
| CUADRO DE LA FINAL | ||
| 1º PARTIDO (0-1) | 2º PARTIDO (0-2) | |
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RESUMEN DE LA FINAL
El Círculo Saint- Pierre de Limoges, uno de los clubes históricos del baloncesto galo, está a punto de reverdecer laureles y conquistar el feísimo (me van a perdonar, pero las evidencias son las evidencias) trofeo de campeón de liga francesa ProA. Manda en la final 0-2 tras haber ganado los dos partidos disputados en el Rhénus Sport de Estrasburgo en un par de lecciones de basket de Jean- Marc Dupraz al seleccionador y entrenador de la SIG, Vincent Collet.
Hasta dos oportunidades tendrá ahora Limoges para vencer, empujado por su ruidoso público en esa olla a presión que es el pabellón de Beaublanc. Nada es imposible en el basket, y mucho menos si estamos en Francia, pero las posibilidades de la SIG son prácticamente mínimas. Sería el segundo fiasco de Collet con la SIG, tras haber perdido la final del pasado año contra la JSF Nanterre.
Dos oportunidades para conseguir el décimo título de liga para el club del Limousin, que ganó por última vez el trofeo en el año 2000, cuando vestían de amarillo, su líder era un tal Marcus Brown, y estaban entrenados por Dusko Ivanovic.
El próximo jueves Limoges podrá tocar el cielo y lograr lo que podría considerarse una proeza, especialmente, si tenemos en cuenta que hace sólo dos años, por estas fechas, el club estaba ascendiendo de ProB a ProA.
Los principales responsables de que el CSP, que acabó segundo clasificado la temporada regular, se esté merendando al Strasbourg IG, son los siguientes: en primer lugar, el MVP francés oficioso de la temporada, Nobel Boungou Colo, que está haciendo de todo, anotando, reboteando, y aportando solidez al equipo. Un auténtico todoterreno que se complementa a la perfección con sus otros dos compañeros de perímetro, Alex Acker y Adrien Moerman.

Alex Acker, el ex-jugador del FC Barcelona, está viviendo una segunda juventud en Limoges. Tras una temporada en la que llegó a estar cuestionado por el club, debido a un bache en su rendimiento, en los partidos de la final está sabiendo aportar toda la experiencia que atesora, además de recuperar su excelente muñeca.
Otro ex-ACB, el antiguo hombre de negro Adrien Moerman, ha vuelto a sentirse importante vistiendo la camiseta limogeaud, y cuenta sus intervenciones casi por dobles- dobles. Su presencia en pista es fundamental para el CSP, pues amenaza desde el 6.75 y abre las defensas para su compañero en la pintura, J. K. Edwards, un veterano que le ha comido el pastel a Johan Petro, la indiscutible decepción de esta serie final para el equipo verde. Todos esperaban más de Petro, pero de momento, sus compañeros no lo echan de menos.
Finalmente hay que hablar de los hombres exteriores, donde brillan J.R. Reynolds, y el ex-jugador de Gran Canaria Taurean Green. Ambos están dando enormes dolores de cabeza a Louis Campbell, Paul Lacombe, y un renqueante Antoine Diot, saliente de una lesión de la que aún no está recuperado. Junto a Reynolds y Green, no podemos olvidarnos de Jo Gomis, otro viejo conocido de la liga española, que desde hace dos años es capitán de Limoges, y que a buen seguro va a vivir este título de una manera muy especial tras su excesiva sanción por dopaje (nada menos que seis meses) a principios de temporada, al haber dado positivo por una sustancia presente en un descongestionador nasal contra la sinusitis.
En Strasbourg, además de la mencionada lesión de Antoine Diot, el MVP francés oficial, hay que destacar el bluff que ha supuesto el fichaje de OD Anosike. El pívot, que venía con el cartel de mejor jugador de la LEGA italiana, no da una a derechas: si en el primer partido, se quedaba en 3 puntos, 5 rebotes y 5 de valoración en 24 minutos de juego, en el segundo partido disputado hoy no ha logrado nada positivo, con un horrible -2 de valoración en 6 minutos de juego.

El único que está respondiendo en el equipo de Collet es el veterano jugador australiano David Andersen, rescatado del paro, que se ha marcado dos partidos sobresalientes en ataque (14 puntos, 9 rebotes y 17 puntos, 10 rebotes). En defensa, por el contrario, si Andersen se caracterizó siempre, incluso en sus mejores tiempos, por ser un defensor maternal, pueden imaginar que, con el paso de los años, se ha convertido en un serio candidato a suceder en bondad a la Madre Teresa de Calcuta.
No ha sido un final de año bueno para el juego interior de la SIG, desde luego: salida de Ajinça a la NBA; escapada de Ricardo Greer antes de empezar los playoffs; lesión de Romain Duport, y un ilusionante fichaje como el de OD Anosike, en el que parece que les han colado el timo de la estampita.



