Los jugadores del Tenerife Rural Antwain Barbour y Gimel Lewis se encuentran en libertad tras ser detenidos en la madrugada del pasado sábado en La Laguna por haberse producido varios incidentes con la Policía Nacional en la zona denominada del cuadrilátero. Aunque aún no hay una versión oficial de los hechos ocurridos, y se esperaba un comunicado del mismo club de la LEB Oro, este medio pudo conocer que los dos jugadores salieron a la noche lagunera una vez acabó el encuentro liguero contra el Plus Pujol Lleida. Hubo una fuerte discusión con una persona, que luego se identificaría como policía (iba de paisano), ya que éste les recriminó que orinaran en la vía pública esa noche. Se produjo una trifulca en la que también comparecieron otros números de la Policía Nacional que recibieron golpes e insultos por este altercado, que acabó con Barbour y Lewis en la comisaría. Durmieron en su calabozo. Fueron puestos a disposición del juzgado de guardia, el Número Cuatro de Instrucción de La Laguna, en la mañana del sábado.
Se les tomó declaración a ambos en presencia de abogado como imputados, además de que se tuvo en cuenta el atestado policial y los testimonios de los policías agredidos, que habrán presentado su parte de lesiones. Otra versión, ofrecida por La Gaceta de Canarias, es que los dos jugadores discutieron con una chica en el interior de un local de ocio de La Laguna y la amenazaron con un vaso de cristal. La chica se vio intimidada y con miedo por lo que su idea era denunciar los hechos (dato no confirmado). Otras fuentes indican que fueron dos chicas las que se vieron molestadas por estos jugadores, se fueron del local y no denunciaron. El suceso, más tarde, pasó a la calle y tuvieron que intervenir los policías para reducir a Barbour y Lewis, que estaban algo agresivos. Lo que se confirma es que hay una denuncia de la policía por alterar el orden contra ellos.
Aunque en un momento procesal se sabrá la calificación del fiscal y si se acusa a estos dos jugadores, con estos datos podrían enfrentarse a un delito de atentado contra la autoridad.
Todo ello conllevaría a una penas de dos a cuatro años de prisión por el atentado contra la autoridad con lesiones, resistencia activa grave e intimidación grave, o una multa si es falta (leve discusión sin agresiones), como mal menor.
Si hay denuncia de una joven, habría un delito de intento de lesiones (un grado inferior al establecido entre seis meses y tres años). Si hubiere sentencia condenatoria en su día, por la gravedad de las penas, se estimaría la expulsión del país por ser extranjeros y la prohibición de retornar.
El club hará una investigación interna
Este medio se puso en contacto ayer con representantes del Tenerife Rural, que informaron que no podían hablar de momento sobre el escabroso asunto hasta no tener coleccionada toda la documentación y los datos del espinoso asunto. Así, el entrenador Rafael Sanz, sólo dijo que “el club se mueve en estos momentos conociendo todos los detalles de lo que pasó”.Por su lado, el jefe de prensa,Paco Simón, comunicó que “el club recabará los datos pertinentes acerca de lo sucedido, y si a partir de ahí hay que tomar decisiones si es menester, siempre sería de forma interna”, por lo que si hubiera multas a los jugadores, al trasgredir el régimen interno disciplinario, el tema iba a quedar en casa sin trascender a la opinión pública.
Fuente: : Diario de Avisos.com