Desde la lejana Rusia visitaba el Palau Blaugrana el líder del grupo, un Lokomotiv Kuban invicto, que buscaba vencer en la pista del rival, a priori, favorito del grupo.

Se trata de un equipo que no tiene excesiva profundad de banquillo y que fundamenta su juego en Malcolm Delaney (MVP de la competición el pasado mes de Octubre), un renacido Víctor Claver, al que parece que le sienta mucho mejor la fría Rusia que la paella valenciana, y el acierto en el tiro con el que han iniciado la competición.

Por parte azulgrana, su juego más coral (solamente Doellman y Tomic superan los 20 minutos por partido) y evitar la relajación (como ha sucedido en jornadas precedentes) debían ser suficientes para acceder al liderato del grupo.

La versión de Euroliga del FC Barcelona Lassa juega al despiste con sus rivales. Con el paso de los partidos, los entrenamientos y el visionado de los rivales, el desarrollo del juego ofensivo se ha centrado en el arte del disimulo. Las posesiones las inicia siempre Navarro, para fijar la defensa rival, que le sigue temiendo como generador de juego o como anotador (cada vez menos), pero los que acaban asumiendo los galones en la anotación son Doellman y un Tomic, que se muestra especialmente activo en la competición europea. El primer cuarto lo ha dominado Ante Tomic con sus 10 puntos y la sensación de poder superar con facilidad el juego interior ruso.

Con las rotaciones se produce la transformación en el equipo. El peso ofensivo pasa a ser de la línea exterior (¡¡qué necesarios son Ribas y Abrines!!), mientras que la fuerza y el músculo quedan para Lawal y Samuels. Aunque parece que esté en un segundo plano, la distribución de Arroyo es clave. Mayor fluidez que con Navarro en pista, pero más polivalencia y juego coral. El segundo cuarto ha seguido la misma tónica que los primeros 10 minutos, pero con los protagonistas cambiados. Ya no hablamos de titulares o suplentes, si no de 2 quintetos, con sus diferencias, que deben coexistir para desarbolar las aptitudes del equipo rival.

La frialdad en el juego (poco divertimento para un público que esperara anotación y transiciones veloces) ha provocado que el resultado al descanso fuera un escaso 37-31. Ésta era una de las opciones más factibles en un enfrentamiento entre 2 equipos que querían finalizar los 40 minutos saliendo victoriosos. Las estadísticas reflejaban una valoración de 52 a 21, a favor de los azulgranas, lo que hacía presagiar un posible despegue en el marcador, a poco que ajustaran la puntería. Por parte rusa, mala primera parte de Víctor Claver (-4 de valoración) y del actual MVP de la competición, Delaney con un +6, a pesar de haber jugado casi 18 minutos.

Y como sucede con las matrioskas, no puedes encajar una pieza más grande dentro de una más pequeña, y es lo que ha sucedido en el tercer cuarto, en el que las pérdidas de balón y ciertos desajustes han permitido al Lokomotiv ponerse por delante en el marcador. Parece que los automatismos que pretende Xavi Pascual quedan muy desequilibrados cuando coinciden en pista Arroyo, Navarro, Perperoglou, Doellman y Lawal, aunque quizás esta primera fase de la competición sirva para que equipos que pretenden llegar lejos sigan con su particular pretemporada. Al final del tercer cuarto, a pesar del desastre azulgrana en ambos lados de la pista (parcial de 11 a 18), un equipo ruso algo mejorado solamente ganaba de 1 punto (48-49).

Por el contrario, el Lokomotiv Kuban ha jugado mucho más cómodo, con mucha rapidez en el movimiento del balón y ese acierto que le había sido negado en la primera mitad. Su trío más letal ha estado formado por Delaney (previsible que mejorara su primera mitad), Claver al que se ha visto más activo, y Draper que siempre juega bien contra el FC Barcelona Lassa.

Mal inicio del último cuarto de los jugadores de Xavi Pascual, que ha echado de menos las aportaciones de los habituales Tomic, Samuels y Satoransky. La entrada del checo en pista ha coincidido con la recuperación azulgrana, para poner al equipo a solamente 1 punto a falta de 3:26 para el desenlace. Intensidad defensiva, transiciones rápidas y mejor movimiento del balón, que no ha permitido a los rusos llegar a tiros librados de Oleson y Abrines. Enorme la resistencia de Draper y Delaney, que han mantenido en el partido a su equipo, gracias a su acierto en el lanzamiento.

Partido igualado entre 2 de los aspirantes a copar los primeros puestos del grupo, que se ha llevado el que ha sabido gestionar con más acierto los últimos 2 minutos. Mucho que agradecer al trabajo de Tomic y Satoransky en estos minutos finales para lograr la victoria y el liderato de grupo.