No salió nada. Ni lo más mundano, ni lo más sencillo. Nada. Partido para olvidar el que España ha perdido con Bélgica por 71-89 en el triangular que estas dos selecciones y Túnez han disputado en La Laguna (Tenerife).
El partido para el conjunto español duró realmente cinco minutos, los que pasaron hasta que Sergio Llull se lesionó y conmocionó a todos los que estuvieran viéndolo o los que se enteraran más tarde del suceso. Llull conducía una transición con velocidad por la parte derecha de la cancha cuando, después de apartar al defensor, apoyó mal su rodilla derecha en el parqué. El jugador de Mahón comenzó a gritar de dolor y esos alaridos fueron los que paradójicamente silenciaron el Pabellón Santiago Martín.
#Selección #RutaÑ2017 La rodilla derecha de Sergio Llull nos tiene en vilo. Pinta feo [Vídeo: @Aaron_Morales_] pic.twitter.com/kzeE2FlkQM
— Mike Maestre (@MaestreBasket) 9 de agosto de 2017
Conscientes de la gravedad del asunto, los jugadores españoles desconectaron. O, cuando quisieron pensar en el partido en sí, no pudieron. Se juntó eso y el buen desempeño de los belgas, que movían el balón con una facilidad pasmosa y ejecutaban tiros lejanos con un acierto bien reseñable.
Para olvidar
España estuvo atascada en muchos aspectos. Se vio una falta de fluidez que Scariolo deberá revertir en las próximas pruebas si quiere llegar a tope al inicio del Europeo. Sorprendió la nula movilidad cuando Pau Gasol recibía el balón en el poste bajo, lo que fue pan para hoy y hambre para mañana cuando el pívot de los Spurs se tomaba los descansos en el banquillo. Su hermano Marc estuvo fallón en el recibimiento abajo, con poca comunicación con los bases. Con ello Bélgica tocó muchos balones en defensa y le fue más fácil controlar las ofensivas del rival.
La bajada de brazos en defensa, comprensible ante el caso de Llull, se hizo patente en el moento en que los belgas comenzaron a martillear desde lejos el aro español. Gillet, Salumu, Lecomte, Hervelle… todos se unían a la fiesta. Acabaron con 14/31 desde fuera del arco de tres, toda una muestra de poderío exterior.

En España destacaron positivamente algunso aspectos inherentes en algunos jugadores: la fuerza al rebote de Juancho Hernangómez, la capacidad para crear tiros de la nada de Navarro o la superioridad manifiesta de Pau Gasol tras reverso en la zona. Pero, fuera de estos ejemplos, faltó mucho.
No ayudó la precipitación al verse tan rápidamente con quince puntos por remontar. Desde el segundo cuarto ésa fue la diferencia media entre ambos equipos. Se notó ansiedad en un Joan Sastre que sabe que es de los que se juega entrar o no en la lista final en amistosos como éste. Se vio a Sergio Rodríguez queriendo ser profeta en su tierra pero sin una idea clara. Y se vio falto de minutos a Sebas Sáiz.
Reivindicación belga
Además de la baja de Llull, el factor que no debemos olvidar es la propia Bélgica. Jugó un partido sobresaliente. Es cierto que están más rodados, con más preparación conjunta, pero lo es en igual medida que llegaban a este encuentro sin jugadores de reconocido prestigio como Sam van Rossom o Matt Lojeski.
Un movimiento de balón excepcional les fue dando una ventaja que supieron administrar con faltas bien cometidas en defensa, aportando más dureza que España y viéndose en crecimiento continuo con el paso de los minutos. Les entró todo, eso es cierto, pero el trabajo fue digno merecedor de la victoria que finalmente lograron.

Navarro, histórico
Juan Carlos Navarro alcanzó en este encuentro la cifra de 239 internacionalidades con la Selección Española. Iguala el registro de Juan Antonio San Epifanio, más conocido como 'Epi', como jugador con un mayor registro de partidos vistiendo la camiseta de España en baloncesto.
Es pertinente recordar que la FEB no sólo cuenta los partidos en los que se disputan minutos, sino también las convocatorias por acta aunque el jugador en cuestrión no llegue a pisar la pista. De todos modos, contando con esta excepción, Navarro tendrá durante el desarrollo del EuroBasket el récord sin y con partidos por acta.