El baloncesto asiático inicia otra cruzada en su búsqueda de poder ser protagonista por fin en un gran campeonato, quitarse el papel de cenicienta que siempre se le otorga, aunque en esta Copa del Mundo parece complicado que eso vaya a suceder. Con la máxima ilusión del mundo, Filipinas, Corea del Sur e Irán se presentarán en España la próxima semana con la única intención de hacerse notar y de poder competir con otras potencias en esto de la canasta. El último Asiabasket ya nos dejó un gran regreso de Irán, una gran sorpresa con Filipinas, un país volcado por y para el baloncesto, y la confirmación de una Corea del sur que ya estuvo en el pre-olímpico que se disputó en Venezuela en 2012. Ahora, encuadradas en grupos complicados donde los gallos parecen bien definidos, intentarán meterse en la pomada por entrar en unos cruces de octavos de final que parecen, a primera vista, vetados para cualquiera de ellos.

Filipinas: El deporte nacional busca una gran gesta

Los ecos del bote de un balón de baloncesto alcanzan lugares insospechados, y en ocasiones su poder de convocatoria y convicción siguen sorprendiéndonos para bien. En un país como Filipinas el baloncesto se ha hecho hueco de una manera abrumadora, desbancando a otros deportes con más seguidores a nivel mundial como el mismísimo fútbol. Los filipinos se han convertido en unos amantes redomados del deporte de la canasta, enterados de la actualidad que lo rodea, especialmente de la NBA. Sin embargo, ahí no queda la cosa, pues su selección está haciéndose notar, dando guerra en los amistosos de este verano y realizando un baloncesto atractivo, lo que está llevando a que todo el país se vuelque con la participación de Filipinas en toda una Copa del Mundo de Baloncesto de España 2014.

Los asiáticos llegaron a este Mundobasket tras cosechar una plata trabajada en el último Asiabasket celebrado en su propio país. Era la mejor manera de intentar dar el salto a una gran competición, con un público entregado. Fueron poco a poco, poniéndole corazón a cada partido y sobreponiéndose incluso a la baja de su gran referente, Marcus Douthit. El americano recayó de una lesión en la pierna en plena semifinal ante Corea del Sur. En aquel partido, un gran Jayson Castro, que iría asumiendo responsabilidades ante la falta de su gran referente hasta acabar en el quinteto ideal, llevó a los locales a alcanzar una final veintiocho años después. Allí, sólo pudieron sostener a Irán en la primera parte, cosechando una plata que supo a oro, terminando por revivir la pasión de todo un país por el baloncesto.

Evidentemente, el combinado deberá enfrentarse a selecciones con muchas más credenciales en este Mundobasket que el pasado verano, y para ello han cambiado a Douthit por todo un NBA como Andray Blatche. El norteamericano es el jugador que debe marcar la diferencia, dotando a los de Vincent “Chot” Reyes de músculo, centímetros y un hombre al que darle el balón en los momentos más calientes. Blatche es un todo corazón más que sumar a una selección que siempre lo da todo. A pesar de su baja estatura, su alto ritmo de juego nos divertirá y sorprenderá a partes iguales, cuenta con una buena batería de tiradores a los que buscar para intentar desatascar los partidos, pero para nada cuentan con el talento y la experiencia de las demás selecciones del grupo B en el que están encuadrados.

La mayoría de sus opciones para poder pasar la primera fase se basan en una victoria ante Senegal que parece más que factible, para luego intentar alcanzar otro triunfo con la mayor ilusión y ganas del mundo. Competir con selecciones como Grecia, Puerto Rico, Croacia y una Argentina debilitada pero que sigue siendo Argentina, será la gran piedra de toque para saber dónde colocar el ímpetu filipino. Pase lo que pase, Filipinas darán guerra en nuestro país, y viendo los resultados de sus amistosos preparatorios, se han ganado el derecho a soñar en Sevilla.

Corea del Sur: Jugar en Gran Canaria es como jugar en casa

Tras dos muy buenas participaciones en el Asiabasket fundamentadas con dos medallas de bronce consecutivas, Corea del Sur llegará a Gran Canaria con dos premisas: Jugar sin presión alguna por conseguir un gran resultado, y teniendo en cuenta que participarán en esta Copa del Mundo de España como si jugaran en casa. ¿Por qué? Porque en la isla vive un 60% de la población surcoreana que reside en España, una cifra nada desdeñable y que podría darle esa condición de local en los partidos que la selección asiática dispute en Gran Canaria. No obstante, a pesar de este dato los surcoreanos tendrán la mente puesta en los Juegos Asiáticos donde van a ser los anfitriones, por lo que, a priori, se tomarán esta competición como preparación.

En el último Asiabasket disputado en Manila tuvieron la final a un solo paso de la final. Les plantaron cara a los filipinos, lucharon como jabatos por estar en la final, pero los anfitriones mostraron muchas más aptitudes para lograrlo. Aún así, se sobrepusieron rápidamente de la derrota sufrida para destrozar a una China Taipéi y lograr otro bronce que colgarse al cuello en el que Kin Min-Goo fue uno de los jugadores más determinantes de esta Corea. Sin embargo, el joven escolta, llamado a ser el líder de la selección en el presente inmediato, no va a estar en la cita mundialista por un accidente de coche que tuvo mientras conducía ebrio. Esta baja es más que sensible en el cuadro de Yoo Jae-Hak.

De esta manera, el peso de esta selección lo llevará el backcourt formado por Yang Dong-Geun y Cho Sung-Min. Dong-Geun es el hombre que marca el estilo de esta selección, veterano y sabedor de qué es lo que quiere en cada momento el seleccionador sobre la pista. Su compañero, Sung-Min es el cañonero surcoreano, un jugador que aportará lanzamiento exterior y anotación a un equipo que busca tiros rápidos y posesiones cortas. Ambos cumplen con la filosofía de una selección a la que le gusta el buen baloncesto, el de velocidades altas y rápida anotación, aunque también saben reajustar para no sufrir demasiado defensivamente.

Las bajas, los problemas físicos y la cercanía de los Juegos Asiáticos serán sus grandes problemas para plantar cara en un grupo donde Lituania, Eslovenia y Australia parten con mucha mayor experiencia y bagaje en el circuito internacional. No obstante, no todo está dicho en un grupo en el que tanto México como Angola podrían ser accesibles, aunque a simple vista los surcoreanos van a tener que remar mucho para competir por un puesto en los octavos de final.

Irán: En manos de Hamed Haddadi

Un clásico reciente en el baloncesto internacional llega a España tras haber recuperado el cetro de campeones de Asia en un torneo donde el de siempre, Hamed Haddadi, dominó a placer hasta llevarse otro premio de MVP que añadir a su vitrina. Durante los últimos tiempos, el baloncesto se ha ido haciendo un hueco en el país de Oriente Medio, abriéndose paso a través una selección que ha ido creciendo desde aquella primera medalla en un Asiabasket en el año 2007, nada más y nada menos que un oro. A partir de ahí, la Superliga iraní ha ido en consonancia en este auge, trayendo jugadores extranjeros con experiencia en grandes ligas, como el caso de Hernández-Sonseca, e intentando potenciar los buenos proyectos de jóvenes locales, para intentar asegurar un relevo generacional en condiciones.

En el Asiabasket de Manila, liderados desde los banquillos por el esloveno Mehmed Becirovic, el combinado persa dominó el torneo con unos enormes Haddadi y Bahrami. Era la mejor manera de recuperar el trono perdido en el 2011 ante una China que en esta edición ni siquiera pudo subirse al podio. Tuvieron que hacer frente a una selección filipina que jugaba en casa y que no iba a tirar la toalla hasta el bocinazo final, pero el talento iraní volvió a sobresalir para colgarse su tercer entorchado continental. El daño que Haddadi hizo en la zona filipina en aquella final fue tremendo, terminando el partido con unos espectaculares 29 puntos y 16 rebotes, bien acompañados por los 19 puntos de un Bahrami muy inspirado durante el campeonato.

Irán propondrá en Granada un baloncesto más lento y ordenado que las otras dos asiáticas, más defensivo pero con ciertos momentos en los que la lucidez ofensiva no les carbura para poder competir. Dependen demasiado del estado de Haddadi, para lo bueno y para lo malo, pero el gigante iraní no nos dejará un mal sabor de boca, un baluarte para cualquier equipo de SuperManager.  Acompañado desde el exterior por un Bahrami que ha recuperado su mejor versión para este campeonato y desde el interior con la amenaza de un Kazemi que no estuvo en Manila, pero que en esta cita en España podrá echar un cabo en la pintura a Haddadi, sobre todo en las inmediaciones del aro, los de Becirovic también tendrán algo que decir.

Competir en Granada es el mayor reto que se pueden poner de cara a esta Copa del Mundo, pues compartirán grupo con dos de los máximos favoritos: España y Brasil; y con dos selecciones que en los cruces pueden ser muy peligrosas: Francia y Serbia. Su destino estará marcado por ganar a Egipto y pelear, más que sea, con los demás para intentar arañar algo más que los lleve, por primera vez en su historia, a los octavos de final del Mundobasket.

De cara al futuro

Está claro, que de cara al futuro, la participación de estas selecciones en la Copa del Mundo de España va a ser muy importante para todas. Lo primero para poder asentarse a nivel mundial en una élite desconocida para Filipinas y Corea, algo que Irán ha saboreado en los últimos tiempos aunque con algún bajón importante como su ausencia en los JJOO de Londres. Crecer a partir de esta competición va ser otro de los puntos muy importantes que existe, en Filipinas ya es un hecho, y tanto en Irán como en Corea del Sur se están consiguiendo cosas muy importantes en el mundo del baloncesto. Seguramente, ninguna pasaráde ronda, pero pondrán las cosas difíciles y mostrarán sus virtudes a través de toda una Copa del Mundo. Estad atentos.