Desde que en el verano del 2007 Otis Smith le decidiese firmar como GM de los Orlando Magic un contrato por seis temporadas y un valor de 118 millones de dólares, la figura de Rashard Lewis ha sido protagonista año tras año en la liga desde entonces. Bien para comprobar si su rendimiento deportivo merecía de tal esfuerzo o, como últimamente, conocer de qué forma y cuándo terminaría la losa que han supuesto sus últimas idas y venidas dentro de la NBA.

Pero este primer traspaso –adelantado por draftexpress.com–  con miras a la temporada 2012/2013, y a poco más de una semana para que se celebre el draft; encierra más opciones que vamos a intentar desgranar poco a poco:

Hasta el pasado mes de abril los Hornets eran propiedad de la NBA. Y bajo este “mandato local”, se produjo el movimiento que hacia tener que caminar hacia un nuevo proyecto: el traspaso de Chris Paul. Y este trayecto partía con los picks #1 y #10 (vía Wolves) como inicio. El reciente traspaso no hace más que reforzar esta idea.

New Orleans Hornets (NOLA) se hace con los servicios de Rashard Lewis y la elección número 46, a cambio de Emeka Okafor y Trevor Ariza. A simple vista, parece que en términos salariales la cosa está compensada, pero para los Hornets este movimiento supondrá un ahorro de unos 30 millones de dólares en los próximos dos años. ¿Por qué?

Tanto Okafor como Ariza, tienen contrato en vigor para las dos próximas campañas. Bien es cierto, que mirando hacia la 2013/14 ambos podrían desvincularse del que ya es su nuevo equipo: los Wizards. Aunque parece poco probable.

En el caso del jugador dominicano, porque posee una Player Option (PO) de más de 7 millones, cantidad que difícilmente va a conseguir de salir a la agencia libre. Ocurriendo algo parecido con el ex Huskie. El pívot tiene más de 14 millones comprometidos, estando en su mano poder romper ese acuerdo en base a la llamada Early Termination Option (ETO). Este tipo de opción contractual sólo se puede incluir en aquellos acuerdos de máxima duración (5 años bajo el nuevo CBA) y únicamente el jugador tiene la posibilidad de decidir; nunca la franquicia (el contrato original data de 2008 –Bobcats– con 72 millones de dólares por 6 temporadas). Dicho esto, y dado el rendimiento del interior en los últimos años, tampoco lograría unas mejores cifras de aventurarse a salir al mercado.

Pero lo más importante y la clave del ahorro está en Rashard Lewis. Ya que los Hornets podrán romper su relación mercantil pagándole una pequeña parte de su contrato, aquella que está garantizada para esta próxima campaña 2012/13. Una cifra muy inferior a todo el dinero que le quedaría por cobrar al ala-pívot: 13.7 millones. ¿Alguien duda de que no harán realidad esa posibilidad?

Alguno de vosotros estará pensando en porqué en lugar de pagarle para que abandone el equipo, no usan con él la Amnesty Provision. Bien, esta opción ahora mismo no sería legal, pues acaban de adquirir al jugador en un traspaso y el nuevo convenio colectivo lo prohíbe. SÍ podría haberla ejecutado el equipo de Washington, pero han preferido enfocar su salida de otra manera.

Rebuilding: jóvenes alocados, por serendidad

Por tanto, los Hornets se “agarran” al manual de la buena reconstrucción, y en base al draft y disponiendo de salary cap intentarán volver a la élite de la NBA tan pronto como sea posible. Nadie discute que su primera elección será Anthony Davis, pero el traspaso abre el abanico en cuanto a lo que harán con la décima. Quedando también por saber si lograrán convencer a Eric Gordon para que firme su extensión.

¿Y los Wizards? Aquella reconstrucción de jóvenes con enorme potencial se ha visto abocada a cambios drásticos, sobre todo basados a la lamentable imagen y falta de inteligencia que han enseñado buena parte del año pasado. Para ello no han dudado en cargarse con grandes contratos y sacrificar su posible futuro trabajo en la agencia libre, buscando dotar de mayor equilibrio y rodear a Wall de mucha mayor seriedad y experiencia.

Con la llegada de dos interiores como Nené y Emeka Okafor (sumados a los ¿Blatche?, Booker, Vesely y Seraphin), ya no parece tan claro que el pick #3 del que disponen en el draft sea utilizado en un pívot; con lo que nombres como los de Harrison Barnes o Bradley Beal, cotizan al alza.

El encerrar entre interrogaciones a Blatche no es casualidad. Lo cierto es que su presencia en la franquicia puede perfectamente ser evitable. Quizá no mediante otro traspaso, pues con una extensión de contrato reciente, y actualmente por encima de su valor real de mercado encontrar comprador no será tarea fácil. Pero sí, pueden aprovechar la amnesty rule.

Pero nos queda alguna pregunta más. Quedando libre Rashard Lewis, ¿qué franquicia apostará por él mediante un contrato por el mínimo o haciendo uso de alguna excepción salarial? ¿Podrá convertirse en pieza útil dentro de un rol secundario/especialista y bajo un contrato ajustado a ello?