Estaba Salamanca preparada para la fiesta. Después de ganar el primer partido en Rivas y con el segundo en casa, todo apuntaba a que las locales saldrían campeonas del partido. Sin embargo, nadie podía esperar que fuera así, con las ripenses por delante todo el partido y Perfumerías ganando la final con dos tiros libres fuera de tiempo. Absolutamente increíble.

Pocos sentimientos evocan tan efectivamente la motivación como la necesidad y Rivas necesitaba la victoria para seguir vivo en la final de la Liga Femenina. Se notó. Salían con la máxima concentración a los dos lados de la pista, agresivas en ataque, impidiendo incluso a Perfumerías Avenida la opción del lanzamiento y acertadas en ataque, moviendo bien la pelota y consiguiendo llegar cerca del aro para anotar, en la salida, 0-8. Paraba el partido Victor Lapeña y el tiempo muerto no daba el resultado esperado, tan sólo dos puntos en más de cinco minutos de juego y ambos desde el tiro libre; tan sólo la aparición de Sulciute con cinco puntos consecutivos empezaba a equilibrar el encuentro, 7-11. El ritmo del partido era para Rivas, que bailaba al son que marcaba Anna Cruz, que aprovechaba además los minutos de ausencia de Xargay, lesionada momentáneamente. Al final del primer parcial, 10-19.

El comienzo del segundo cuarto volvía a ser para las madrileñas, que no sólo respondían a cada canasta de su rival sino que además lograban ampliar la brecha, superando la zona 2-3 de Perfumerías con una circulación de balón rápida y precisa, Lapeña volvía a parar el partido con 15-28. El partido perdía brillo por momentos por la falta de acierto de ambos contendientes y tan sólo los destellos de Casas y Cruz ponían algo de luz. Se entraba así en el tramo final de la primera parte en el que el carácter de Paola Ferrari, con cinco puntos consecutivos, volvía a meter a Perfumerías y al Würzburg en el partido; Méndez paraba el partido a 1.45 para el descanso y con 22-35. Poco más dio de si el segundo tiempo, tan sólo para dejar al pabellón sin respiración tras un mal gesto de Anna Cruz que se retiraba lesionada y con gestos claros de dolor. 24-38.

El marcador permanecía estancado y tuvo que ser Xargay la que acabase con la sequía anotadora después de dos minutos de juego. Precisamente la catalana se echaba el equipo a la espalda para liderar el parcial de 8-0, con los tres primeros puntos de Currie incluidos, que le devolvían la fe al conjunto salmantino, 32-38. Rivas contestaba con un 0-5 pero Currie quería volver a tener el protagonismo que le había faltado durante el resto del partido, entre ella y Xargay estaban acercando a las locales en el marcador, 38-43 a 2.30 para el final de tercer cuarto. Los deberes quedaban por hacer para el último cuarto pese al acierto de Kurasova, que facturaba un 2+1 para acabar, 40-50.

Rivas conseguía mantener la diferencia entorno a los diez puntos hasta la aparición de Willingham con un 2+1 que ponía el 47-54, disparando la ansiedad en unas y los nervios en las otras. Pesaban más los nervios, ya que el público apretaba de lo lindo y Perfumerías seguía recortando la distancia con Marta Fernández liderando al equipo, 52-56 a cinco para el final. Honti enfriaba un poco los ánimos con un triple para darle aire a su equipo, 54-59. Otra vez Fernández, esta vez de tres para volver a poner la diferencia en dos, a lo que respondía de inmediato Vajda, 57-61 y tiempo muerto de Lapeña para afrontar los dos últimos minutos. A cada acción, reacción; momentos de auténtica locura con tres triples seguidos: Xargay, Kurasova y Vajda, 65-66. Última oportunidad de ganar el partido para Rivas, que falló la contra para Perfumerías en la que erraba hasta tres lanzamientos bajo la canasta para lograr forzar una falta que le daba la oportunidad a Willingham para ganar el partido con dos tiros libres sin tiempo para reacción, sin siquiera rebote. El primero dentro y el segundo también. Perfumerías Avenida se llevaba el partido y el título con un final digno de película de Hitchcock.