El club en el que entrena Manuel Hussein se tambalea desde que se decidiera cambiar de residencia, Santander por Cantabria. Actualmente tan sólo posee alrededor de los 50 socios y la pretemporada ha sido desconcertante.
Parece ser que el técnico, su base norteamericano Greg Davis y el holandés Timmermans están en una situación un tanto delicada.
El consejo de administración liderado por el señor Díaz Porras, obviamente nada exenta de culpa, intenta buscar soluciones en su organización para estabilizar el proyecto. El movimiento elegido ha sido prescindir de los servicios del delegado de equipo de las últimas temporadas para poner en su lugar a un hijo del máximo accionista del equipo, el propio Díaz Porras.