Hace un par de días el agente de jugadores, Juan Lasso, abría el debate en Twitter: “tercera medalla del verano. Dos oros, u16 y u18 y una plata u20. Y 61 nacionales en la ACB (sobre 224). Estamos locos”.

Si hacemos el cálculo pertinente eso equivale a que tan sólo un 27.2% de los jugadores de la Liga Endesa (ACB) son nacionales. Sabe mal, en las categorías inferiores se ha demostrado claramente cómo nuestros chavales (¡y chavalas!) compiten contra cualquier selección del mundo. No obstante, no me cabe duda que el tweet de respuesta de Ferran López, director deportivo del Montakit Fuenlabrada, está cargado de lógica: “Juan, ¿y en las LEB’s cuántos? Es donde deberían seguir formándose. No culpéis siempre a los clubs ACB. Mira las plantillas LEB’s”.

Según me apunta mi compañero en Solobaket Ramón Juan: “he contado mirando el mercado de la LEB ORO y me salen, a dia de hoy, 87 españoles sobre unos 170 (el mercado está aún abierto). Supondría aproximadamente el 50%.  Hay clubes que llegan a 6 porque se ahorran el 20% de la cuota federativa. Faltarán, aproximadamente, un 10% de jugadores en total por fichar. La mayoría ya casi han cerrado ya plantillas”. Pensad que la ficha de un jugador de formación cuesta 120 euros (100 euros en Plata) y la de un extracomunitario son 1.000 euros (en Plata también) siempre que sea fichado antes de empezar la competición. En caso de fichar empezada la primera vuelta el pago de un extracomunitario es de 1.500 euros (1.400 en Plata), y si es fichado en la segunda vuelta ya sube a 2.000 euros (1.750 en Plata). No obstante, como indican los números, esa medida es insuficiente. Con la ley en mano, la LEB Oro y Plata no son ligas profesionales aunque haya jugadores que cobren como algún ACB no muy cotizado. 

En LEB Plata el fenómeno en cuestión se acentúa, al menos la temporada pasada. No podemos hacer el cálculo de la temporada que se acerca por que el porcentaje de fichas sin cerrar es bastante mayor, pero si echamos un vistazo a los guarismos del curso pasado estos marcan que en la tercera máxima competición de España masculina el porcentaje de jugadores nacionales aún bajaba más… un 42%, un 6% menos que el de la Oro en ese periodo. 

Hace un par de años fui a ver jugar a un familiar en la máxima categoría autonómica de Valencia. En el equipo rival había 3 norteamericanos, uno de ellos un 2.05 que volaba y tiraba de tres fenomenal. Estaremos de acuerdo que la Liga Endesa es una empresa privada y, como tal, nos guste más o menos, se entiende que lo normal es que se ciñan a su propia ‘supervivencia’, más allá de poner o no en duda sus estrategias. Comparto con López que la actual estructuración de las competiciones de la Federación Española de Baloncesto no es propicia, así lo apuntaba también Joan Peñarroya hace unos meses en una entrevista que le realicé ¿Por qué no hay vida más allá de la categoría júnior, la cual acaba a la tierna edad de 18 años? ¿Por qué no se alarga como antaño o por qué no se crea de nuevo una competición sub-20 o sub-23? Y… ¿sería pedir mucho que se busque una vinculación con las universidades públicas que permitan a nuestras y nuestros jóvenes conjugar formación deportiva con la académica?