El Congreso de la Federación Internacional de Baloncesto ha cerrado su vigésima edición en Sevilla con cambios importantes en su estructura y un nuevo presidente, Horacio Muratore. El argentino ha recogido el testigo de Yvan Mainini para los próximos cinco años (2014-2019) con un mensaje de continuidad en cuanto a proyectos que ya surgieron con él como vicepresidente y miembro del Bureau central de la institución: "Cuando hicimos los proyectos pensamos en cuatro años porque sabíamos que había que resolverlos, aprobarlos y ponerlos en función. Creo que eso me va a tocar a mí, esas funciones en los próximos cinco años, porque va a ser un periodo de cinco años excepcional por el cambio de la fecha del próximo Mundial".
Estos son los retos que asume:
- Consolidación del nuevo sistema de clasificación: Ya se empezó a hablar de ello en noviembre de 2012, cuando la FIBA anunció en un comunicado su intención de celebrar partidos clasificatorios. Así lo explicaba Muratore a la salida del congreso: "Nosotros queremos tener no treinta o cuarenta federaciones, como toda la vida hemos tenido en todo el mundo, que estén dentro de la gran competencia. Tenemos la esperanza de que sean 140 las federaciones que empiecen a competir para llegar a una Copa Mundial".
- Consolidación de la modalidad del 3×3: "Estamos esperando la decisión del Comité Olímpico Internacional de declararlo deporte de verano y pensamos que en Japón (2020) lo vamos a tener, dentro de las Olimpiadas".
- Nuevo sistema de gobierno: "Se quiere unificar a la FIBA, que sea una, y no tener seis cabezas (la misma Federación Internacional y su representación en cada continente), todos los cambios han sido en vista a eso para trabajar mejor, utilizar mejor los recursos y no malgastarlos". Un proceso de centralización que pretende trabajar de forma directa con la federación de cada país, pero que a la vez solicita su colaboración porque, a pesar de todo, "si no hay federaciones nacionales que trabajen, que reestructuren su parte administrativa, su parte deportiva, que sean más claras, transparentes y democráticas, no van a poder continuar en este gran plan que FIBA ha hecho y que todas las federaciones han aprobado por unanimidad. Todo se va a poder hacer si hay un buen trabajo de las federaciones nacionales. Nosotros lo vamos a apoyar, pero obviamente ellos también tienen que reestructurarse a la altura de lo que necesita el baloncesto en el mundo en estos momentos".

También se ha aprobado en este congreso la ampliación de su órgano de gobierno, que pasa de los 22 a 29 miembros, y que obedece a dos motivos fundamentales: la búsqueda de equilibrio en cuanto al género, atendiendo a los consejos del COI por que al menos un 33% de sus miembros sean mujeres, y la intención de recoger federaciones importantes como Rusia, China o Estados Unidos, ya que "la FIBA también las necesita", según Muratore.
Otro de los temas a los que ha respondido Muratore ha sido la implicación de la NBA, que formará parte directa en el gobierno de la FIBA con estos cambios, en los planes de la FIBA: "La NBA aprueba totalmente el proyecto. Aprueban totalmente este nuevo sistema de clasificación. Están de acuerdo en que no se jerarquice nuestro campeonato mundial y que sea el gran evento de toda la gente del baloncesto; pero bueno, todo eso hay que seguir conversándolo. Hay ventanas en las que a lo mejor ellos no pueden ayudar, pero tiempo al tiempo. Ya ha ocurrido con todos, con los seleccionadores de EEUU también. Cuando después necesitaban los jugadores, estuvieron también y tuvieron que participar en las competencias mundiales. Creo que va a ocurrir lo mismo. Se han pasado veinte años del contrato y se ha cumplido perfectamente. Si hay un problema únicamente es con alguna franquicia, no con la NBA, porque la NBA y FIBA trabajan de forma conjunta".
Ante las preguntas de varios medios argentinos, también se refirió a la situación de la Confederación Argentina de Baloncesto (CABB), sus problemas económicos y sospechas de corrupción en su gestión, con dimisiones de por medio, que han terminado provocando la intervención de la FIBA: "Bueno, son momentos que pasan. La CABB tiene una historia increíble. Ha trabajado mucha gente; dirigentes, jugadores, técnicos, para que lleguemos a lo que hemos sido. Así que hay que pasarlo de la mejor manera posible. Desde el punto de vista de la Federación Internacional, lo que quiso hacer es ayudar a la federación argentina a no tener problemas tanto deportivos como económicos al no participar en un mundial. Se ha propuesto desde FIBA a Eduardo Bassi (presidente de la Asociación de Clubes en Argentina) para que ayude en este plan de desarrollo, porque no se podía dejar a una federación tan importante decaer con toda su actividad, y no hablamos solo de la selección, ahí tenemos todo el baloncesto de base, el baloncesto femenino… A FIBA, por supuesto, no le gusta este tipo de cosas. Siempre mantiene la institucionalidad de sus federaciones afiliadas pero hay situaciones como ésta, en las que había un Mundial de por medio, y había que tomar una decisión y ayudar a la federación nacional. Ahora, obviamente, lo que quiere FIBA es que el baloncesto lo manejen los propios dirigentes elegidos democráticamente. Creo que va a volver todo a la normalidad".
¿Y qué espera Muratore de la cita de los próximos días, la Copa del Mundo de España? "Espero que sea lo que está llamado a ser: el mejor Mundial de todos los tiempos. Se ha trabajado, y lo he visto de cerca porque está muy pegado mi país con España. Soy uno de los que decidió que se hiciera el Mundial acá. Estamos esperanzados por que se cumplan las aspiraciones, porque con todo lo que ha pasado, y aún así, España sigue adelante. Se merece hacer el mejor Mundial de la Historia. Obviamente, Turquía fue espectacular y todos salimos muy contentos, pero estamos esperanzados de que esto llegue a una conclusión feliz".