con el que mejor se pueda explicar su labor. Un jugador completísimo, capaz de hacer “un poco de todo”, desde incrementar la presión defensiva hasta ayudar en el rebote, pasando por su facilidad a la hora del juego en transición o sus rachas de anotación. Un “secundario” de lujo.

Kevin Durant. Todo hace indicar que los principales galones del equipo serán para él. Imparable en individual, fruto de una facilidad insultante para desbordar a su defensor y ser capaz de anotar tanto desde el exterior como en penetraciones. El gran talento ofensivo del conjunto, por él pasarán los balones más calientes cuando se acaben las posesiones.

Tyson Chandler. Sombras y luces a lo largo de su carrera, con notables carencias en el apartado ofensivo y determinante en el defensivo…, cuando le responde su físico. Ha pasado dos años horribles por problemas en su tobillo, pero parece llegar en buena forma. Debe cerrar el rebote e intimidar en las penetraciones con ayudas.

Los puntales desde el banquillo

Derrick Rose. Su punto fuerte llega en lo que pretende ser una de las constantes del conjunto: la velocidad. Tanto por capacidad de desborde como en transición resulta más que complicado pararle y ha mejorado uno de sus defectos, el lanzamiento exterior, aunque debe mejorar su defensa.

Rudy Gay. Es probable que algunas de las jugadas más espectaculares del Mundobasket lleven su firma, bien por algún mate en contraataque, bien por su facilidad de anotación en momentos complicados. Sus puntos débiles: defensor discreto y con algunos errores “de novato” a la hora de pasar el balón.

Danny Granger. Similar a Gay en virtudes y defectos, quizás sea quien más pueda acusar la inexperiencia, puesto que llega desde unos Pacers que en los últimos años han ocupado "las mazmorras" de la clasificación. Tremendas rachas de anotación, como se vio en el primer partido amistoso ante China.

Lamar Odom. El apunte de veteranía desde la “segunda unidad”. Es probable que sea usado como pívot ante las ausencias americanas en la pintura y aprovechando su envergadura. Gran facilidad para el pase y enormes recursos ofensivos, aunque en ocasiones se deja llevar por la precipitación.

El fondo de la rotación y la lucha por la última plaza

Kevin Love. Ha pasado un año muy complicado en los Wolves, dando un paso atrás respecto a su debut en la NBA. Espectacular reboteador con facilidad para anotar en lanzamientos abiertos, puede tener problemas en la defensa interior. Su puesto parece fijo ante la ausencia de hombres interiores.

Eric Gordon. Podría tener un papel similar al de Michael Redd en el último torneo, con escasos minutos y saliendo para “desatascar” el estático con su facilidad en el tiro exterior.

Stephen Curry. Parecía por encima de Gordon en los planes del equipo, exactamente en el mismo rol, pero una lesión de tobillo no le ha permitido entrenarse los últimos días y podría acabar con sus opciones de viajar a Turquía.

Russell Westbrook. Velocidad y desborde son sus puntos fuertes, pero la abundancia de bases en la selección podría llevarle a quedar fuera de los elegidos.

Rapidez y versatilidad

Dos “unos”, dos “treses” y un “pívot” parece la estructura que Krzyzewski ha elegido para su equipo. Intensísima defensa de la línea de pase para facilitar la salida al contragolpe, aceptando el riesgo de dejar posiciones cómodas para el rival, elevando el ritmo de juego para sacar fruto de sus virtudes. En el estático, la calidad de sus hombres y su facilidad para resolver en individual es probable que nos lleven a ver un baloncesto sencillo, con abundancia de tiros rápidos y sin miedo al fallo.

¿Cómo se les puede “meter mano”? No será fácil, pero quizás debamos pensar en su derrota ante Grecia -sí, han pasado 4 años ya, cierto- y en cómo España luchó “de tú a tú” hace un par de cursos. Minimizar pérdidas para evitar sus contraataques, cerrar el rebote defensivo y acertar en el lanzamiento exterior. Dadas las dificultades de elaborar un estático con calma ante una defensa muy presionante, con problemas para encontrar a un interior con ventaja, quizás debamos recordar las rachas desde el triple de los Spanoulis, Rudy o Navarro junto con los estáticos que buscan sacar una rápida ventaja tras un pase al interior, tal y como llegó a suceder a través de un primer intento con Papadopoulos o Pau, y que podrían resultar provechosos ante las carencias de los americanos en esas posiciones de la pintura, o pensando incluso en esos sencillos pick&roll con Schortsanitis.

La búsqueda de la rapidez es un objetivo en los estadounidenses, por lo que pueden también llegar rachas de un cierto descontrol y correcalles en sus partidos, quizás junto a la inexperiencia de muchos de sus componentes el punto más débil. La presión es grande, y algunos de los jugadores podría llegar a acusar el no haberse visto jamás en una situación igual.

Y es que sólo les vale el oro, ¿lo conseguirán?