Esta fabulilla, salga bien o mal, me ha ocurrido ahora por casualidad.

Cerca de unos prados que hay en mi lugar, pasaba un borrico por casualidad.

Una flauta en ellos halló, que un zagal se dejó olvidada por casualidad.

Acercóse a olerla el dicho animal y dio un resoplido por casualidad.

En la flauta el aire se hubo de colar, y sonó la flauta por casualidad.

"¡Oh!", dijo el borrico. "¡Qué bien sé tocar! ¡Y dirán que es mala la música asnal!"

 Sin reglas del arte borriquitos hay que una vez aciertan por casualidad.

El descubrimiento de Juan Carlos Navarro es la única nota de casualidad dentro de su espectacular carrera deportiva. No hay que atribuirlo a un sesudo y contínuo proceso de boca-oreja entre scouters profesionales. Corría la temporada 91-92. Antonio Maceiras, el que fuera director deportivo del FC Barcelona, Girona y R.Madrid y, entre otras más labores, ex asesor europeo de los Spurs, afrontaba su segunda temporada dentro del organigrama del FC Barcelona. Su labor, entonces, era la de coordinador del baloncesto base. La casualidad -nos remitiremos a ella por última vez- hizo que se quedara maravillado por un pequeño diablo del baloncesto. No lo era el que estuviera viendo partidos en el CB Santfeliuenc. Formaba parte de su trabajo el ver una veintena de partidos de categorías inferiores cada sábado. El padre de Ricard Navarro, un buen ala-pívot de las categorías inferiores del club blaugrana se dirigía a Maceiras y le dijo:

– "¿Has visto al Juancarlillos? Ese de ahí, el que mete más puntos".

Un menudo jugador, dos años menor que el resto de sus compañeros, ejercía un dominio tiránico sobre el resto. El ojeador blaugrana le ofreció la posibilidad de seguir haciendo diabluras en las filas del FC Barcelona. Desde entonces, no ha dejado de hacerlas y de dejar con la boca abierta a seguidores y rivales.

"Es de justicia reconocer la labor de Miguelito López Abril", indica Maceiras, "una figura clave en su carrera, que lo entrenó durante 3 temporadas (1 infantil y 2 cadetes) y le ayudó muchísimo en convertirlo en el jugador que es ahora".

Solobasket.com ha querido hablar con Antonio Maceiras, la persona que puso las herramientas para que la futura "Bomba" forjara un nombre de una leyenda que todavía no ha terminado de escribirse.

¿Quién era aquel chavalín que con sólo verle un par de acciones fue capaz de maravillar a aquel observador? Desde luego alguien con un don especial. "Era un jugador con una capacidad para anotar descomunal, tenía una puntería tremenda. Su explosividad también era extraordinaria". El ex directivo blaugrana va más allá en las comparaciones: "A nivel de alta competición europea no ha exisitido nadie con su explosividad y cambio de ritmo. Esa combinación le convertían en un fenómeno fuera de lo común".

Joan Montes le bautizaría como "la Bomba", no por su peculiar manera de reinterpretar la bandeja sino por esa explosividad que le hacía único. Maceiras matiza que esa particularidad sí forma parte de una exageración física algo que no se aprecia cuando vemos el físico de Navarro en comparación con muchos de los jugadores con los que cohabita y contra los que compite. Basta con echar un vistazo a la reciente final del Europeo.

La progresión de Navarro, con sus baches, con sus momentos también malos, no ha sido flor de un día. El que haya descubierto a Juanki en este europeo no es consciente de la evolución como jugador. "Una de sus virtudes es que va añadiendo cosas a su repertorio", indica Maceiras, "así que en líneas generales, cada temporada es mejor que en la anterior". La ausencia por lesión de Pete Mickeal ha derivado en una mayor dependencia de Navarro, quien posiblemente ha jugado la mejor temporada de su historia, sólamente frenado por Obradovic en la antesala de la Final Four. Al menos, esa es la sensación que un poco se pudo ver en los Cuartos de final de la Euroliga. Maceiras piensa, sin embargo, que el límite reside en el propio jugador: "Creo que cuando no ha rendido bien ha sido debido más a un problema suyo que por otros motivos. Cuando Navarro está metido en el flujo del partido es dificilísimo detenerlo. Su "bomba" es un lanzamiento indefendible. Si te acercas mucho, te rompe con su explosividad y si te separas es capaz de clavarte un triple desde 9 metros…".

Por su capacidad de competir, por su creatividad, compromiso, Navarro ya ha sido comparado con los mejores mitos europeos. Muchos hablan de si es un nuevo Petrovic, algo muy difícil de comparar aunque sí es uno de los grandes talentos surgidos en las últimas décadas. "Es muy difícil buscar comparaciones entre jugadores de diferentes épocas. Lo que sí es seguro es que es mucho mejor que una gran cantidad de jugadores que disputan la NBA". Este ex asesor de los Spurs piensa que "si Navarro se hubiera tomado la NBA como un reto ahora hubiera alcanzado un nivel más alto que el de, por ejemplo, Tony Parker (¡fijaos de qué nivel estamos hablando!)". Navarro jugó la temporada 2007-08 en los Memphis Grizzlies, con su amigo Pau Gasol, promediando casi 11 puntos por partido, anotando 156 triples y siendo incluido en el segundo quinteto de debutantes. Un curso después, volvió al Barça. Muchos pensaron que podía haber dado más de sí en Memphis o en otra franquicia. Maceiras, sin embargo, habla de sensaciones, de feeling: "Creo que él se encontraba más a gusto con la competitividad del baloncesto europeo que con el ocio de la NBA". Su club, con el que volvería a ganar una Euroleague y alguna que otra competición doméstica más, agradeció esa característica que ha marcado el estilo ganador de Navarro.

Con la temporada concluida con broche de oro a nivel de selecciones, a las puertas del inicio de dos grandes competiciones como la ACB y la Euroleague, con 14 temporadas desde que debutó en el primer equipo, es un buen momento para valorar las aportaciones del jugador de Sant Feliu de Llobregat:

¿Al baloncesto?

"Creo que ha aportado una mandera de jugar super competitiva y que a su vez hace disfrutar al aficionado con su frescura y espectacularidad".

¿Al FC Barcelona?

"Es un símbolo. Hablamos de un jugador que llega a los 12 años, pasa por todas las categorías y se consagra como el número 1 europeo. A sus 31 años lleva 18 temporadas en el club".

¿A la selección?

"Un referente determinante en todos los éxitos de la pasada década. Cuando no estuvo ea su nivel por culpa de su lesión en el Eurobasket del 2007 se perdió una final que en caso de estar bien se hubiera ganado".

18.7 puntos, 47.8% t2 (33/69), 44.7% 73 (34/76), 90.5 t1 (38.42), 3.0 app, 1.5 rpp y 27 mpp. Decía Michael Jordan que a los 30 años era cuando empezaba a encontrarse más a gusto jugando, cuando empezaba a ser mejor jugador de baloncesto. Aquella  misma temporada, 92-93, conseguía su tercer anillo, ante los Suns.

A ver qué nos tiene preparado Navarro para el próximo curso.