Antepenúltima jornada de la fase de grupos de ésta apasionante edición de Euroliga. Dos equipos con aspiraciones de entrar en las eliminatorias, unos con más posibilidades que otros. El Bayern de Münich tiene la díficil papeleta de entrar en una octava posición que posee un Olympiacos con dos victorias más que los alemanes, por lo que de perder ante el FC Barcelona Lassa quedarán matemáticamente fuera de los ocho primeros. En cambio, los de Pesic tratarán de pelear por el factor cancha, que actualmente tiene Anadolu Efes con 17 victorias. Si el conjunto español vence en el Audi Dome igualará con la cuarta plaza.

El balance defensivo del FC Barcelona Lassa, desastroso. Cuando el conjunto de Pesic apretaba en defensa y jugaba bajo la dirección de Thomas Heurtel, consiguieron sus primeras ventajas en el marcador. Especialmente en el último tramo del segundo cuarto, la principal fuente de anotación del Bayern procedía de canastas en transición, aprovechando una debilidad de los visitantes, el balance defensivo. No volvían a tiempo tras los ataques, y permitió al conjunto alemán reducir distancias cuando se iban del marcador.
Dos técnicas en contra del Barça Lassa en el tercer cuarto, reflejo de la irregularidad culé. Cuando parecía que los blaugranas podían romper el partido, con diversas ventajas de 10 puntos, sufrieron un contratiempo que acarrearon durante todo el partido, la incapacidad de sentenciar los choques. Cuando podía apuntillar al Bayern, dos decisiones arbitrales desquiciaron a Ribas y Oriola, lo que permitió al conjunto teutón entrar de nuevo en el partido.
Petteri Koponen, héroe y verdugo. Con 14 puntos, y una canasta sobre la bocina que culminó la remontada, ejecutó a su ex- equipo y mantiene con vida al conjunto bávaro. Premio a una gran defensa final y no perder el pulso del partido.

Los blaugranas arrancaron con el pie en el acelerador, no querían verse sucumbidos por el ambiente, y tratará de aprovechar la oportunidad de alcanzar la cuarta plaza. Una defensa casi perfecta, muy atentos a las ayudas y efectivos de cara al aro. Los teutones tardaron 3 minutos en entrar en el ritmo de juego, y con ocho puntos seguidos, aprovechando la relajación defensiva de los de Pesic, equilibraron una balanza que Pau Ribas, con 7 puntos en el primer cuarto, trató de mantener el pulso para los suyos.
Un primer cuarto que se ha caracterizado por las defensas. Los desajustes atrás han sido claves para que ambos equipos tuvieran tiros abiertos donde sacan tiros fáciles. Defensas ordenadas, pero sin intensidad, donde únicamente se tiraron dos tiros libres. El final de los primeros diez minutos ha sido un regalo de los visitantes, donde el Bayern ha aprovechado los despistes en la dirección de Heurtel, y con dos robos finales ajustaron el marcador (18-19).
El conjunto alemán comenzó el segundo cuarto con una marcha más en intensidad, especialmente atrás, para poner incómodo a un Barça que se encomendó a las órdenes de Heurtel y su juego en pick & roll con Pierre Oriola. Pesic ordenó una defensa en zona, para tapar los espacios concedidos en la línea exterior. Maodo Lo y Danilo Barthel añadieron esa pizca de garra en ataque para deshacer el entramado culé, pero encontraron muchas dificultades para anotar. A los visitantes se les nubló la vista en ataque, donde la agresividad del Bayern les obligaba a hacer tiros forzados, ya que no eran capaces de crear espacios. Uno de los problemas más graves pasa por el balance defensivo del Barça. La transición y ritmo en ataque de los alemanes les impide a reagruparse en defensa, lo que les ha permitido recortar la ventaja que poseían. Una defensa muy irregular que ha permitido al Bayern Münich igualar un partido que se decidirá en la segunda parte (32-36).
El Bayern salió de vestuarios más errado de cara al aro. Además, carga menos el rebote ofensivo y se precipitan en el movimiento de balón, lo que permite al Barcelona Lassa estar más cómodo en pista. Un punto de inflexión en el partido, donde los visitantes establecieron un parcial de 0-7, basados en una defensa sólida, con buenas ayudas, y sin sufrir el rebote, lo que le permite una mayor fluidez en transición. En cambio, dos triples consecutivos del Bayern, uno de Devin Booker y un viejo conocido del conjunto blaugrana, Petteri Koponen, les volvieron a meter en el partido. Un problema del Barcelona Lassa, la escasez de intensidad en las reacciones bávaras. Un partido de numerosos parciales para ambos equipos, a lo que reaccionaba el rival, aprovechando la relajación del otro, convirtió el partido en una incógnita de cara al último cuarto. El Bayern salió vivo una vez más, después de ir 10 puntos atrás. Dos técnicas pitadas, una a Pau Ribas y otra a Pierre Oriola, en los últimos coletazos del cuarto, llevaron a los teutones a mantenerse vivos al último y definitivo cuarto (49-56).
Los alemanes basaron sus primeros ataques en su jugador franquicia. Un Derrick Williams que está haciendo un partido horroroso, especialmente en la faceta ofensiva. Puede ser la pieza que necesitan para luchar un partido que se le estaba escapando ante un regular Barça Lassa que intentó aumentar el ritmo del partido, tratando de incomodar a su rival. Más por méritos ofensivos que defensivos, los azulgranas consiguen diferencias de +10 puntos en los primeros minutos del ultimo cuarto, y la incógnita reside en su capacidad de concentración, que no termina de ser definitivo. Dos desajustes defensivos vuelven a reducir distancias en el marcador, y están dejando claro que es uno de sus puntos débiles.
La definitiva reacción bávara empequeñeció a los azulgranas. Dinámicos ofensivamente de manera colectiva, y muy agresivos en defensa, tapando líneas de pase y muy atentos en las ayudas, provocando numerosas pérdidas de balón. El Barça está muy incómodo en ataque, y un parcial de 14-0 liderado por Williams y Koponen puso a su equipo por delante a falta de 3 minutos. Los nervios están a flor de piel, y el conjunto que mantenga sangre fría será el que decline la balanza. Un triple de Vladimir Lucic a falta de 10 segundos desató la locura en el Audi Dome, y dinamitó un partido que iban perdiendo por 12 puntos a falta de 7 minutos de partido. Después de que los azulgrana empatasen el partido a falta de 7 segundos, una canasta sobre la bocina de Petteri Koponen sentenció el partido. El verdugo tumbó a su ex-equipo (73-71).
WINNER!@KoponenPetteri keeps the @fcb_basketball season ALIVE!#7DAYSMagicMoment pic.twitter.com/81OLtNCrUJ
— EuroLeague (@EuroLeague) 21 de marzo de 2019


